Cómo se calculan las indemnizaciones en los seguros de hogar

Cómo se calculan las indemnizaciones en los seguros de hogar

Después de muchos meses de trabajo duro, Lucía y Pedro se habían ganado un merecido descanso yéndose de escapada a la playa, y más aún cuando la previsión era de fuertes lluvias para los próximos días en su tierra. Así que estaría genial pasar un tiempo lejos de casa para disfrutar del sol y recargar las pilas.

Sin embargo, esa desconexión necesaria tendría el final más amargo al llegar a su vivienda tras las vacaciones. Las trombas de agua habían sido tan fuertes en su zona que provocaron auténticas riadas, y el sistema de drenaje no resultó suficiente. Eso produjo una inundación en su pequeño garaje, situado en cuesta, que también les servía a modo de trastero improvisado. Su otro coche no sufrió males mayores, más allá de una limpieza de bajos, pero varios de sus bienes (los ubicados en el suelo), quedaron destrozados o dañados, entre ellos una lavadora que quedó inutilizada. Y las paredes acabaron también con importantes humedades en su parte baja.

Por suerte disponían de uno de los mejores seguros de hogar, por no decir el mejor seguro de hogar. Claro está, el de GENERALI, que hizo que el mal fuera mucho menor indemnizándoles por una buena parte del capital asegurado en concepto de inundación, una de las garantías básicas de protección de la vivienda de las que disponían.

La compañía se encargó eficientemente de indemnizar por los daños materiales sufridos en los bienes que habían asegurado, tanto en lo que respecta al continente como al contenido. Así que hubo un final feliz para la historia, o por lo menos no tan amargo.

Un concepto clave

Como ya supondremos las indemnizaciones son uno de los conceptos clave cuando hablamos de seguros de hogar, pues determinan de qué manera y hasta qué punto se compensará económicamente al cliente una cantidad por los daños que se hayan producido en su propiedad. Eso sí, siempre que el bien haya sido asegurado y que el motivo del daño -incendio, inundación, robo…- esté registrado en el contrato de seguro en las condiciones adecuadas.

En cada contrato se estipulan unas indemnizaciones por cada concepto y en cada caso, que no son siempre las mismas ni mucho menos. Por ejemplo, GENERALI Hogar contempla indemnizaciones de hasta el 100% de los capitales contratados en casos de daños por agua y cientos de situaciones más (daños eléctricos, incendios, roturas…) pero aplica diferentes baremos en otros casos. Hay que tener en cuenta que existen garantías con límites y sublímites específicos, y por tanto en ellas no se alcanza el 100% de los capitales contratados.

¿Cómo se determinan las indemnizaciones?

La importancia de este concepto está clara. Pero, ¿cómo se determinan las indemnizaciones? ¿Cómo se calculan las indemnizaciones en los seguros de hogar? De muchas maneras, aunque los principales modelos de indemnización en los seguros de hogar son estos:

Sobreseguro

Sucede cuando los bienes se han asegurado por un importe superior al que éstos tienen en realidad. La dinámica habitual es el pago por parte de la aseguradora a su cliente por el daño que se haya producido; es decir, teniendo en cuenta el valor que tuviera el contenido asegurado en el momento justo anterior al siniestro. Un pago que no puede sobrepasar, claro está, el límite -o el porcentaje- que se haya marcado en el contrato de seguro para una determinada cobertura (por ejemplo, los daños por agua).

Para verlo más claro os ponemos un ejemplo. Imaginemos que los daños por agua han destrozado un suelo que en el día de su compra tuvo un valor de 1.000 euros, pero cuyo valor real ha bajado a 300 euros. Esa sería la cantidad que la aseguradora nos abonaría como indemnización con el fin de resarcir el daño ocasionado.

Salvo en el caso de las garantías expresas (como, por ejemplo, la de daños eléctricos, donde GENERALI aplica el valor real), nunca se debe aplicar una depreciación en los bienes por uso o antigüedad, ya que el contrato garantiza el valor de reposición a nuevo. Es decir, el importe que tendría un determinado objeto -por ejemplo, un televisor- hoy en día, y no en el día de su compra. La tele pudo valer 2.000 euros cuando se compró, pero ahora mismo vale 500, que sería el coste que tendría si se comprase en el momento actual.

Es importante también saber que el contrato puede indicar que se debe aplicar el valor real (es decir, teniendo en cuenta el paso del tiempo, el uso y el desgaste) hasta que el asegurado justifique que ha repuesto el bien dañado. Es el caso de bienes que hayan quedado obsoletos o de joyas, que habitualmente se tasan de acuerdo con el coste real.

Infraseguro

Obviamente, lo contrario de lo anterior: los supuestos en los que los bienes se han asegurado por un importe inferior al que realmente tienen.

En estos casos se aplica lo que se conoce como regla proporcional, lo que supone que -en los casos de siniestro parcial- la aseguradora únicamente está obligada a pagar a su cliente la parte proporcional de la cantidad asegurada, sea cual sea el valor de mercado del objeto dañado.

De nuevo, un ejemplo para que quede claro: si se ha asegurado un mueble por 1.000 euros siendo su valor de mercado de 1.500 euros y sufre un daño que deja la mitad del mismo estropeada, la compañía sólo abonará el 50% del valor asegurado. Es decir, 500 euros.

Sistema de franquicias

En este modelo, la aseguradora sólo se hace responsable de los daños provocados cuyo valor supera una cantidad previamente pactada en el contrato de seguro, lo que se llama el importe de la franquicia. 

Imaginemos que la compañía de seguros acuerda pagar a partir de 200 euros de indemnización por el daño a un determinado objeto. Si el valor del daño causado por el siniestro a ese objeto resulta menor o igual a esa cantidad, el cliente deberá pagar todo el coste del mismo; sólo en caso de que se supere esa cifra la aseguradora contribuirá abonando al asegurado el dinero que haya pasado de esos 200 euros.