A pesar de que se haya doblado el porcentaje de personas que trabajan desde casa respecto a las que lo hacían antes de la pandemia, muchas de ellas siguen teniendo problemas para conciliar la vida laboral y familiar. Puede que hayan ahorrado tiempo en los desplazamientos, pero trabajar desde casa hace más difícil que la gente sepa cuándo acabar la jornada y puede traer consigo el tan temido burnout o síndrome de desgaste profesional.
¿Sientes que estás siendo presa de esta situación? ¡La clave está en el cansancio mental acumulado! Descubre los principales factores que ayudarán a equilibrar tu trabajo y tu vida privada, y que además mejorarán tu calidad de vida.
Con la nueva normalidad, los límites entre la vida personal y la profesional ya no están tan claros. Aunque los efectos de la COVID-19 hayan evidenciado las dificultades de separar el trabajo de la vida privada, el cansancio en la vida laboral lleva años en aumento.
Durante las dos últimas décadas, se ha producido un claro movimiento cultural hacia un estilo de vida «siempre activo». Esta exigencia de productividad y eficiencia extremas ha hecho que muchas personas se sientan quemadas y agotadas por su más que comprensible incapacidad para seguir este ritmo de vida.
Pero debemos ser conscientes de que esta manera de trabajar ha llegado para quedarse, o al menos así lo aseguran los expertos. Es por ello que cuanto antes aprendamos a llevarnos bien con ella, más calidad de vida alcanzaremos, y mejor conciliación conseguiremos, evitando así el tan temido burnout o síndrome de desgaste profesional.
Aunque adoptar estrategias de autoayuda para mejorar la productividad puede ser útil, a menudo es mucho más saludable (y más productivo a largo plazo) dar un paso al lado y reconocer simplemente que la longitud de nuestra lista de tareas no es un reflejo de lo que valemos.
Puedes tomarte un descanso y aun así seguir siendo válido. Recuerda tener el control de lo que haces. De hecho, descansar con regularidad es la única manera de garantizar que las cosas no se te irán de las manos. ¡Es el secreto para evitar el burnout!
Mantenerse ocupado puede ser una forma de distraerse de sentimientos incómodos. La actividad constante funciona como amortiguador psicológico y nos permite evitar temporalmente sentimientos negativos o preguntas profundas sobre nuestra vida.
Entre los síntomas de mantenerse siempre activo se encuentran convertirse en un adicto al trabajo, no dar prioridad al tiempo de descanso o buscar siempre algo nuevo que hacer. Sé honesto contigo mismo. Si te sientes identificado con estas conductas, busca ayuda de un profesional antes de que te invada el síndrome de desgaste profesional.
Si la frontera habitual entre tu oficina y tu casa ya no existe, puede ser muy útil que establezcas nuevos límites. Por ejemplo, poner temporizadores que te recuerden que debes hacer una pausa, o salir a pasear o a correr a la misma hora en que normalmente terminarías el trabajo. O también obligarte a levantarte y apartarte del escritorio rompe el ciclo de sentir que hay que hacer algo más.
Si ninguna de estas opciones te funciona, quizá la solución frente al burnout puede estar en adoptar un modelo híbrido de trabajo que te ayude a equilibrar las tareas que asocias a cada espacio. De hecho, este modelo es el preferido por la mayoría de los españoles. Entre las ventajas que destacan están el poder conciliar tu vida profesional y laboral, así como beneficiarte de las ventajas del teletrabajo.
Los estudios han demostrado que los problemas de salud mental como la depresión están directamente relacionados con elecciones de estilo de vida poco saludables. Esto es un problema que a menudo se convierte en cíclico, ya que sentirte deprimido contribuye a redundar en elecciones poco sanas para nuestra vida y afectan de manera directa en el síndrome de desgaste profesional.
Entre los factores clave que definen la forma en la que vivimos se encuentran el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la falta de ejercicio, la falta de sueño y la alimentación poco saludable, muchos de los cuales se utilizan como una forma de «automedicación» para hacer frente a los problemas.
A menudo, el motivo por el que tomamos decisiones poco saludables en nuestra vida, o la razón por la que nos salimos de nuestra rutina habitual, es que aparece algo que hace que dejemos de lado la buena conducta que llevábamos. Puede tratarse de una agenda de trabajo muy apretada, de emociones negativas o de sensación de cansancio.
Estas causas pueden convertirse rápidamente en una espiral de mala vida de la que es difícil escapar y que te harán padecer el burnout o síndrome de desgaste profesional. Por ello, lo mejor es centrarse en las causas que afectan a tus decisiones y el resto vendrá por sí solo. Antes de coger una cerveza, un cigarrillo o una chocolatina, pregúntate: «¿Qué estoy sintiendo ahora mismo?», «¿Por qué lo siento?» y «¿Qué puedo hacer para mejorar mi situación sin depender de este capricho?».
Existe la creencia popular, nacida de la sabiduría de la psicología, de que se necesitan una media de 21 días para que una conducta se convierta en un hábito. Esos primeros días pueden parecer un auténtico suplicio, así que para asegurarte de que llegas al día 21, crea una rutina y empieza con objetivos fáciles y alcanzables.
Utiliza alertas diarias para recordarte que no debes faltar a tu rutina.
Si estás trabajando para conseguir un objetivo a largo plazo, como alcanzar una buena forma física o perder peso, es más útil centrarse en el esfuerzo que haces, y no en el resultado que ves (o que quieres ver). Esto se debe a que estamos condicionados a querer un cambio inmediato, y cuando no lo logramos podemos perder la motivación. Para mantener los ánimos, puedes celebrar un día o una semana en la que hayas tomado decisiones saludables en lugar de buscar un cambio en la báscula.
Aun así, sabemos que no siempre es fácil mantener el mismo nivel de motivación. ¡Por eso hemos diseñado una herramienta de recompensas! GENERALI Vitality es un programa que te da consejos sobre alimentación, monitoriza tu salud en tiempo real, y ofrece premios de hasta 55 euros al mes si cumples con tus objetivos de ejercicio físico.
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El exceso de tiempo frente a la pantalla y los efectos de las redes sociales suelen figurar como factores de ansiedad y depresión, especialmente entre los jóvenes. Parece contradictorio, pero estar constantemente conectado y no poder «desconectar» puede provocar sensación de soledad. A pesar de tener toda una comunidad al alcance de la mano, interactuar con gente virtualmente no ofrece la conexión íntima y personal que todos anhelamos.
Después de un día muy ajetreado, ¿te relajas y te vas a la cama o te quedas despierto hasta más tarde de lo que deberías, quizás viendo la televisión, jugando o con el teléfono? Si tu respuesta es afirmativa, puede que estés atrapado en un ciclo de lo que se llama «procrastinación por venganza a la hora de acostarse».
Se trata básicamente de vengarse de un día ajetreado quedándose despierto hasta tarde para poder disfrutar de un poco de tiempo personal. Cambia el tiempo frente a la pantalla por 10 minutos de meditación, una sesión de yoga suave o enciende una vela aromática y lee un rato. Todas estas técnicas son unas grandes aliadas contra el burnout o síndrome del desgaste profesional.
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Los juegos online son un pasatiempo increíblemente positivo para muchas personas. Pero si el juego está afectando a tu rendimiento laboral o a tus relaciones, o si te impide hacer cosas que antes disfrutabas, como sesiones de gimnasio para socializar; o si te hace sentir inquieto, aislado u obsesionado, es muy probable que necesites tomarte un respiro.
Quizá te convenga dejar de jugar o limitar las horas de juego. Pero para cambiar la rutina de manera sostenible en el tiempo, tal vez debas buscar una nueva afición, como aprender un idioma, empezar a correr o cocinar.
Los teléfonos inteligentes y las aplicaciones han sido creados para generar conductas adictivas. Aprovechan el ansia de nuestro cerebro por la estimulación continua. Resiste la tentación de coger el teléfono buscando otra cosa que hacer con las manos cuando estés aburrido o distraído. Por ejemplo, tejer, jugar con burbujas de aire, darle vueltas a un spinner o la papiroflexia. Cualquier cosa que rompa el hábito de coger el teléfono sin ninguna razón real merece la pena ser probada.
En GENERALI, tu bienestar y el de los tuyos es nuestra mayor prioridad, por eso te ofrecemos nuestro Programa Bienestar con el que podrás hacer ejercicio, relajarte en un spa o dejarte asesorar por expertos en nutrición, para que no solo pienses en tu salud y empieces a pensar también en tu bienestar.