¿Te gustaría conducir el Batmóvil? Pues ya están aquí los dispositivos integrados que te ayudarán a sacarle el máximo partido a tu coche, y no tienes que ser tan rico como Bruce Wayne (identidad de Batman cuando no ejerce como súper-héroe) para tenerlos.
Esta tecnología de vanguardia utiliza sensores de infrarrojos con los que podremos detectar por la noche si hay personas en la carretera, como ciclistas vestidos de negro o algún peatón. El sensor te avisará con una señal de advertencia o incluso puede hacer que los frenos se activen automáticamente.
La información útil cuando estamos conduciendo, como la gasolinera más cercana, se mostrará ahora en los extremos del parabrisas, de manera que no tengas que apartar la vista de la carretera para consultar el navegador u otro dispositivo. Hemos usado los navegadores vía satélite para orientarnos y encontrar puntos de referencia; ahora podrán también mostrar imágenes en tiempo real de la posición de tu coche en una vía.
El seguimiento ocular (eye tracking) es otra nueva tecnología. Controla los ojos del conductor y avisa si muestran signos de cansancio o de falta de atención. Además, la tecnología aprende tus patrones de conducción habituales y te advierte mediante una “alerta de sueño” si estos empiezan a cambiar a causa del cansancio.
Pero no todas estas funcionalidades están plenamente probadas. En un estudio realizado en vehículos que usan sistemas de control inteligente de velocidad, se demostró que adelantar es potencialmente menos seguro, ya que los conductores se veían obligados a iniciar y finalizar el adelantamiento de una manera más brusca. Aunque los investigadores confirmaron que el piloto automático ayuda a evitar pegarse al coche de delante.
El Internet de las cosas no deja de crecer. Esta tecnología permite que los vehículos se comuniquen entre sí de manera inalámbrica para evitar colisiones y advierte a los conductores de posibles congestiones en la ruta. Esto, claro está, solo funciona si la mayoría de los coches son inteligentes, pero esta nueva generación de sistemas avanzados para vehículos está cada vez más extendida y se calcula que en 2020 uno de cada cinco vehículos estará “conectado”.
Muchos están convencidos de que los coches sin conductor son una realidad mucho más cercana de lo que parece.
Google está perfeccionando su coche autónomo Waymo, “siempre alerta y nunca distraído”. Por otro lado, el “coche inteligente sin muertes” de Volvo, cuyo lanzamiento está programado para 2020, promete utilizar la tecnología inteligente para evitar las colisiones. Algunos fabricantes están desarrollando modelos de vehículos que encuentran aparcamiento solos leyendo las señales para determinar dónde está permitido estacionar.
Pero esta emocionante tecnología plantea algunas preguntas interesantes: ¿quién debería considerarse el responsable legal del comportamiento de un coche autónomo? ¿Puede un piloto automático anticiparse realmente a la pura imprevisibilidad de los humanos que conducen el resto de vehículos de la carretera?
A pesar de la falta de respuestas, la opinión general es que los coches inteligentes harán más segura la conducción al eliminar el error humano.