Escribir un testamento puede ser algo desalentador por muchas razones. ¿Por dónde empezar? Déjanos que te mostremos cómo redactar un testamento.
Hay tres etapas principales a la hora de escribir un testamento. Y solo tendrás que pasar por ellas una vez. Cuando lo hagas, tendrás un testamento que podrás cambiar cada vez que cambien tus circunstancias.
Aquí debe incluirse todo lo que se pueda contar, ya sea dinero o bienes materiales. Puedes usar términos generales como «muebles» o «coche», pero nombra los artículos de manera individual si tienes planes específicos para cada uno de ellos.
Legalmente, puedes hacer lo que quieras con casi todas tus posesiones, excepto con la llamada parte «legítima» para los herederos «forzosos». Según el Código Civil (Arts. 806–808) los herederos forzosos son aquellos a los que la ley reconoce el derecho a heredar, al menos, una determinada porción del patrimonio, la llamada legítima. Estas personas serán, en este orden, las siguientes:
Introducimos aquí otro concepto: el «Testamento Vital o Voluntades Anticipadas«. Se trata de un documento en el que se deja constancia de sus indicaciones en lo que a tratamientos médicos se refiere, en caso de accidente o enfermedad, si en estos supuestos no pudiera expresarse por sí misma. Se incluyen aquí por ejemplo si se desea donar sus órganos o la persona autorizada para tomar decisiones si procede.
Si quieres que los recuerdos familiares sigan en la familia, darle a alguien una ayuda financiera o dejarle una colección de libros a alguien que la disfrutaría, puedes elegir beneficiarios concretos para bienes o cantidades de dinero específicas. Pueden incluso ser condicionales, por ejemplo: quieres que tu hijo reciba cierta cantidad de dinero, pero solo si termina la carrera.
Todo lo que no hayas legado específicamente, se dividirá en los porcentajes que elijas. Por ejemplo, el 50% para cada uno de tus dos hijos, o el 30% para cada uno de los tres y el 10% para una organización benéfica concreta.
Esto básicamente significa decidir una segunda persona para recibir ciertas cosas si el beneficiario inicial fallece antes que tú. Esto es importante por si se te olvida o no puedes cambiar el testamento en cualquier momento.
Si tienes hijos menores de 18 años y falleces antes de que alcancen la mayoría de edad, tendrás que designar un tutor legal.
Y una segunda persona por si la primera no estuviera disponible. Esta persona será responsable de asegurarse de que se cumplen tus instrucciones. Así que, elige a alguien que sea de confianza y bien organizado.
Si tienes alguna preferencia específica para el funeral, también puedes indicarselo a tu albacea. Ten en cuenta que el testamento normalmente se abre después del funeral, por lo que estas preferencias mejor que estén en un documento separado del testamento.
Tienes tres opciones a tu disposición:
Es la opción más cara, pero también la más sencilla. Y si tienes un patrimonio especialmente complicado que necesite un testamento más elaborado, puede que la inversión merezca la pena.
Requiere un poco más de esfuerzo pero, al igual que la opción de contratar un abogado, es genial para patrimonios simples. Además de ahorrar dinero podrás asegurarte de que tu testamento está escrito conforme a los requisitos legales de tu país.
Esta opción gratuita es solo para los más valientes o aquellos con patrimonios muy simples. Si eliges esta opción, tendrás la responsabilidad de hacer que el testamento sea legalmente vinculante, por lo que tendrás que investigar y dedicarle tiempo para hacerlo correctamente.
Es muy importante que el testamento quede validado por un notario, ya que su intervención garantiza que se cumplen los requisitos legales y que el contenido del testamento se ajusta a Derecho.
Si no pueden encontrar tu testamento cuando fallezcas, no se podrá ejecutar. Por lo que, guárdalo a buen recaudo, quizás en una caja fuerte, una caja de seguridad del banco o dáselo a tu abogado, y asegúrate de que tu albacea sepa dónde encontrarlo.
Este testamento será de repuesto, en caso de que el original se pierda.
Si has llegado hasta aquí, ¡oficialmente has escrito un testamento! Ahora solo tienes que disfrutar de la vida y dejar que un socio de confianza como GENERALI se asegure de cuidar de tus seres queridos cuando ya no estés.
El seguro de vida puede ayudarte a disfrutar del momento con la tranquilidad de que las personas más cercanas a ti serán atendidas cuando no estés. Explora nuestros seguros de vida para averiguar qué opción te conviene más.
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