Si cuidas a una persona que padece Alzheimer o demencia, te resultará útil saber cómo algunos de los síntomas mentales y físicos asociados a estas enfermedades pueden suponer un problema de seguridad.
Ser consciente de ello te ayudará a mantener la independencia y calidad de vida de las personas que padecen estas patologías, haciendo además que su entorno sea lo más seguro y cómodo posible.
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Principales riesgos asociados al Alzheimer o la demencia
El Alzheimer afecta a la memoria, al pensamiento y otras capacidades mentales de alrededor de 40.000 personas al año en España. Una persona con sus capacidades mermadas puede tener dificultades para recordar el nombre de alguien o también verse expuesta a ciertos peligros en el hogar, por ejemplo, si empieza a calentar algo en la cocina y luego se olvida de ello.
Por otra parte, la demencia puede tener un impacto físico en las personas que la padecen en fase avanzada causando debilidad muscular y reduciendo su capacidad para caminar o levantarse de una silla o de la cama. Esto significa que alguien con Alzheimer o demencia probablemente necesitará ayuda para realizar tareas cotidianas como bañarse, vestirse y preparar las comidas.
Cuando los síntomas implican riesgo de caídas, hay varias cosas que puedes hacer para facilitar el movimiento y reducir los posibles riesgos de tropiezo de la persona afectada.
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Consejos de seguridad en el hogar para cuidar a una persona con Alzheimer o demencia
Hemos creado una infografía útil que con algunos consejos de seguridad en el hogar a la hora de aprender a cómo cuidar a una persona con Alzheimer. Recuerda que estas sencillas modificaciones no tienen por qué ser caras ni molestas, e incluso algunos pequeños cambios pueden suponer una gran diferencia.
Aparte de abordar áreas específicas, hay una serie de cambios generales que pueden hacerse en el hogar. Por ejemplo, si tienes que redecorar, opta por suelos y paredes mates, ya que las superficies brillantes pueden parecer húmedas o resbaladizas. Elige colores lisos en lugar de estampados e intenta utilizar un solo tipo de alfombra o suelo, ya que un cambio de color puede parecer un obstáculo o un escalón.
Además, un entorno bien iluminado puede reducir el riesgo de caídas. Por ello, hay que dejar que entre la luz natural durante el día y ayudar a la persona a orientarse con seguridad por la noche instalando bombillas de alta potencia en las luces principales y utilizando luces de baja intensidad, lámparas de noche enchufables o sensores de luz automáticos en pasillos y descansillos.
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Si cuidas de familiares o amigos mayores, hay muchas formas de ofrecerles ayuda: desde organizar la asistencia doméstica que permite que una persona mayor pueda seguir viviendo en su propia casa, hasta la asistencia sanitaria inteligente, que puede proteger a las personas en todas las etapas de la vida y les da orientación para que aprovechen al máximo su próxima cita médica virtual.
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