Si alguna vez has puesto alguna película dramática de médicos, seguro que te acuerdas de ver a los cirujanos escuchando música mientras operan. Este es el secreto: la música puede ser genial para concentrarte y focalizarte en lo que haces. No solo te puede motivar y animar, sino que también puede ayudarte a evitar las distracciones. La clave para usar música para concentrarte es elegir el género adecuado en función de la tarea que hagas. ¿Quieres saber cómo?
Los diferentes ritmos musicales se acoplan a tareas diferentes, por lo que, cuando elijas la música, tendrás que tener en cuenta la concentración necesaria para completar dicha tarea. Por ejemplo, para escribir una redacción necesitas prestar mucha atención, mientras que revisar y eliminar correos electrónicos es algo más o menos rutinario, de manera que la música que elijas podría reflejar estas necesidades.
Así, para tareas relacionadas con la lengua, como leer o escribir, evita escuchar músicas ruidosas o enfadadas, además de canciones con letra, ya que la letra te puede distraer y hará que seas menos eficiente. Para tareas repetitivas, las canciones con letra pueden ser geniales. En cambio, para tareas tediosas, es mejor las canciones que te encantan, así que dale volumen para motivarte. Las canciones rápidas, con un ritmo marcado, son magníficas para hacer deporte, mientras que los sonidos de la naturaleza te pueden ayudar a despejarte y centrarte.
Esta es la mejor música para concentrarse. De hecho, un estudio ha demostrado que los estudiantes que escucharon música
clásica durante una clase rindieron mucho mejor que aquellos que no lo hicieron. Hay muchas razones por las que puede darse esto. Por ejemplo, te ayuda a relajarte, reduce los niveles de estrés y mejora los patrones de sueño. Aquí tienes una lista de reproducción estupenda con la que empezar.
Hay estudios que sugieren que los sonidos relajantes de la naturaleza pueden mejorar la concentración en el trabajo al despertar positividad. La mejor música para concentrarse son sonidos relajantes como el fluir del agua, el piar de los pájaros o suaves sonidos de animales. Escucha esta lista de reproducción.
La música enérgica con un ritmo marcado es ideal para hacer ejercicio, sin importar si corres por el parque o levantas pesas en el gimnasio. Este tipo de música animada potencia el rendimiento físico al hacerte sentir fuerte y motivado mientras te aporta un ritmo marcado que puedes usar para contabilizar las repeticiones. Aquí tienes varias listas de reproducción que te despertarán las ganas de hacer deporte.
La ciencia ha demostrado que escuchar música activa la liberación de dopamina, que alimenta la felicidad, al mismo tiempo que reduce el cortisol, responsable del estrés y la ansiedad. Además, normalmente los problemas se solucionan mejor cuando uno está feliz. Esto implica que a veces no hay mejor música para concentrarte que esa que más te gusta.
Un interesante campo de investigación sobre música para concentrarse es el de los ritmos binaurales. Se trata de una ilusión auditiva, parecida a la ilusión óptica, que tiene lugar cuando el oído izquierdo recibe un tono ligeramente diferente del que recibe el oído derecho, y percibe un ritmo que en realidad no existe. Aunque el efecto real depende del oyente, el estudio sugiere que puede mejorar el estado de ánimo, la concentración y la memoria, además de reducir la ansiedad. Pruébalo con esta lista de reproducción.
No necesitas que la ciencia te diga que la música puede curar el alma y la mente. Para aprovecharla al máximo, puedes elegir canciones determinadas para tus tareas. Cuando las combines a la perfección, la música será tu mejor aliada, ya que te ayudará a concentrarte y a despejar la mente para la tarea que tienes delante.
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