Si has decidido cambiar tu coche de gasolina por un vehículo más respetuoso con el medio ambiente, has llegado al sitio correcto. Se espera que el volumen de coches eléctricos e híbridos en carretera alcance los cinco millones en todo el mundo a finales de 2018. Pero ¿estos tipos de coches tienen tantas ventajas como dicen y son la mejor opción en tu caso? A continuación te damos algunas pistas Más que Seguros que esperamos que te ayuden a decidirte.
Con un híbrido, tienes un motor eléctrico y un motor de combustión tradicional. Los híbridos básicos solo se cargan con el frenado de recuperación y el impulso en carretera, mientras que los híbridos enchufables hacen justo lo que su nombre indica: se cargan enchufándose en una toma para que su batería dure más y el consumo de gasolina sea menor.
Con un coche eléctrico, solo dependes de la batería. ¡Adiós a la gasolina!
Los coches eléctricos son más caros que los híbridos, así que, a corto plazo, no son tan asequibles como otros vehículos. Sin embargo, verás el ahorro a largo plazo porque no necesitan combustible. Además, en lo que respecta al kilometraje, el rendimiento por la carga de electricidad es mucho mayor que el repostaje de combustible de los coches híbridos y tradicionales. Los motores eléctricos, que solo se componen de 12 piezas, son mucho más simples y fiables que los motores de combustible de los híbridos, por lo que requieren de un menor mantenimiento.
Ten en cuenta que también podrás ahorrar en el precio final si hay ayudas gubernamentales disponibles. En España, se aprobó en noviembre de 2017 el Plan de Apoyo a la Movilidad Alternativa (MOVALT), que destinó 35 millones de euros a la compra de vehículos alternativos (GLP, gas natural, eléctricos y pila de combustible) y otros 15 millones de euros a la instalación de infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos. En diciembre de 2017 se agotó la dotación presupuestaria, pero se podrán seguir registrando solicitudes hasta el 30 de junio de 2018 para su concesión en caso de que se produjeran desestimaciones o revocaciones de las ayudas previas ya concedidas.
Los coches eléctricos tienen una gran ventaja: aunque el mantenimiento es igual que el de los híbridos, su sencillez hace que sea más simple.
El motivo por el que los coches eléctricos son menos prácticos son las pausas en el trayecto. Se han hecho muchos avances, pero aún se tarda bastante en cargar el coche… ¡si consigues encontrar un punto de carga! Por otro lado, hay gasolineras por todas partes, por lo que los conductores de vehículos híbridos nunca tienen que preocuparse por no encontrar gasolina. En conclusión: si normalmente recorres largas distancias en zonas remotas o rurales, puede que un coche eléctrico no sea la opción más práctica.
En cuanto a las emisiones directas, los coches eléctricos ganan sin lugar a dudas: ¡nadie puede igualar las cero emisiones! Pero las emisiones indirectas también son igual de importantes. Un híbrido producido en una fábrica respetuosa con el medio ambiente de una zona próxima podría ser más ecológico que un coche eléctrico de una fábrica menos ecológica que haya viajado miles de kilómetros en barco. Por lo tanto, si te preocupa el medio ambiente, ¡hay que investigar bien!
En resumen, la mejor opción depende de ti y de tus circunstancias. Ahora que ya sabes lo que buscas, ¿por cuál vas a decidirte?