Una encuesta de los editores de software de ocio (SELL) estima que el 96% de los jóvenes de entre 10 y 17 años juegan a videojuegos para niños en consolas, tabletas, smartphones y ordenadores.
Sin embargo, no todos los contenidos de los videojuegos son adecuados para los niños. En función de su edad o sensibilidad, algunos no son aptos ni tampoco recomendables para ellos. El sistema paneuropeo de clasificación PEGI ofrece indicaciones claras, mediante iconos, sobre la naturaleza del contenido de los juegos y sobre las edades mínimas requeridas para jugar.
En general, los juegos violentos tienen un efecto negativo en el comportamiento de los jóvenes, ya que los pueden volver más agresivos e impacientes. Por ejemplo, un juego muy popular como Assassin’s Creed no se recomienda a jugadores menores de 18 años. Por su parte, Fortnite, que también tiene un gran público, sí que es apto para niños a partir de los 12 años.
Antes de comprar un videojuego para niños para tu hijo, puede ser útil que te tomes un tiempo para leer las reseñas de las revistas del sector. También se recomienda charlar con otros padres para conocer su opinión. En la mayoría de los casos, el sentido común suele estar en lo cierto. Tú conoces a tu hijo mejor que nadie, su nivel de madurez y lo que es mejor para él.
Procura optar por videojuegos para niños constructivos en lugar de los que no tienen ningún propósito educativo o informativo. Juegos como Candy Crush o Animal Crossing, por ejemplo, tienen poco valor en este sentido y pueden incluso fomentar comportamientos adictivos.
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Los videojuegos también pueden tener un impacto negativo en la salud física y el rendimiento académico de los más pequeños. Los niños que pasan mucho tiempo jugando pueden descuidar sus tareas o actividades deportivas. Mantener un equilibrio saludable es la clave.
Si notas que tus hijos pasan demasiado tiempo jugando, intenta recordarles sus obligaciones educativas y anímales a mantenerse físicamente activos. Aunque los videojuegos requieran diversos niveles de movimiento, no se pueden comparar con el ejercicio al aire libre. Estas son algunas ideas para fomentar que jueguen al aire libre.
Por último, es importante saber que pasar tiempo delante de la pantalla a altas horas de la noche y antes de acostarse puede ser perjudicial para la calidad del sueño de los pequeños. El tipo de luz que emiten los dispositivos no ayuda al sueño. Para evitar esto, fomenta una actividad diferente, como la lectura de un libro.
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En el mercado hay muchos juegos divertidos y educativos para todas las edades. Opta por aquellos que estimulen la capacidad cognitiva y las habilidades creativas. Algunos se centran en áreas de aprendizaje específicas, como la resolución de problemas, la lógica, la memoria, la coordinación, la conciencia espacial y la velocidad de ejecución. Estas habilidades pueden aprovecharse y aplicarse en otros ámbitos de la vida, sobre todo en los estudios.
Civilization, una variante online del juego de mesa, y Minecraft son buenas opciones para los niños mayores. Para los más pequeños, Lingokids es una buena aplicación educativa que les ayuda a aprender matemáticas o lógica, entre otros, mientras juegan y ponen en práctica el inglés.
No obstante, jugar online también tiene sus ventajas. De hecho, fue una de las actividades que la Organización Mundial de la Salud recomendó para ayudar a los niños a mantener los vínculos sociales durante la pandemia.
Los videojuegos pueden tener un efecto positivo en las habilidades sociales, la autoestima y la capacidad de crear equipos. Los juegos multijugador en línea animan a los niños a interactuar y a trabajar por un objetivo común. Con ellos, pueden recibir el refuerzo positivo de sus compañeros de equipo, lo que les ayuda a fomentar la confianza en sí mismos. De igual modo, los videojuegos pueden contribuir a que los niños trabajen su capacidad de resiliencia y perseverancia mientras se esfuerzan por alcanzar niveles más altos y, en última instancia, ganar.
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Nos siente como nos siente, los videojuegos para niños hace ya tiempo que llegaron para quedarse. Igualmente, puedes supervisar la actividad de tus hijos y asegurarte de que juegan de la forma más segura y adecuada posible. Según la Undécima Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS, el uso excesivo de videojuegos puede contribuir a desarrollar trastornos mentales. Nunca está de más introducir límites justos al tiempo de pantalla y fomentar otras actividades que lo complementen.
Todo consiste en saber encontrar un equilibrio. Enseña a tus hijos la importancia de jugar con moderación para evitar comportamientos adictivos. Según apunta el Ministerio de Sanidad, la adicción a los videojuegos para niños son cada vez más abundantes entre los jóvenes españoles de 14 a 18 años. Ofréceles alternativas como los juegos de mesa, la lectura y la escritura, o la realización de actividades creativas como aprender un instrumento o apuntarse a un equipo deportivo.
A la hora de elegir videojuegos adecuados para tu hijo, prioriza aquellos que estén en consonancia con los valores que deseas transmitirle y que le ayuden a desarrollar habilidades intelectuales necesarias para el futuro.
Los auriculares pueden mejorar la experiencia de juego, y es posible que tu hijo te los pida. Sin embargo, ten en cuenta que te dificultarán escuchar el contenido de audio del juego y las conversaciones que mantiene con otros usuarios en línea. Es conveniente tener presente que muchos juegos atraen a jugadores de todas las edades, lo que puede suponer que tu hijo se vea expuesto a un lenguaje inapropiado.
Mantén un control parental adecuado sobre los distintos dispositivos de tu casa. Así evitarás que tu hijo consuma publicidad inapropiada para su edad en su ordenador, consola o smartphone. Aunque los videojuegos puedan tener un impacto positivo en los niños, deben utilizarse con moderación y bajo una cuidadosa supervisión para obtener todos los beneficios posibles.
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