Usar las redes sociales se ha convertido en algo tan habitual como cepillarte los dientes. La mayoría pasamos dos horas todos los días navegando por este tipo de plataformas, y si tu profesión incluye el uso de estas, a menudo ese tiempo aumenta considerablemente. Y, conforme crece el uso de los teléfonos inteligentes, también lo hace el acceso a los «me gusta» de Facebook, Twitter, Instagram y SnapChat. Pero, ¿en qué punto se convierte en una adicción?
Una adicción se define como el hecho de no tener control a la hora de hacer, tomar o usar algo, hasta el punto en el que puede ser perjudicial para tu persona. Esto implica que una adicción puede estar relacionada con alcohol, drogas, nicotina o redes sociales de igual manera.
Casi la mitad de la población mundial utiliza las redes sociales. Eso supone la enorme cantidad de 3000 millones de personas. Sin embargo, la forma de uso, la finalidad y cómo afecta a sus vidas varía enormemente en función de las distintas sociedades que las emplean.
En España, el 85 % de los internautas de 16 a 65 años utiliza las redes sociales, lo que representa más de 25 millones de usuarios en el país. El informe del Estudio Anual de Redes Sociales indica que, de media, los usuarios utilizan 3,7 redes sociales, y que estos conocen hasta más de seis diferentes. Dicho estudio también aborda el tiempo de uso, de la cual WhatsApp es la líder con un tiempo medio de uso de una hora y 47 minutos diarios, seguido de Facebook, YouTube e Instagram.
El primer paso para buscar ayuda con cualquier adicción es saber reconocerla. Estos son algunos de los signos comunes de adicción a las redes sociales para que puedas reconocerlos:
Una vez identificas la adicción a las redes sociales, es importante tener en cuenta el impacto perjudicial que tiene en tu vida, ya que esto te dará el empujón de motivación que necesitas para comenzar a realizar cambios en tu conducta. Este impacto puede incluir:
La buena noticias es que hay mucha ayuda y consejos disponibles para combatir la adicción a las redes sociales, desde el apoyo de profesionales hasta herramientas que puedes utilizar por tu cuenta. Si se necesita una ayuda de profesionales, existen clínicas y hospitales en todo el mundo que están comenzando a ofrecer programas especializados para tratar esta adicción.
En casa, hay muchas aplicaciones que puedes usar para cambiar tus hábitos. Por ejemplo, hay aplicaciones que bloquean el uso de las redes sociales y otras distracciones digitales que pueden llevarte con facilidad a abrir las redes sociales. Échale un vistazo a Offtime y Flipd. Si gestionas las redes sociales de tu trabajo o tu negocio, controla el tiempo que ya has pasado en ellas e imponte reglas para su uso en casa, como no emplear redes sociales a partir de una hora en concreto.
La meditación y el mindfulness también pueden serte de gran utilidad, ya que te ayudan a concentrarte. La próxima vez que vayas a usar las redes sociales, ¿por qué no empleas ese tiempo para meditar en silencio? Échale un vistazo a Headspace, Calm y Mindfulness para comenzar.
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