A la hora de prepararse económicamente para la jubilación, es posible que te preguntes si es mejor destinar el dinero que reservas a un plan de pensiones o a una cuenta de ahorro. Es una pregunta que muchos se plantean cuando piensan en planificar sus futuros ingresos durante la jubilación y no hay una respuesta correcta o incorrecta.
Tanto los planes de pensiones como las cuentas de ahorro pueden ofrecer distintas formas de ahorrar para la jubilación. Mucha gente ahorra combinando ambos. Lo que es acertado para ti puede depender de tu edad, de cuánto tienes ahorrado, de cómo deseas invertir y de cómo quieras pasar tu jubilación.
En este artículo analizaremos las principales diferencias entre los planes de pensiones y las cuentas de ahorro, así como las principales ventajas de cada uno de ellos a la hora de ahorrar para la jubilación.
Cuando te jubiles, necesitarás suficientes ahorros para sustituir tu salario. Estos «pagos» pueden proceder de una pensión a la que hayas contribuido o de cuentas de ahorro o inversión.
Comprender la diferencia entre planes de pensiones y ahorros te ayudará a tomar mejores decisiones sobre cuál es lo más adecuado para ti, lo que puede repercutir tanto en tus hábitos de gasto inmediatos como en tus objetivos de ahorro a largo plazo.
A continuación explicamos las principales características de ambos.
Un plan de pensiones está diseñado específicamente para ahorrar para la jubilación, centrándose en realizar aportaciones periódicas a lo largo del tiempo.
El dinero aportado a un plan de pensiones se invierte en el mercado financiero, en función de las preferencias del titular. Esto puede mejorar las posibilidades de crecimiento a largo plazo con el objetivo de complementar la pensión pública, ofreciéndote además importantes ventajas fiscales.
Además del Sistema Público de Pensiones, existen tres tipos de planes de pensiones: los individuales, los asociados (promovidos por gremios, asociaciones, sindicatos…) y los de empleo, promovidos principalmente por las empresas, que pueden incluir aportaciones independientes por parte de tu empleador como parte de tus retribuciones salariales.
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Las cuentas de ahorro pueden utilizarse para alcanzar objetivos financieros tanto a corto como a largo plazo.
El dinero guardado en una cuenta de ahorro podría utilizarse en cualquier momento para cubrir gastos si fuera necesario, incluso antes de la jubilación. Esto se traduce en que los productos de ahorro suelen ser una opción más flexible. Sin embargo, los bancos suelen ofrecer una rentabilidad muy baja para estas cuentas, en ocasiones incluso por debajo de la inflación o 0%, por lo que tus ahorros no solo no crecerán, sino que tu poder adquisitivo puede verse erosionado a lo largo del tiempo.
¿Por qué aportar dinero a un plan de pensiones si se puede acceder a las cuentas de ahorro con mayor flexibilidad? Existen algunas ventajas fundamentales de los planes de pensiones, como se describen a continuación.
La principal razón por la que los asesores financieros pueden recomendar dar preferencia a los planes de pensiones para ahorrar de cara a la jubilación es que estos gozan de generosas desgravaciones fiscales. Los gobiernos desean animar a la gente a ahorrar para la jubilación, reduciendo la necesidad de otras prestaciones financiadas por el Estado para completar los ingresos de jubilación.
Las aportaciones realizadas a los planes de pensiones tienen deducciones tributarias. El dinero que se aporta al plan de pensiones permite reducir la base imponible del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), con lo que de cara a Hacienda ese año habríamos ingresado menos dinero, teniendo así una base de cálculo menor y pagando menos en este impuesto.
Veámoslo mejor con un ejemplo, si gracias a tu trabajo has ganado 30.000 euros en un año y has aportado 1.000 euros en un plan de pensiones, ese año para Hacienda sería como si hubieras ganado 29.000 euros.
El dinero aportado en un plan de pensiones también suele producir rentabilidades exentas de impuestos o con impuestos diferidos (es decir, no pagarás impuestos hasta que retires tus fondos), lo que permite que tus ahorros se acumulen con el tiempo sin que los impuestos reduzcan su valor.
Estas ventajas fiscales hacen que los planes de pensiones sean la forma más efectiva de ahorrar para la jubilación o para generar ahorros a los que desees acceder mucho más adelante.
No es necesario que te hayas jubilado para comenzar a rescatar tu plan de pensiones, pero cada país tiene una edad mínima para hacerlo u otras condiciones.
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Con un plan de pensiones, lo más probable es que se opte por una cartera o un plan que se adapte a medida que nos acercamos a la edad de jubilación especificada. Si ahorras aportando a un plan de pensiones desde una edad temprana y te quedan décadas para jubilarte, es recomendable que tu dinero se invierta en acciones o valores de renta variable. Estos suelen ser de mayor riesgo, pero podrían ofrecer mayores rentabilidades a largo plazo.
A medida que se acerque la jubilación, es recomendable que tu plan invierta en activos más estables y seguros, como bonos del Estado, efectivo u obligaciones. Es más deseable que los rendimientos sean fiables, lo que disminuye las posibilidades de que tus inversiones pierdan valor justo cuando deseas retirar el dinero.
El momento ideal es la jubilación, por ello sea cual sea la edad que tengas, en el momento en el que te jubiles formalmente, podrás acceder a tus ahorros.
No obstante, es importante destacar que en España existen supuestos adicionales en los que se puede recuperar el plan de pensiones antes de la jubilación, cuando se da una de estas contingencias: incapacidad laboral, elevada antigüedad de las aportaciones (más de 10 años), situaciones de dependencia y fallecimiento. También, en ocasiones excepcionales se podrá acceder a la pensión en caso de enfermedad grave, desempleo de larga duración, y situaciones extraordinarias y de gravedad, como por ejemplo, durante la crisis de la Covid-19 o la DANA de finales de 2024 que afectó al este de España.
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Aunque los planes de pensiones son un excelente lugar para hacer crecer tus ahorros para tu futura jubilación, otros tipos de cuentas de ahorro también tienen sus ventajas y te permiten ahorrar.
La principal ventaja de las cuentas de ahorro es que habitualmente no hay restricciones de edad para acceder al dinero.
Tal vez aspires a jubilarte antes de lo que permite tu plan de pensiones. Con una cuenta de ahorros, puede retirar dinero de tus cuentas tan pronto como quieras. Si ha optado por contribuir también a un plan de pensiones, podrías conseguir ingresos de ella hasta que puedas acceder a tu plan de pensiones.
Esta flexibilidad también implica que puedes afrontar las necesidades financieras planificadas e imprevistas a lo largo de tu vida.
En las cuentas de ahorro, tu dinero habitualmente está protegido y no asumes riesgos de inversión en los mercados financieros.
Podemos tener opciones más allá de las cuentas de ahorro. Existen multitud de vehículos de ahorro e inversión que nos permitirán canalizar y diversificar nuestros ahorros para complementar nuestras aportaciones a los planes de pensiones. Por ejemplo, contamos con depósitos, Fondos de Inversión, Seguros de Ahorro garantizado, Seguros de inversión o Unit Linked entre otros. Estas opciones pueden llegar a ser muy atractivas para maximizar nuestras rentabilidades, pero tenemos que conocer con mayor detalle las características e implicaciones de cada uno de ellos.
Tanto los planes de pensiones como las cuentas de ahorro generales ofrecen formas de ahorrar y cada uno tiene ventajas distintas.
El principal beneficio de los planes de pensiones son las deducciones fiscales sobre las aportaciones (y la posibilidad de que tu empleador aumente tu «fondo»), pero la desventaja clave es que, generalmente, no puedes sacar dinero hasta el momento de la jubilación o bajo otras estrictas condiciones.
Con una cuenta de ahorros hay mucha más flexibilidad a la hora de acceder al dinero, pero una rentabilidad limitada, además de que las aportaciones no tienen deducciones.
Por otra parte, existen multitud de vehículos de ahorro e inversión que nos permitirán canalizar y diversificar nuestros ahorros para complementar nuestras aportaciones a los planes de pensiones y cuentas de ahorro. Por ejemplo, contamos con depósitos, Fondos de Inversión, Seguros de Ahorro garantizado, Seguros de inversión o Unit Linked entre otros. Estas opciones pueden llegar a ser muy atractivas para maximizar nuestras rentabilidades, pero tenemos que conocer con mayor detalle las características e implicaciones de cada uno de ellos.
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