Este puede ser el relato de uno de los más de 155.000 casos de robo de coche que se producen en nuestro país, uno cada tres minutos. Más en Cataluña que en otras comunidades y con el Volkswagen Golf como rey del ranking.
Basado en una historia real (o, mejor dicho, historia real)
Madrid. Barrio de Retiro. Sábado. 4.30 am. Año dos mil y poco.
Tres jóvenes buscan infructuosamente el coche de uno de ellos por las calles de la capital.
-Javi, estás seguro de que lo dejaste aquí?
-Sí, sí, seguro.
-Javi, que sueles ser muy despistado…
-¡Que lo había dejado aquí!
Javi tenía razón. Su coche había sido robado y aparecería, siniestro total, varias semanas después en una remota localidad en la provincia de Salamanca…
El número de casos no ha descendido en los últimos años. Por eso una de las coberturas tal vez más importantes –y contratadas- cuando hablamos de seguros de coche es la cobertura de robo. Vamos a ver un poco más sobre ella.
El abc del seguro de robo
¿Para empezar, cómo podemos contar con esta garantía? De maneras muy diferentes.
En primer lugar, forma parte (sería una sorpresa que no lo hiciera) del seguro a todo riesgo, así que si suscribimos una póliza de estas características contaremos con ella; en segundo lugar, aunque no se integre en el seguro a terceros básico, sí que podría incluirse en uno a terceros ampliado; y, por último, podría contratarse como una cobertura adicional.
¿Qué proporciona la cobertura de robo? Muy claro: una indemnización al asegurado en el caso de que su coche sea sustraído. Eso, en líneas generales, ya que deberemos hablar de tipos de robo (total, parcial e intento) y de modos de indemnización.
Vamos a hablar del robo total. En ese caso la aseguradora correspondiente debe indemnizar a su cliente con el valor especificado en cada caso, hay tres tipos de valor que figuran en la póliza: a nuevo, de mercado y venal. El valor a nuevo lo dice la propia palabra: es el precio que tendría tu coche si lo compraras a estrenar, pero esta posibilidad de recuperar el dinero íntegro no suele ir más allá de un año desde la compra del coche; el valor venal es el precio de venta que tendría en la actualidad el vehículo, lo que nos habrían pagado si hubiéramos decidido venderlo en ese momento; y el de mercado es el precio de compra, suma del dinero de la venta y otros valores como impuestos, tasas y el beneficio del propietario al venderlo.
El robo parcial es el de uno o varios elementos del coche, como pueden ser los retrovisores o la baca, si es que el vehículo dispone de ella y se ha declarado en la póliza. Deberemos saber si nuestro contrato contempla esa posibilidad.
Por último, el intento de robo, aunque no desaparezca nada, puede provocar daños en el coche como la rotura de una ventanilla o una cerradura. El coste de su reparación debe asumirlo el seguro.
Casos y casos
Vamos a tener en cuenta otros supuestos. Por ejemplo, el de hurto. No es exactamente el mismo caso que el de robo, pues este último supone la realización de un acto violento y mediante el uso de la fuerza, no solo con el vehículo, incluso con las personas, como cuando te amenazan con un arma para robarte el coche. Un ejemplo de hurto puede ser la sustracción de un vehículo aprovechando un despiste del conductor, que se dejó las llaves puestas en el coche. En el caso del hurto la compañía no lo cubre por lo que hay que tener cuidado con las llaves y no dejarlas por ahí.
Y otro supuesto más, poco habitual pero que puede ocurrir: ¿y si tras haber cobrado la indemnización por parte del seguro aparece nuestro coche robado? Ningún problema, dependiendo del tiempo trascurrido, se puede optar por quedarse con el dinero cobrado, o recuperar el coche y devolver a la aseguradora el dinero y santas pascuas. Eso sí, si nuestro vehículo ha sufrido daños en principio la compañía de seguros debe hacerse cargo del coste de su reparación y devolvértelo tal y como estaba, en las condiciones de uso normales.
Por último, apuntar que es obvio que el riesgo de sufrir un robo depende de variables como la calidad del coche, su sistema de seguridad, si contamos con garaje o por el contrario duerme en la calle, o incluso del barrio en el que lo hayamos aparcado cuando salimos por la noche. Pero no hay que fiarse, cuantas más medidas de seguridad mejor y respecto del barrio, recuerda que al protagonista le robaron el coche en una zona elegante de Madrid…