Englobados bajo las siglas ADAS (Advanced Driver Assistance Systems, por sus siglas en inglés), los sistemas avanzados de ayuda a la conducción son un conjunto de innovaciones tecnológicas que se integran en los vehículos para mejorar la seguridad tanto del conductor y los ocupantes de los vehículos como del resto de usuarios de las vías, como peatones y ciclistas. Estos sistemas se ponen en marcha con distintos grados de autonomía con respecto al conductor, interviniendo en el funcionamiento del vehículo para prevenir y minimizar accidentes al volante.
Según datos de la DGT (Dirección General de Tráfico), la implementación generalizada de estos sistemas podría evitar más de 50.000 siniestros y reducir la gravedad de los accidentes en un 57%.
En los últimos años, los fabricantes han incluido estos sistemas de forma progresiva en los lanzamientos de nuevos coches, primero como extra en la gama superior hasta alcanzar poco a poco las gamas de entrada. En 2019, la Unión Europea (UE) aprobó el Nuevo Reglamento de Seguridad2019/2144, que recoge la nueva regulación de requisitos de seguridad de los vehículos, así como de protección de sus ocupantes y de usuarios vulnerables de la vía pública.
El reglamento entra en vigor en España el 6 de julio de 2022, estableciendo un calendario de incorporación de estos sistemas en los nuevos vehículos. A partir de la entrada en vigor del reglamento, se exige la incorporación de al menos ocho sistemas ADAS en las nuevas homologaciones. El 6 de julio de 2024 la obligatoriedad de la incorporación de estos sistemas se amplía a todas las nuevas matriculaciones.
Los sistemas ADAS se sirven de sensores, cámaras y radares, cuya información es procesada por una centralita electrónica. Estas tecnologías permiten reconocer el entorno, actuar en consecuencia y ayudar al conductor a tomar decisiones con mayor fiabilidad y seguridad.
Descubre cómo funcionan y cómo ayudan a incrementar la seguridad vial los sistemas avanzados de ayuda a la conducción ADAS que tienen que equipar los nuevos vehículos homologados y matriculados desde julio de 2024:
Este asistente busca detectar señales de somnolencia, cansancio o distracción al volante, alertando al conductor mediante una señal luminosa o mensaje.
Según la DGT, un 20%-30% de los accidentes están relacionados de alguna forma con la fatiga.
El sistema ISA adapta la velocidad máxima del coche a los límites establecidos para cada tramo de la vía pública, conectando el Control de Crucero Adaptativo del vehículo con el sistema de Reconocimiento de Señales.
A diferencia del Limitador de Velocidad, que permite al conductor fijar un límite de velocidad máxima, este sistema adapta la velocidad del Control de Crucero Adaptativo al límite vigente en el tramo de vía en el que se encuentra, avisando al conductor e impidiendo que lo supere.
Este asistente permite reducir el riesgo de accidente al supervisar el tráfico trasero al salir marcha atrás. El programa “Visión Cero” de la Unión Europea espera que la implementación de esta y otras tecnologías ayuden a reducir a cero la mortalidad por accidentes de tráfico en toda Europa antes del año 2050.
Este sistema electrónico graba todos los datos relevantes ocurridos en los 30 segundos previos y los 5 posteriores a un accidente. Recopila información anónima cuyo análisis permite evaluar las causas de los siniestros, implementar futuras mejoras para incrementar la seguridad vial e incentivar mejoras en la conducción.
Cuando el coche se está saliendo del carril sin haber activado el intermitente, este sistema indica al vehículo que emita una señal para avisar al conductor de que está perdiendo la trayectoria.
Si el vehículo dispone, además, de sistema de mantenimiento de carril, éste actuará sobre el funcionamiento del vehículo para recuperar la trayectoria.
Este sistema avanzado de ayuda a la conducción pasa a ser obligatorio en nuevos turismos a partir del 6 de julio de 2024.
La señal de frenada de emergencia asiste a la conducción alertando al conductor del vehículo que nos precede en caso de frenada brusca mediante el parpadeo de las luces de freno.
Gracias a este sistema, el coche es capaz de reducir la velocidad automáticamente cuando detecta riesgo de colisión. El objetivo de este asistente es reducir el riesgo y mitigar el impacto de choques por alcance o en curva.
Este sistema tendrá que permitir detectar peatones y ciclistas en nuevos vehículos homologados y será de obligatoria implementación para las nuevas matriculaciones a partir de julio de 2026.
Este sistema permite bloquear la puesta en marcha del vehículo si el conductor no mide su tasa de alcoholemia soplando sobre su alcoholímetro o si, al hacerlo, supera el índice de alcoholemia permitido.
De momento, este sistema solo es de obligatoria instalación en autobuses (categoría M2 y M3). El resto de los vehículos deben equipar preinstalación de este para que se puedan instalar siguiendo la normativa de cada país.
Un sensor de carga detecta si la plaza del coche está ocupada, mientras que otro sensor situado en el cinturón, comprueba si el cinturón de esa plaza está abrochado.
Si alguno de los ocupantes del vehículo no se ha colocado correctamente el cinturón, el coche emitirá una señal acústica, que solo se apagará cuando el cinturón se haya abrochado.
Este sistema debe ser incorporado en todos los nuevos turismos a partir del 6 de julio de 2024.
Este sistema ADAS supervisa de forma constante la presión de los neumáticos, alertando al conductor si detecta una disminución significativa de la presión. Cada vez que el conductor ajusta la presión de los neumáticos debe reiniciar el sistema para memorizar las nuevas presiones de referencia.
Además, a partir de julio de 2024, los camiones y autobuses deberán estar equipados de serie con el sistema BSM (Sistema de monitorización de ángulos muertos).
Aunque los vehículos cuentan cada vez con más dispositivos de seguridad, el riesgo cero no existe. En GENERALI hemos diseñado Connect & GO, un sistema de emergencia para que, en caso de avería o accidente y pulsando un sólo botón, tengas comunicación directa con nuestro servicio de asistencia. Además, incluye la última tecnología en detección de accidentes y geolocalización: en caso de accidente grave, el dispositivo nos avisa de forma proactiva y te enviamos ayuda al lugar exacto en el que te encuentres.
Los sistemas avanzados de ayuda a la conducción tienen un objetivo claro: aumentar la seguridad y la comodidad de la experiencia al volante. Pero ¿cómo los utilizan y cuál es la percepción que tienen de ellos los conductores?
Según el estudio Consumer Spotlight sobre sistemas avanzados de ayuda a la conducción, coche autónomo y seguridad vial, realizado por Generali a cerca de 800 conductores de España durante la primavera de 2024, 3 de cada 10 conductores han logrado evitar accidentes gracias a los sistemas avanzados de asistencia al conductor.
El sistema de frenada de emergencia, el detector de somnolencia y el sistema de frenada autónoma con detección de peatones y ciclistas son los sistemas que más ayudan a evitar accidentes según un 36%, 32% y 29% de los conductores, respectivamente.
A través de las respuestas de 742 encuestados españoles, se concluye que los sistemas ADAS más frecuentes en España son las alertas de uso del cinturón en sus vehículos (70%), el detector de personas u objetos en marcha atrás (47%) y el sistema de frenado de emergencia (44%).
En el extremo opuesto, 7 de cada 10 conductores reconocen no contar con detector de somnolencia o sistema de alerta de tráfico cruzado. También el 62% asegura que su coche no tiene caja negra, un componente que recopila y almacena datos cruciales sobre el vehículo antes, durante y después de un accidente.
Los sistemas de conducción automatizada ADS (Automated Driving Functions, por sus siglas en inglés) engloban las diferentes tecnologías incorporadas en los vehículos de conducción automatizada. Estos sistemas van un paso más allá que los ADAS, introduciendo avances tecnológicos que serían capades de reducir al mínimo o incluso eliminar la intervención humana en la conducción.
Aunque la conducción autónoma aún no está regulada en España, su tecnología continúa avanzando, marcando el futuro de nuestro modelo de movilidad.
Los datos arrojados por el estudio Consumer Spotlight de Generali, el coche autónomo aún no genera confianza. Los conductores españoles consideran que aún es necesario un mayor desarrollo del vehículo autónomo, aunque encontramos diferencias generacionales en cuanto a la percepción del impacto en la seguridad y la comodidad de este nuevo formato de transporte.
Si bien un 42% de los conductores cree que contribuirán a mejorar la seguridad vial, el 58% no cree que de momento puedan conducir mejor que un humano. La encuesta muestra diferencias generacionales en este punto: solo un 28% de los conductores mayores de 55 años afirma que el coche autónomo supone un avance en seguridad vial frente al 60% de los conductores menores de 30 años.
Un 74% de los encuestados afirma que prefiere mantener el control del vehículo (un 64% entre los menores de 30 años) y un 71% no sopesa utilizar coches autónomos hasta que no se dé un mayor desarrollo de los distintos modelos y de la infraestructura necesaria para su uso.
Por otro lado, 5 de cada 10 de los conductores afirmó además que los coches autónomos aumentarán la comodidad de su experiencia al volante. También esta percepción es notablemente menor en los mayores de 55, ente los que solo un 36% cree que el coche autónomo le aportará comodidad. De hecho, casi 4 de cada 10 reconocen no estar seguros del impacto que tendrá sobre su comodidad.
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