¡España ya tiene más perros que niños! Como lo oyes… Nuestros amigos peludos se han convertido en unos verdaderos compañeros de vida. Mientras que la población infantil hasta los 14 años asciende a 6,2 millones, nuestro país registra hasta 7 millones de canes. Algunas familias incluso tienen que lidiar con la educación de sus hijos, y a la vez aprender a cómo educar a un perro.
Sin duda, tener un perro en casa es toda una aventura: acabarás por quererle como uno más de la familia, te aportará cariño y compañía siempre que la necesites, y descubrirás tu lado más empático y protector. Eso sí, ¡también deberás armarte de paciencia y constancia cuando se trata de educar a tu perro!
Si estás leyendo este artículo es porque estás a punto de incluir un nuevo miembro a tu familia o, estando ya entre vosotros, ¡es mucho más travieso de lo que imaginabas! Sea como fuere, te surgirán algunas dudas… ¿Cómo educar a tu perro correctamente? ¿Se recomiendan los collares de adiestramiento de perros? ¿Cuál es el método más eficaz para entrenar con tu perro rápidamente? ¡Te desvelamos todos los trucos!
Importancia de educar a tu perro
Educar a tu perro es una de las mejores decisiones que puedes tomar tomar. Por una parte, favorecerá la buena convivencia en casa. Como cualquier persona, los perros también tienen su propia personalidad, y no siempre reaccionan como deseas.
Especialmente cuando son cachorros, sus eternas ganas de jugar, tender a morder las esquinas de los muebles cuando les salen los dientes o ladrar para llamar tu atención está dentro de los esperable. ¡Es normal! Ahora, poder acotar algunos comportamientos y poner límites facilitará vuestro día a día.
Además, hacerle partícipe de ciertas normas y poder llamar tu atención cuando lo requieras evitará que se exponga a situaciones de riesgo. Conseguir educar a tu perro le mantendrá alejado de una carretera y evitarás que se haga daño si juega bruscamente con otros perros sin correa en un parque.
¡Por no hablar de la conexión entre vosotros! Educar a tu perro creará un vínculo emocional e indestructible entre los dos. Conseguirás conocerlo mejor, empatizar con sus errores y sus aciertos, ¡y vivirás momentos que recordarás siempre!
Muchos educadores caninos recomiendan contar siempre con un seguro de responsabilidad civil para proteger a las propias mascotas y sus decisiones. Recuerda que como dueño de tu perro, eres el máximo responsable de sus comportamientos. Nuestros seguros multirriesgo del hogar ofrecen unas coberturas de responsabilidad civil para mascotas ideales.
Diferencias entre educar o adiestrar a tu perro
Es habitual escuchar ambos términos pero, ¿sabes en qué se diferencian? Adiestrar a tu perro y educarlo tiene matices que cambian tanto el objetivo como la forma de trabajarlo junto a tu compañero peludo. ¡Te las contamos!
Educar a un perro implica trabajar su aprendizaje desde que es cachorro para que aprenda a comportarse correctamente y adaptarse a situaciones del día a día. Es decir, conseguir que entienda que debe estar tranquilo cuando pasea por la calle o te acompaña a hacer recados, al igual que entienda en qué momento puede desfogarse y jugar con sus amiguitos en el parque.
Por su parte, adiestrar a tu perro conlleva conseguir que realice una acción determinada. Ya sea a través de una orden, un silbido o gesto corporal, buscas que ejecute un comportamiento.
Es frecuente confundir ambos conceptos. Aun así, cuando hablamos de entrenar a tu perro, normalmente suele ser una combinación entre un trabajo de educación junto con algunas acciones de adiestramiento muy concretas que pueden veniros muy bien en muchas ocasiones.
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¿Cómo entrenar con tu perro? Consejos
Entrenar a tu perro no es fácil. Esta es una regla básica que no debes olvidar. ¿La parte positiva? ¡Sí puede ser divertido y muy reconfortante educar a tu amigo de cuatro patas! El proceso de entrenamiento es siempre progresivo. Cuanto más mejora tu perro, más rápido aprenderá los próximos pasos y más fluidas serán las sesiones.
¡Sigue estos consejos sobre cómo entrenar a tu perro y consigue educar a tu can rápido y fácil!
1.Establece una rutina de entrenamiento para perros
Nuestros amigos de cuatro patas son animales de costumbres. Es recomendable planificar una rutina de entrenamiento para perros. Lo ideal es optar por sesiones de entre 15 y 20 minutos de duración, ¡y no más! De lo contrario, acabará por aburrirse o cansarse, por lo que perderá tu atención y conseguirás un efecto contrario.
Además, debes replicar esta sesión siempre a la misma hora y todos (o casi todos) los días. Si acostumbras a sacarle a pasear por la mañana temprano, ¡aprovecha ese paseo para recordar las órdenes básicas a tu perro!
2.Implica a toda la familia para educar a tu perro
Un error común en muchas familias con amigos peludos es hacer recaer la responsabilidad de que les entrene una sola persona. El compromiso con la perro debe ser conjunto. De lo contrario, nunca lograréis obtener resultados positivos. Evita hacer excepciones o reducir las expectativas según el miembro de la familia que interactúe con él.
Si una de las reglas básicas a la hora de educar a tu perro es darle de comer siempre a las 2 de la tarde, todo el mundo debe cumplir ese horario para ayudarle a progresar. De la misma forma, es esencial encontrar un acuerdo común a la hora de recompensarle con algún premio especial.
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3.Trabaja el refuerzo positivo
El vínculo entre tú y tu can es vital a la hora de depositar su confianza en ti. Trabaja siempre ese compromiso a través del refuerzo positivo. Esto significa que siempre hay que premiar los comportamientos adecuados, y nunca castigar los incorrectos.
Esto no quiere decir que tu perro acabe dependiendo de una chuchería o un premio especial para que te obedezca. Siempre puedes emplear su propia comida o incluso caricias más efusivas como recompensa. También suele ser muy efectivo el juego interactivo como refuerzo positivo. Interactuar con él a través de un juguete puede ser su recompensa.
4.Define objetivos de acuerdo a sus capacidades
No esperes que tu cachorrito reacciones a todas tus indicaciones a la primera. De hecho, es probable que ni siquiera lo haga a la segunda ni tercera. El proceso de aprendizaje cuando se trata de educar tu perro conlleva unas fases de interiorización. Define unas metas de acuerdo a las capacidades de tu amigo.
5.Simplifica las reglas
Las más efectivas son aquellas normas simples y de rápida ejecución. Educar a tu perro no puede implicar que te traiga el periódico, vaya a comprar el pan o te ayude a llevar las bolsas de la compra.
Deben tratarse de normas para el bienestar real como captar su atención si se encuentra en peligro, esperar quieto a recibir la comida o dejarse poner el arnés o collar para sacarle a pasear. Otro error común es hacerle comprender que no debe coger la comida de la mesa. ¡Redefine la regla por algo más simple y positivo! No darle nunca comida de tu plato, por ejemplo.
6.Observa su comportamiento fuera de las sesiones de entrenamiento
Aunque pocas personas reparan en ello, parte de la educación del perro pasa por observar su comportamiento y movimientos fuera de las sesiones. Conseguirás entenderle mejor, y así identificar qué tipo de reacción tiene en cada momento.
¿Tiende a intentar morderse la colita? ¿Cada vez que ve a unos niños se asusta? Estos pequeños detalles te ayudarán a poder dar forma a su educación para que resulte más efectivo.
7.Practica órdenes de movimiento
Las órdenes de movimiento cuando vayas a educar a tu perro son aquellas que implican una acción a través de su propio cuerpo. “Ven”, “quieto”, “sienta” o “busca” son las más comunes. Pero, ¿por qué debes practicar estos ejercicios?
Los perros solo son capaces de interiorizar unas pocas palabras de nuestro lenguaje. Les resulta más sencillo aprender los términos cortos, simples y contundentes. Además, aquellas órdenes que implican una reacción en su postura corporal siempre tienen un aprendizaje más rápido, pues calan mejor en su comportamiento.
8.¡Ten paciencia y disfruta!
No olvides el objetivo por el que buscas entrenar con tu perro: mejorar vuestro bienestar y seguridad. Realizar las sesiones a través de la tranquilidad y confianza te permitirán conseguir mejores resultados. Para ello, hazlo siempre con paciencia y prémialo con refuerzos positivos.
Entrenar a tu perro es una aventura con la que disfrutar. Saca alguna foto de los entrenamientos, graba vídeos de sus progresos, ¡y llénate de orgullo cada vez que aprenda algo nuevo! Si tú disfrutas, tu perro también lo hará contigo.
Gestos que NO debes hacer para educar a tu perro
Ahora que hemos repasado cómo educar a tu perro, conviene también tener en cuenta aquello que NO debes hacer.
- Nunca grites, regañes o pegues a tu perro. Está demostrado que el castigo físico o psicológico no tiene un impacto positivo a medio ni largo plazo en el comportamiento de tu mascota. En cambio puede perjudicar vuestra relación y empeorar su conducta.
- No emplees collares de ahogo, tortura o collares de adiestramiento de perros con descarga eléctrica. Tampoco son efectivos. Y lo más importante aún: infligen un daño en tu perro innecesario. Opta por refuerzos positivos a través de recompensas.
- Evita emplear distintos motes a la hora de apelarle. Incluso si son nombres cariñosos, esto podría generarle cierta confusión. Llámale siempre por su nombre.
- No sintetices la orden en una frase. Emplea términos cortos y simples que simbolicen acciones.
- Recurre a la ayuda de un profesional educador canino o etólogo si tu perro tiene problemas de conducta.
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