Solo las personas fumadoras saben lo realmente difícil que resulta dejar de fumar. De ahí que se hayan desarrollado toda clase de técnicas para conseguirlo. Sin embargo, las consecuencias de dejar de fumar de golpe también pueden convertirse en todo un desafío. Mayor irritabilidad, un incremento de ansiedad o un fuerte síndrome de abstinencia.
Si estás tratando de dejarlo, te lo habrás preguntado más de una vez: ¿Es mejor hacerlo progresivamente o dejar de fumar de golpe? ¡Te sacamos de dudas!
Echa un vistazo a esta guía útil para dejar de fumar de una vez por todas.
La respuesta a esta pregunta es clara y contundente: no. Dejar de fumar de golpe no es malo en sí mismo. De hecho, es una de las mejores decisiones que puedes tomar para cuidar tu salud.
Un estudio afirmó que dejar de fumar de golpe aumenta hasta un 25% las probabilidades de que lo consigas. Pero, para ello, has de estar concienciado. De nada servirá que lo intentes si en tu interior sabes que no quieres hacerlo del todo.
Más que abandonar el hábito en sí, los fumadores temen las consecuencias de hacerlo. Para muchos de ellos la adicción al tabaco es tan fuerte que se les plantean serios problemas para dejarlo, apareciendo señales del síndrome de abstinencia a la nicotina.
El síndrome de abstinencia es el conjunto de reacciones físicas y psíquicas que surgen cuando una persona deja de consumir una sustancia bruscamente a la cual estaba habituada. Normalmente, el síndrome de abstinencia aparece con personas adictas a las drogas, incluido el alcohol o el tabaco.
Dejar de fumar es un cambio radical. Y, cuando se hace de un día para otro, el impacto psicológico y físico puede ser fuerte. Estas son las consecuencias de dejar de fumar de golpe.
Aumenta el estrés.
Son habituales los fuertes cambios de humor. Esto se debe a que se produce una desregulación del sistema endocrino y del sistema nervioso funcional.
Irritabilidad.
Aquellas personas que tienen una abstinencia a la nicotina muy fuerte al tabaco pueden incluso llegar a padecer trastornos como depresión o ansiedad.
Es común sufrir ciertas dificultades para concentrarte, pérdidas puntuales de memoria o incluso mareos.
Ciertas personas sufren estreñimiento como parte de las consecuencias de dejar de fumar de golpe.
Tos persistente.
Los trastornos del sueño son otro de los efectos que tiene dejar de fumar de golpe. ¿Tienes dificultades para conciliar el sueño? Aquí van 6 consejos para ayudarte a dormir más y mejor
¡La pesadilla de muchos! Aumentar de peso es algo que pueden sufrir algunas personas. Esto sucede porque la nicotina desencadena una liberación de glucosa en los músculos y el hígado que altera la respuesta a la insulina. Cuando ocurre, sentimos la necesidad de consumir más carbohidratos y dulces, lo que provoca que engordemos.
✅ ¡Recuerda! A pesar de todas estas consecuencias de dejar de fumar de golpe, cada una de las personas que las han superado con éxito sostienen que merece la pena. Contar con ayuda profesional es esencial.
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Dejar de fumar de golpe se puede hacer de muchas formas. ¡Y existen formas que aumentan las probabilidades de conseguirlo! Ya sean métodos avalados por la ciencia o no, la realidad es que a muchas personas les sirven.
Los parches de nicotina son una alternativa muy extendida. Se trata de una pequeña lámina adhesiva que se coloca en la piel, normalmente en el pecho o en los brazos. Liberan nicotina que acaba en el organismo para contrarrestar la que se obtiene a través del tabaco.
Los parches para dejar de fumar cuentan con diferentes concentraciones de nicotina. Normalmente los fumadores comenzarán con unas dosis más altas y, con el tiempo, podrán ir reduciéndose.
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¿Los conocías? Aunque no te suenen, sus resultados son mucho más eficaces de lo que creerías. Los cigarrillos para dejar de fumar de farmacia no son más que un instrumento de plástico con la forma de un cigarrillo. Además, posee un sabor mentolado que reduce las ganas de fumar.
Los puedes encontrar en cualquier farmacia por menos de 4 euros. Su uso es sencillo: siempre que tengas ganas de fumar solo tendrás que metértelo en la boca y simular que fuese un cigarrillo. El objetivo es retrasar ese cigarrillo que deseas fumar o incluso eliminarlo de tu rutina.
Otra alternativa para dejar de fumar de golpe son los chicles. Incluso puedes combinar este método con los parches para un mejor resultado. Los chicles para dejar de fumar también contienen nicotina que contribuye a combatir las ganas de fumar.
Como ocurre con los parches, los chicles también cuentan con diferente concentración. Eso sí, ¡su consumo es distinto al de un chicle convencional! Mastícalo lentamente hasta que sientas un hormigueo en la boca. Luego coloca esta gomita en el interior de la mejilla durante unos minutos hasta que la nicotina se absorba.
Las terapias convencionales no siempre son igual de efectivas para todos los fumadores. Por ello algunos prueban la acupuntura para dejar de fumar. Algunos estudios afirman que la acupuntura permite equilibrar la secreción de dopamina y serotonina, ambos responsables del control del estrés.
No existe un consenso científico sobre la eficacia de estos métodos. Los profesionales de la acupuntura apuntan a que cuentan con una tasa de éxito de hasta el 80%.
Mucho menos convencional que los anteriores… La hipnosis para dejar de fumar suele ser la última alternativa de muchos fumadores desesperados. Esta terapia consiste en trabajar la mente con el objetivo de que la persona acabe rechazando el tabaco.
El método de hipótesis para dejar de fumar trata de resaltar los aspectos negativos del tabaco buscando conseguir una aversión real. Ya sea por el propio olor, el sabor o las consecuencias físicas que deja. El objetivo es evidenciar las consecuencias perjudiciales hasta tal punto que el fumador acabe por dejar de fumar de golpe.
¿Te has decidido? Presta atención a estos trucos para dejar de fumar de una vez por todas.
Los peores días cuando dejas de fumar son los primeros 5. Será cuando más ganas tengas abstinencia sufrirás. Sin embargo, no hay un día malo para dejar de fumar: cuanto antes tomes la decisión, mejor.
El síndrome de abstinencia al tabaco suele durar entre 2 y 3 semanas en desaparecer por completo. Aun así, hay fumadores cuyo mono al tabaco les dura hasta varios meses.
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