¿Qué hacer con una personas mayor que no puede vivir sola? Los familiares de personas de edad avanzada se acaban enfrentando tarde o temprano a una difícil decisión: ingresar a una persona en una residencia para mayores. Su grado de dependencia o la incapacidad para cuidar de ellos son algunos de los motivos de peso. Pero, ¿cuándo se recomienda hacerlo según los expertos?
El paso de los años es implacable para cualquiera. La vejez es una etapa de la vida caracterizada por el deterioro físico y cognitivo de las personas. Y llega un momento en el que los familiares se plantean si esa persona puede seguir viviendo sola en casa.
Patologías como el Alzheimer o la demencia senil en fases avanzadas requieren de una asistencia médica profesional. Ya no es suficiente con acompañar o ayudar en las tareas domésticas. En esos casos la seguridad de la persona mayor se pone en peligro y es un síntoma claro de que no puede vivir sola.
Durante las primeras fases de la demencia senil la persona puede seguir viviendo sola con supervisión. Pero conforme avanza la enfermedad las necesidades de apoyo serán mayores, incluso será precisa la asistencia médica.
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Es probable que estés dispuesto a ayudar a tus padres mayores en lo que sea necesario. No obstante, la distancia cuando viven lejos imposibilita que puedas atenderlos como te gustaría. Para muchas familias, vivir lejos es otro motivo por el que se plantean si esa persona debe seguir viviendo sola, incluso cuando siguen siendo autosuficientes.
La soledad es una de las grandes enfermedades mentales de las personas mayores. Los signos más comunes son la vida sedentaria, la tristeza, la dejadez en la higiene personal o una baja autoestima. Vivir solo implica también pasar largas temporadas sin la cercanía de otro ser humano, y esto puede ser crítico para la salud mental de una persona mayor.
Si la persona de avanza edad no es capaz de bañarse sola o de hacerse la comida de manera autónoma significa que su nivel de dependencia es muy alto. Si tienes un familiar en esta situación, deberías plantearte si puede seguir viviendo solo.
La autonomía no está reñida con vivir en un entorno seguro para su integridad. Los años provocan un deterioro en el equilibrio. Las caídas en casa son el principal motivo de accidentes domésticos en personas de edad avanzada.
Algunas alternativas para adaptar una vivienda a las circunstancias pasan por instalar agarraderas en la ducha, eliminar obstáculos para la movilidad como escaleras o colocar un reloj inteligente con detección de caídas.
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Esto no es necesariamente un motivo para ingresar en una residencia de ancianos. Sin embargo, cuando ya no es capaz de vestirse solo, pasa mucho tiempo encamado o tiene grandes dificultades para moverse por la casa suele ser un indicador de que una persona mayor no puede vivir sola.
En una fase más avanzada de la enfermedad, vivir solo se hace inviable. Además, la persona precisa de unos cuidados adicionales que hacen imprescindible su ingreso en una residencia de mayores.
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¿Te estás planteando meter a tus padres de avanzada edad en una? Estas son las ventajas de las residencias de mayores:
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El paso de vivir en tu propia casa a ingresar en una residencia puede ser grande para algunas personas mayores. Es común la sensación de pérdida de libertad y baja autoestima. Además, suelen echar de menos su intimidad y a sus seres queridos.
Aun así, existen formas de conducir la situación cuando un padre o madre no se adapta a una residencia. La primera medida que debería tomar la familia es fomentar la comunicación. Entender los motivos que hacen que su estancia no esté siendo óptima. La residencia podrá tomar algunas medidas para adecuar sus necesidades y que se sienta más cómoda.
Conviene intensificar las visitas de familiares. Trata de acudir a la residencia varias veces por semana. Ir acompañado de nietos, sobrinos y otros familiares es siempre una motivación para las personas mayores en residencias.
Pon en valor los cuidados de la residencia para que el anciano valore su estancia. Los talleres, los servicios médicos o las actividades lúdicas son algo diferencial que no podría experimentar en su casa.
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Existen alternativas a un ingreso completo. Las estancias temporales en residencias para mayores son habituales en vacaciones o temporadas donde la familia no puede hacerse cargo del anciano. Quizás puedes combinar periodos cortos en el asilo con una atención a domicilio de familiares o profesionales.
De esta forma su paso por la residencia siempre será temporal y la persona mayor se sentirá más acompañada por sus seres queridos.
Si la persona anciana cumple un régimen de internamiento normal no hay inconveniente en sacarla de la residencia. En el caso de estar incapacitada judicialmente o por indicación médica los familiares no podrán sacarla y deberán limitarse a visitarla.
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