Solicitar un préstamo hipotecario no es una decisión que se pueda tomar a la ligera. ¿Es mejor la hipoteca fija o la variable? La contratación de un producto como este te vinculará con la entidad financiera durante muchos años. Y, a pesar de la importancia de esta decisión, muchas personas no tienen en cuenta las diferencias entre la hipoteca variable o fija.
¿En cuál se pagan menos intereses? ¿Cuál es recomendable para ti según tu estilo de vida? ¿Se puede cambiar una hipoteca variable a fija? Son muchas las dudas que te pueden surgir, ¡y es normal!
Te contamos todos los detalles con esta GUÍA para que firmes tu hipoteca con toda la información.
Una hipoteca fija o hipoteca de tipo fijo es aquella modalidad en la que el interés se mantiene fijo durante los años en los que estarás pagándola. Esto significa que tus cuotas serán siempre las mismas. No estarás expuesto a las oscilaciones de los tipos de interés del mercado.
Antes de tomar una decisión de contratación, ten en cuenta estas ventajas de las hipotecas fijas:
Las hipotecas fijas también presentan algunos inconvenientes que debes tener en cuenta:
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La hipoteca variable o de tipo variable es aquella cuyo importe de la cuota depende de las variaciones del índice de referencia. Es decir, que la cuota varía cada mes. Por regla general, la mayoría de las hipotecas variables que se firman en España suelen estar sujetas al Euribor.
Estas son las ventajas de contratar una hipoteca a tipo variable.
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Estas son las desventajas de las hipotecas variables:
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La principal diferencia entre una hipoteca a tipo fijo o variable es el interés. Como hemos comentado, en la primera este se mantendrá los años que estés pagando el préstamo.
En las de tipo variable, el tipo oscilará todos los meses. Por lo tanto, la cuota siempre será distinta.
Por otro lado, el plazo de amortización (es decir, el tiempo para pagar la hipoteca) también suele ser diferente. Las hipotecas fijas suelen tener un periodo más corto, mientras que en las variables el banco ofrece un plazo de devolución mayor.
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La respuesta a si es mejor una hipoteca fija o variable es compleja. En primer lugar, porque el difícil pronosticar cómo evolucionarán los tipos de interés pasados los años. Lo que es evidente es que una hipoteca a tipo variable conlleva más riesgos. Por ello, si eres un perfil de consumidor conservador, una hipoteca a tipo fijo te ofrecerá más estabilidad financiera.
Aun así, vamos a intentar extraer más conclusiones. ¿Merece la pena cambiar hipoteca variable a fija? Los propios economistas y expertos en productos financieros no suelen tener una opinión homogénea. Por ello, revisar la evolución histórica de los tipos de interés podría aportar algunas claves.
Desde la creación del Euríbor en el año 1999, se han producido tres grandes periodos de subidas:
Ahora bien, las bajadas del índice también pueden ser aprovechadas por los clientes con hipotecas a tipo variable para pagar menos intereses.
¿Es mejor hipoteca fija o variable? La impredecibilidad en el interés de una hipoteca variable te obligará a contar siempre con un fondo de emergencia para poder afrontar posibles subidas. Por este motivo, solo es recomendable asumir el riesgo de un tipo variable si tienes la seguridad de contar con ciertos ahorros.
Si, por el contrario, prefieres reducir el riesgo y vivir con la tranquilidad de pagar lo mismo todos los meses, la hipoteca fija está hecha para ti. Además, es una forma de evitar imprevistos que puedan comprometer tu estabilidad financiera.
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El cambio de una hipoteca variable a fija es posible. Puedes hacerlo mediante una novación hipotecaria puedes modificar las cláusulas de tu hipoteca con un actual entidad bancaria, aunque el interés, el capital, el plazo de amortización o las bonificaciones podrían verse afectadas. También puedes cambiar tu hipoteca a otro banco que te ofrezca mejores condiciones a través de la llamada subrogación hipotecaria.
Cambiar una hipoteca variable a fija siempre conlleva unos gastos asociados. Si decides realizar una novación, suele aplicarse una comisión entre el 0% y el 1% del crédito hipotecario que tengas pendiente por pagar. En el caso de la subrogación, dependerá del acuerdo que llegue con la otra entidad bancaria, aunque en ocasiones se aplican comisiones.
Para algunas personas, cambiar su hipoteca variable a fija merece la pena a pesar de las comisiones o penalizaciones que esto conlleve, puesto que su cuota mensual variable se ha disparado con la última subida de los tipos de interés.
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