Quien haya dicho que una profesión debe durar toda la vida es que ha elegido una increíble. Para muchos de nosotros, la profesión que considerábamos ideal a los 20 años no tiene por qué ser la misma a los 40. Pero ¿cómo se cambia de profesión cuando ya estás tan acostumbrado a un sector?
Un trabajo es un conjunto de tareas. Y la buena noticia es que muchas de esas tareas que realizas y de las habilidades que has aprendido se necesitan en trabajos completamente diferentes. Así que lo primero es averiguar qué sabes hacer y dónde podría suponer eso un valor añadido. Si incluyes las cosas que has aprendido a lo largo de tu experiencia, como el liderazgo y la habilidad de hablar en público, convertirás tu edad en una ventaja.
Por suerte, hoy puedes hacer de todo a través de Internet, desde cursos de programación hasta carreras universitarias. Por eso, si hay alguna habilidad que te falte para conseguir el trabajo de tus sueños, puedes adquirirla de forma relativamente fácil; solo se necesita tiempo y dinero. Y no tiene por qué ser un aprendizaje formal. Por ejemplo, si te arrepientes de no haber elegido una carrera en la que tuvieras que usar el ordenador, suscribirte a blogs de tecnología te ayudará a ponerte al día.
Ir a un asesor laboral es una buena forma de averiguar qué tipo de trabajo encaja contigo y cuál puedes conseguir ahora mismo siendo realistas. Además, también hará el trabajo pesado de buscar en ofertas de trabajo y mandar solicitudes y te mostrará trabajos que puedan resultarte interesantes.
Por ejemplo, una nueva profesión puede suponer un cambio de lugar y, casi con seguridad, un menor sueldo, al menos al principio. Y si tienes familia, tendrás que pensar cómo les afecta a ellos también. Después, piensa un plan. ¿Tener un presupuesto podría ayudar a vivir bien con menos? ¿Estarías dispuesto a tardar más en llegar al trabajo en lugar de mudarte a una casa más grande? Considera todas las posibilidades antes de tomar una decisión precipitada.
La mayoría de empleadores se dan de alta en esta plataforma, y puedes encontrar una gran cantidad de foros del sector que te ayudarán a formar una red de contactos. Y hablando de eso: lo bueno de ser mayor es que probablemente ya tengas una red de contactos que puedes aprovechar. Eso es increíblemente útil para hacerte autónomo o para consultarles.
Hagas lo que hagas, no abandones solo por el miedo al cambio.
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