¡Quien tiene un pueblo lo sabe! Las fiestas de pueblo son muy distintas al resto de celebraciones. Son, además, una oportunidad para que niños y adolescentes disfruten del entorno rural y hacer un grupo de amigos del pueblo. Sin embargo, conforme se hacen mayores, los hijos empiezan a querer disfrutarlas a su manera.
Como progenitores, planificar unas fiestas de pueblo con niños y adolescentes puede dar vértigo. ¿Beberán alcohol sin que lo sepa? ¿Su entorno de amigos les podría conducir a situaciones de riesgo? Porque sabemos que te preocupa, te traemos algunos consejos para disfrutarlas seguros y en familia.
Importancia de que tus hijos disfruten de las fiestas de pueblo
Para muchos niños y adolescentes, las fiestas de pueblo son una oportunidad para romper con la rutina de su día a día. Por eso vale la pena animar a que tus hijos acudan a estas celebraciones.
Estas son sus ventajas.
Conformarán una pandilla de amigos inseparables
Los “amigos del pueblo” pueden llegar a construir verdaderos vínculos de amistad. Además, con la excusa de juntarse durante las fiestas del pueblo, tus hijos tendrán oportunidad de conocer personas de distintas partes de España.
A estas edades, la socialización es vital para su desarrollo. Por lo que poder entablar relación con otros niños y adolescentes fuera de su círculo de confianza también será enriquecedor para ellos.
Convivir en entornos rurales
La mayoría de fiestas de pueblo se celebran en pequeños municipios o aldeas muy alejadas de los entornos que frecuentas tus hijos durante el año. Les permitirá descubrir una realidad rural que quizás nunca hayan visto…
Tomarse la vida con más calma, el respeto a las personas mayores o las costumbres de localidades rurales son algunos aprendizajes importantes para su vida.
¡Son perfectas para sus primeras salidas sin supervisión parental!
Es posible que tu hijo esté en esa edad en la que ya es demasiado mayor para ir acompañado a todos lados, pero todavía no lo suficiente para salir solo en casa. Las fiestas de pueblo permiten a los padres poder probar esas primeras salidas de los hijos por la noche.
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Consejos para disfrutar de las fiestas de pueblo en familia
Ahora bien, como madres y padres también conviene estar preparados para enfrentarse a determinadas situaciones donde tu interés y el de tu hijo podrían chocar. Aquí van algunos consejos para disfrutarlas con seguridad y en familia.
1. Conversa con tus hijos, sin tabúes
Hablar de cuestiones como el alcohol, determinadas sustancias, el tabaquismo o el sexo es fundamental para generar un contexto de confianza con tus hijos. Es importante trasladarles el riesgo que estos hábitos tienen para la salud mediante una conversación transparente y sin eufemismos.
✅ ¡Consejo! Algunos padres se muestran recelosos a la hora de abordar estas conversaciones por pudor o miedo a las preguntas de sus hijos. La realidad es que la honestidad con la que trates estos temas fomentará una madurez mayor con estos temas.
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2. Muéstrate como un confidente para tu hijo
El objetivo no es ser amigo de tus hijos. No obstante, el tipo de relación que construyes con ellos podría convertirte en esa persona a la que acudan cuando tengan una inquietud, preocupación o problema. El objetivo es asegurar que están siempre seguros y protegidos.
Por eso en GENERALI contamos con un Seguro de Vida pensado para garantizar el bienestar de los tuyos en caso de invalidez o fallecimiento: la educación de los hijos, hacer frente a la hipoteca si no puedes pagarla o la manutención. Cuando se trata del bienestar de los tuyos, ¡conviene contar con los mejores! Consulta con un agente para que pueda analizar tus necesidades.
3. Entresijos, patatas o algodón de azúcar… Con moderación
Mantener una dieta saludable durante las fiestas de pueblo será todo un reto si tienes hijos pequeños y adolescentes. ¡Y no está mal que, de vez en cuando, prueben esos platos más calóricos!
No es aconsejable que vetes ciertos alimentos típicos de las fiestas como las frituras, el algodón de azúcar, las bebidas gaseosas o las patatas fritas. Eso sí, recuerda que no deben abusar de ellos y ser consumos excepcionales.
4. Asegúrate de que tienen manera de llegar a casa por la noche
Si deben coger un transporte para volver a casa, recuérdales los horarios y tarifas. Si, por el contrario, es preciso que vayan caminando hasta casa, es importante que memoricen bien el camino. Lo más importante es que puedan regresar a casa de forma autónoma.
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5. Acude a la verbena en familia para disfrutar de las fiestas de pueblo
La adolescencia es también ese momento donde empieza a nacer el espíritu de autonomía y pertenencia a un grupo de amigos. Aún así, conviene mantener ciertos encuentros familiares donde podáis compartir todos juntos una noche de bailes y diversión al son de la orquesta.
Además, tendrás oportunidad de observar cómo se comporta tu hijo en ese tipo de situaciones. Incluso puedes percibir qué tipo de interacción tiene con personas de su edad o quiénes son sus amigos.
6. Guarda el contacto de los padres de sus amigos
Contar con el número de teléfono de aquellos padres que salen con tu hijo es fundamental para garantizar que estás siempre al tanto de cualquier situación que ocurra. Si un día tu hijo llega más tarde a casa de lo previsto, una rápida llamada para comprobar si sus amigos están ya en casa te resultará de gran ayuda.
7. Mantente despierto hasta que tu hijo llegue a casa
Es una manera de comprobar que tu hijo ha llegado a casa a la hora pactada y en perfectas condiciones. Además, también será una buena oportunidad para mantener una breve conversación sobre lo divertida que ha sido la noche antes de iros a dormir.
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¿Cómo pactar la hora de llegada a casa?
Es todo un clásico y, para muchas madres y padres, ¡no es nada fácil! Puede llegar a ser un punto de fricción con tu hijo y motivo de discusión. Entonces, ¿conviene pactar un horario de llegada? La respuesta es que sí, pero siempre siendo flexibles y comprensivos.
Por mucho que estén de vacaciones y disfrutando de unas fiestas de pueblo con más niños y adolescentes, es esencial limitar el horario de vuelta a casa.
En función de la edad de tus hijos y su madurez, conviene consensuar con ellos cuándo es un buen momento para volver a casa. Mantener un límite horario reforzará la idea de que puede divertirse, pero sin olvidar ciertas normas.
También puedes mostrarte flexible si un día se retrasan un poco. Más que el tiempo, en ocasiones conviene conocer el motivo por el que ha llegado tarde. Si estaba jugando a las cartas con sus amigos y la partida se ha alargado, puedes incluso restarle importancia.
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