¡La industria de la automoción se ha decidido a revolucionar el futuro de la movilidad sostenible! Lo que hace unos años parecía una tecnología al alcance de muy pocos bolsillos, hoy se ha convertido en una realidad. La electrificación comenzó con los vehículos híbridos, pasando a los eléctricos, y quizás el coche de hidrógeno será el mañana cercano.
Ser responsables con el medio ambiente también pasa por reducir poco a poco las emisiones de nuestros automóviles. Cada vez son más los modelos en el mercado que cuentan con la etiqueta cero.
Lo cierto es que el hidrógeno es una fuente de energía inagotable y, además, permite un repostaje más rápido que los coches eléctricos. ¿Cómo funciona un coche de hidrógeno? ¿Merece la pena comprarse uno hoy en día? ¡Echa un vistazo a las ventajas y desventajas que presenta y plantéate tu siguiente compra!
Un coche de hidrógeno es un vehículo que se mueve gracias a la reacción química que se genera por el contacto entre el hidrógeno y el oxígeno. Al igual que los eléctricos, estos vehículos también funcionan con un motor eléctrico. Por eso, este desarrollo tecnológico ostenta la etiqueta de cero emisiones de la DGT y es una alternativa a otros vehículos sostenibles del mercado.
Además, posee una característica que lo hace ser único y garantiza su sostenibilidad a largo plazo: el hidrógeno es un recurso inagotable. Se encuentra en casi cualquier lugar de la naturaleza y su producción se puede llevar a cabo con energías renovables.
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El coche de hidrógeno funciona a través de una pila de combustible. Gracias al proceso de electrólisis inversa que combina hidrógeno de alta presión con el oxígeno que se encuentra en el aire. Esa reacción da como resultado electricidad y vapor de agua, que es lo que permite el desplazamiento del vehículo.
De hecho, no solo contiene una tecnología relativamente sencilla, sino que también es muy ecológico. Lo que expulsan por el tubo de escape es vapor de agua, por lo que la huella que dejan es casi invisible.
Algunas marcas como BMW, Hyundai, Toyota o Peugeot ya están incorporando el motor de hidrógeno a algunos de sus modelos. ¡Estos vehículos son una realidad y cualquiera los puede comprar!
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Estos automóviles cuentan con diversas ventajas que lo convierten en un buen candidato para sustituir tu coche. ¡Te contamos todas ellas!
Gracias a su tecnología, el vapor de agua que desprende es inocuo para el medio ambiente. Es por ello que todos los vehículos cuentan con la etiqueta CERO de la DGT. ¡Podrás esquivar las restricciones de algunas de las grandes ciudades o beneficiarte de pagar menos impuestos de circulación!
A diferencia de los coches eléctricos, el repostaje es muy rápido. Sin embargo, la forma de repostar es similar a la de cualquier vehículo diésel o gasolina.
Cualquier modelo cuenta con unos 1.000 kilómetros de autonomía. Es superior a la que ofrecen los vehículos eléctricos de segmentos medios e, incluso, premium.
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A pesar de que el hidrógeno es un compuesto extremadamente ligero y fácil de transportar, requiere de un depósito muy voluminoso. Esas dimensiones, superiores a los de los depósitos de combustible o baterías eléctricas, restarán espacio útil al vehículo.
Quizás el precio de un coche de hidrógeno es la gran barrera que está encontrando el consumidor. La compra de un modelo de segmento medio ronda los 60.000 euros.
Otro inconveniente es no encontrar suficientes puntos donde recargarlo. Actualmente España solo cuenta con 7 hidrogeneras, insuficientes como para que resulte un vehículo cómodo de usar en algunos puntos del territorio. Aun así, la Comisión Europea ha propuesto que las principales rutas del continente cuenten con un punto de repostaje de hidrógeno, al menos, cada 150 kilómetros.
En España, el precio del hidrógeno ronda los 10€/kg. Teniendo en cuenta que el consumo medio de este tipo de vehículos es de 0,9 kilos por cada 100 kilómetros, el coste es similar al diésel o gasolina. El precio por repostar un vehículo de hidrógeno asciende a 55 euros por depósito.
El precio de un coche de hidrógeno oscila entre los 55.000 euros y los 75.000 euros, en función del modelo y el fabricante. El Toyota Mirai, por ejemplo, cuenta con un precio de salida al mercado de 65.000 euros, mientras que el Hyundai Nexo asciende a 73.000.
Conducir un vehículo de hidrógeno es tan seguro como hacerlo con cualquier otro automóvil. De hecho, cuentan con los mismos sistemas de seguridad. Además, aunque el hidrógeno es un compuesto enormemente inflamable a alta presión, no es tóxico. Una fuga generaría una llama vertical que se extinguiría rápidamente.
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