¿Tus copilotos habituales no saben interpretar un mapa? La tecnología puede evitarte gran parte del estrés y la tensión de conducir.
¿Te imaginas tener un coche sin conductor que se ocupe de todo mientras te sientas en la parte de atrás a jugar con el móvil? Todavía no hemos llegado a ese punto, pero sí puedes adquirir ya tecnología automovilística que haga que conducir sea más sencillo (y más seguro) que nunca.
Los coches semiautomáticos son una realidad. Pero si no entran dentro de tu presupuesto, puedes echar un vistazo a los complementos y actualizaciones de seguridad disponibles para vehículos más tradicionales. Hay artilugios que se adaptan a todo tipo de presupuestos y que sirven para evitar desde colisiones hasta para frenar en situaciones de emergencia.
Pero seguirás ocupando el asiento del conductor. No importa lo que haya bajo el capó o detrás del salpicadero, estás al mando, así que mantén las manos en el volante y los ojos en la carretera, no en tu móvil.
¿Has oído historias de navegadores que intentan llevar a los conductores, que confían plenamente en ellos hasta chocar de frente contra un árbol? Es un claro ejemplo de que la tecnología inteligente en los coches no siempre puede compararse con la inteligencia y el instinto humanos.
Por tanto, debemos pensar en los nuevos dispositivos electrónicos como ojos y reflejos adicionales.
Aunque la palabra del momento es “autónomo”, la realidad es que debería ser “automático”. El frenado autónomo, el frenado de emergencia o la prevención de colisiones implican que el ordenador responda de manera automática a la carretera y las condiciones de conducir, y que asuma momentáneamente los controles. Utiliza el radar, la cámara y los sensores GPS para detectar posibles peligros y acciona los frenos o ajusta la dirección de forma instantánea.
Hay estudios que señalan que el frenado de emergencia autónomo reduce las colisiones traseras (la forma de accidente más frecuente) en un 37%.
¿Necesitas ayuda para disminuir la velocidad cuando el límite es más bajo? ¿Alguna vez te has sentido culpable por pegarte demasiado a ese coche lento que va delante? En ese caso, puedes optar por la adaptación de velocidad inteligente, una especie de piloto automático de velocidad de crucero, que ajusta la velocidad por ti.
Si te estresas en los atascos (a todos nos pasa), la respuesta podría estar en un asistente para atascos. Esto permitirá que tu copiloto inteligente tome el control de la dirección, el frenado y la aceleración a velocidades bajas cuando el tráfico es muy denso. El objetivo es hacer que conducir en condiciones de tráfico denso sea más relajado y seguro.
También existe la funcionalidad de «seguimiento de carril automático«. Este mecanismo utiliza un sistema basado en una cámara para mantenerte por el buen camino y te advierte en caso de que te “desvíes” a otro carril. Puede utilizar el contraviraje para enderezarte, controlar puntos ciegos y avisarte de los vehículos que van a adelantarte.
Y para terminar, el aparcamiento. ¿Alguna vez has deseado tener un aparcacoches permanente que aparque por ti? Las colisiones en los aparcamientos son la segunda causa más frecuente de golpes, ya que los coches son cada vez más grandes y los espacios más pequeños. Sin embargo, el estacionamiento en paralelo marcha atrás es pan comido para los coches inteligentes, lo único que tienes que hacer el pulsar un botón.