La llegada del invierno es una época ansiada por los más calurosos, pero para tu coche no lo es tanto… De hecho, ¡el invierno es uno de los peores enemigos para cualquier vehículo! Por ese motivo es fundamental proteger tu coche del frío.
Pocas personas lo saben, pero el frío es lo que más daña la mecánica de un automóvil. Un mal mantenimiento durante el invierno acelerará su envejecimiento, por no hablar de las costosas averías que pueden surgir en el motor, la batería o los neumáticos. Aun así, no debes esperar hasta que caigan los primeros copos, queremos que conduzcas seguro también en invierno, por lo que aprovecha el otoño para empezar a preparar y proteger tu coche del frío.
¿Qué elementos del coche sufren más con el frío? ¿Cómo preparar tu coche para el invierno? ¡Consulta estos consejos para proteger tu coche del frío y evitar averías en el futuro!
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Las bajas temperaturas y esa humedad tan característica del invierno tienen la capacidad de llegar hasta el componente más recóndito de tu vehículo. La mecánica de un automóvil no está diseñada para defenderse de las heladas por sí sola, por lo que para proteger tu coche del frío, es importante conocer los elementos que más sufren la bajada de las temperaturas:
¡Quizás te sorprenda! Los únicos dos líquidos que no sufren con las bajas temperaturas son el líquido de frenos y la gasolina. Ahora bien, si tu coche es diésel, ¡asegúrate de tener un descongelante a mano!
Al igual que debes proteger tu coche del frío, también lo debes hacer cuando esté en el garaje. Te contamos cómo.
Las baterías de los automóviles pueden perder hasta la mitad de su potencia con el frío. Si, además, la tuya ya es antigua, el riesgo de que no puedas arrancar tu coche es muy elevado. Para evitarlo, pide al taller que revise la carga de tu batería, ya que es preferible reemplazarla a tiempo que evitar una avería.
¿Qué hacer en caso de avería? Te explicamos cómo actuar si te quedas tirado en mitad de la carretera.
Una de las maneras más eficientes de proteger tu coche del frío es comprobar el estado del líquido refrigerante. Te llevará solo 5 minutos, pero conseguirás prevenir la congelación de los circuitos del vehículo.
Los refrigerantes del mercado suelen ser amarillos, verdes o rojos. Asegúrate de que el líquido mantiene un color intenso. Si, por el contrario, tiene un aspecto transparente o sucio es sinónimo de que ha perdido las propiedades descongelantes. En ese caso, es preferible cambiarlo por uno totalmente nuevo.
Llegas tarde a trabajar, y nada más entrar en el coche lo arrancas y pisas el acelerador. ¡Error! Si las temperaturas son bajas, es indispensable que el motor se caliente adecuadamente antes de empezar tu marcha. Para ello, arranca el coche y espera al menos 4 minutos a que todos los fluidos de su interior alcancen una buena temperatura antes de circular.
Si sueles aparcar tu coche en la calle, ¡este consejo te resultará útil! Mantén los limpiaparabrisas levantados durante la noche para prevenir que se hielen. Evitarás que la goma se quede pegada al cristal y acabe por romperse. No olvides hacerlo también en los limpiaparabrisas traseros.
¡Consejo práctico! Durante las gélidas noches, es posible que las lunas del vehículo se congelen. Para proteger tu coche del frío, evita a toda costa echar agua caliente sobre el cristal. Aunque conseguirás deshacer la helada, ese líquido acabará en el interior del capó y podría perjudicar al motor.
El frío podría comprometer gravemente tu seguridad al volante. Las heladas o temperaturas bajas provocan una reducción en el tiempo de frenado de los neumáticos. Además, unas ruedas genéricas no garantizarán un agarre perfecto sobre superficies nevadas o con hielo.
Por ello, es recomendable cambiar los neumáticos por unos de invierno. Este tipo de ruedas ofrecen una distancia de frenado un 25% más corta en condiciones invernales. Además, conseguirás proteger tu coche del frío gracias al mejor agarre y suspensión que ofrecen.
Con nuestra guía rápida sobre el mantenimiento y comprobación de los neumáticos, siempre estarás listo para viajar.
Es frecuente que el sistema de calefacción vaya acumulando residuos durante todo el verano. Esa suciedad acabará obstruyendo el radiador. Para evitarlo, lleva tu vehículo a un taller durante el otoño para que puedan limpiar a fondo el sistema de calefacción. Evitarás una avería, y es una garantía para proteger tu coche del frío durante los meses de invierno.
El contraste de temperatura entre el frío exterior y el interior de tu vehículo con calefacción podría provocar que la humedad se condense y pierdas visibilidad. Por ello, cambia los filtros de la ventilación y calefacción para que puedan hacer circular mejor el aire en el interior y no se te empañen los cristales.
Tenemos una guía paso a paso para que conozcas cómo limpiar tu coche en profundidad.
Los burletes son las piezas de goma que permiten un perfecto sellado del interior cuando la puerta está cerrada. Sin embargo, las bajas temperaturas pueden provocar que se agrieten, perdiendo eficacia. Para proteger tu coche del frío es importante que su estado sea óptimo.
¡Consejo! Existen algunos productos de mantenimiento de burletes que evitarán que se congelen. Pero recuerda usar siempre los que no contienen silicona, pues acabarán deteriorando la goma.
Aparte de los accesorios obligatorios que debes portar en tu vehículo, existen otros que te serán de gran utilidad en más de una ocasión durante el invierno. ¡Este es el kit de invierno que no puede faltar en tu coche!
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