Un traspaso de negocios es una alternativa al cierre. Cuando un negocio se traspasa se extingue una parte de su esencia, pero es también una manera de que surjan otras oportunidades de mercado. La legislación española obliga a que los participantes informen a las autoridades fiscales. Además, existe una normativa sobre traspaso de negocios que conviene conocer bien.
Pero, ¿cuál es la diferencia entre traspaso y venta de negocio? ¿Cuánto se paga a Hacienda por un traspaso? Si estás pensando en embarcarte en uno, descubre cómo traspasar un negocio consiguiendo las mejores condiciones legales y económicas.
El traspaso de un negocio es un convenio entre dos partes por la cesión de un contrato de alquiler de un local, así como de los activos comerciales tangibles (stock, mobiliario, equipos informáticos…) e intangibles (la marca, fondo de comercio…) del negocio. A cambio, se acuerda un precio en función del valor de la transacción.
Dicho en otras palabras, es una manera de transferir una empresa a otra persona. Es la fórmula más sencilla y empleada por aquellas personas que no desean continuar con su actividad económica y buscan una transición rápida con el nuevo dueño.
La fórmula de traspaso de negocios se da sobre todo en la esfera de las pymes. En España, es muy frecuente que ocurra con bares, comercio minorista, hostelería o peluquerías.
El objetivo principal de un emprendedor que desea adquirir el traspaso es rediseñar el enfoque de la empresa creyendo que puede incorporar mejoras que aumenten su rentabilidad. Aunque no solo. En ocasiones se producen traspasos fruto del fallecimiento. Otras, se acuerda un traspaso de negocio por jubilación.
Cuando el propietario que busca traspasar su negocio es, a su vez, dueño del local, normalmente se suele firmar un nuevo contrato de alquiler en vez de una cesión. Si hubiera trabajadores, la legislación también permite acordar unas condiciones de despido o subrogación del personal. Esto significa que los trabajadores podrían continuar junto con el nuevo dueño del negocio.
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Traspasar un negocio supone adquirir el derecho de explotación sobre este mismo. Por el contrario, la venta de un negocio implica no solo el derecho de explotación, sino la compraventa del inmueble o local donde se desarrolla la actividad.
Cuando se habla del traspaso del local, normalmente significa la cesión de los derechos y obligaciones de un contrato de arrendamiento a un tercero. Mientras que el traspaso de un negocio implica la cesión de los bienes y derechos sobre la marca del negocio.
En ocasiones, y como hemos visto, esta segunda posibilidad también conlleva un traspaso de local.
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La normativa sobre traspasos de negocios permite diseñar este movimiento de varias formas. Estas son las fórmulas legales para efectuarlo.
La ley permite la cesión de un contrato de alquiler donde se realiza una actividad económica, incluso sin tener el consentimiento de su propietario. Esto permitiría a su nuevo dueño continuar con la actividad que viene desarrollando.
Para ello, es imprescindible que el actual contrato de arrendamiento no incluya ninguna cláusula que prohíba el traspaso. Si no lo hubiera, el propietario no puede oponerse, aunque sí tiene derecho a elevar hasta un 20% la renta actual.
Esta fórmula es muy frecuente, por ejemplo, cuando el dueño de un bar, después de varios años trabajando en un sector tan exigente, decide cerrarlo. La cesión del contrato de arrendamiento le permite pasar la obligación de pagar un alquiler a otra persona, evitando penalizaciones.
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Cuando el dueño del negocio es también propietario del local, el nuevo empresario deberá no solo pagar el precio acordado por los bienes materiales e inmateriales de la empresa. También tendrá que acordar una renta mensual por el alquiler del local.
Se trata de un caso típico de traspaso donde el anterior dueño desea cesar su actividad profesional para jubilarse.
Si el actual inquilino del local fallece y sus herederos desean continuar con la actividad económica, pueden subrogarse al contrato de alquiler como nuevos inquilinos. La gran ventaja de hacerlo es que lo harán con las mismas condiciones. Y el dueño del local no tiene derecho a aumentar la renta.
Desde un punto de vista jurídico, el traspaso de negocio en funcionamiento no se diferencia en nada a lo mencionado anteriormente. Ahora bien, requiere de una gran coordinación, pues los nuevos propietarios buscan evitar que la actividad cese temporalmente.
A la hora de redactar un contrato de traspaso de negocio, es importante que se respeten algunas formalidades que permitan la validez del mismo.
En primer lugar, se deben mantener las condiciones previamente establecidas en el contrato de arrendamiento que va a ser cedido. Así mismo, el contrato de traspaso de negocio deberá recoger la fianza legal y los avales, si los hubiera.
Suponiendo que el actual dueño fuera también propietario del local, el contrato deberá recoger las nuevas condiciones de arrendamiento.
El documento legal también deberá incluir el importe acordado por el traspaso de los bienes materiales e inmateriales. Es imprescindible que el contrato enumere cada uno de los derechos que se transmiten, detallando por ejemplo de qué se compone el stock.
✅ ¡Consejo! Los expertos recomiendan incluso indicar la modalidad de pago de estos mismos para evitar malentendidos. Antes de firmar un contrato de traspaso de negocio, te aconsejamos que te asesores.
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El valor del traspaso será una de las cuestiones que podría generar mayor debate entre las partes. Y, aunque existen elementos objetivos para cuantificarla, otros como la reputación de la marca y el fondo de comercio son más subjetivos. Por ello, resulta muy útil tasar el negocio antes de su traspaso.
Estos son los aspectos que te ayudarán a determinar un valor aproximado:
Importe del contrato de arrendamiento.
Permisos y licencias.
Antigüedad del negocio.
Inventario de las existencias, equipos o materiales que componen la estructura del negocio.
Facturación de la empresa. Para ello, conviene remontarse, como mínimo, dos años para poder realizar un cálculo más preciso de su rentabilidad.
Posicionamiento online de la marca. Esto significa tanto el tráfico orgánico que recibe su página web o la notoriedad online que posee la marca. Los seguidores de las redes sociales podrían ser un buen indicador.
Declaraciones de Hacienda de los últimos años.
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Siempre y cuando el traspaso del negocio se realice en su totalidad, la operación no está sujeta al pago de IVA ni Impuesto de Transmisión Patrimonial. Además, la cesión del negocio tributa como una garantía patrimonial en la declaración de la renta.
✅ ¡Recuerda! Esto, por supuesto, siempre y cuando se realice un traspaso total. Si el actual dueño opta por vender parte de los bienes por separado, deberá emitir una factura con IVA.
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¿Estás decidido a lanzarte al traspaso de un negocio? Antes de hacerlo, ¡echa un vistazo a estos consejos!
Cuenta siempre con un asesor especializado que te ayude a redactar el contrato y vele por tus intereses. Se trata de un proceso complejo, por lo que conviene asesorarse bien. Estas son las ventajas de contar con un asesor financiero.
Infórmate sobre las perspectivas del sector si eres quien asumirá la cesión del negocio. Para ello, realiza un intenso estudio de mercado para analizar la rentabilidad potencial de la empresa.
La ubicación, ¡esencial en un traspaso de negocios! Además de la marca y los bienes, es importante que te asegures de que el local cuenta con un espacio privilegiado.
Negocia siempre el valor del traspaso. Es posible que consigas un mejor precio si lo haces.
Averigua los motivos por los que el actual dueño busca traspasar el negocio. Esto podría darte muchas pistas sobre la viabilidad financiera.
Además del precio, ten en cuenta posibles licencias, aspectos tributarios o incrementos que podría sufrir el acuerdo económico.
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