¿Sabías que hay un 79% más de probabilidades de sufrir un accidente de tráfico a finales de enero que en cualquier otra época del año?
El invierno puede ser una estación peligrosa para los conductores, ya que las condiciones climáticas adversas dificultan mucho la conducción por carretera. Pero, con un poco de planificación y una conducta sensata, puedes evitar los peligros al volante en invierno. Aquí tienes algunas precauciones básicas para asegurarte de llegar de A a B sano y salvo.
Antes que nada, pregúntate: ¿tienes que conducir? Intenta evitar las carreteras peligrosas a menos que viajar sea absolutamente necesario. Si no te queda más remedio que salir, y solo puedes llegar a tu destino tomando carreteras secundarias, conduce solo por aquellas que hayan sido tratadas con gravilla y estén limpias de hielo y nieve.
Conduce lento; si tienes dudas, reduce diez kilómetros por hora a tu velocidad habitual. Sal temprano y ve con tiempo suficiente, manteniendo siempre una buena distancia entre tu vehículo y el de delante (al menos cuatro segundos entre su maletero y tu parachoques). Si notas que un coche va muy pegado, apártate y deja que pasen delante.
Asegúrate de que tu vehículo está listo para el viaje y ha pasado todas las revisiones de seguridad. Antes de salir, comprueba que el depósito del limpiaparabrisas esté lleno del líquido adecuado para temperaturas frías, y limpia la nieve, el hielo o el rocío de todas las ventanas (no solo del parabrisas delantero). Asegúrate de tener el depósito lleno y reserva de combustible en el coche (así como una rueda de repuesto).
Si hay previsión de nevadas en tu ruta, asegúrate de llevar un kit adecuado de cadenas para tu coche. En este video Jesús Calleja nos da algunos consejos para poner cadenas en caso de nevada.
También puede ser una buena idea llevar un kit de supervivencia en el coche, por si acaso. En él puedes meter ropa de invierno cálida, un chaleco reflectante, un termo de té o café caliente, una linterna, una pala y un teléfono móvil totalmente cargado por si te quedas atrapado. Y no te olvides del seguro de asistencia, que podría ser un salvavidas si tu coche te deja tirado.
Por último, te dejamos unos pasos clave que puedes seguir para conducir con seguridad, aun en las peores condiciones climáticas. Enciende los faros cuando no haya buena visibilidad y date margen suficiente para parar, ya que se puede tardar hasta diez veces más en frenar si la carretera está resbaladiza. Incluso puedes cambiar de carril para disponer de más espacio. Asimismo, las marchas pueden ser tu mejor aliado cuando hay mal tiempo, pero solo cuando se usan con cabeza. Las marchas bajas te ayudarán a mantener la tracción en las subidas y limitar la velocidad en las bajadas para que no tengas que frenar tanto.
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