El subconsciente colectivo, que a veces nos engaña generando pensamientos limitantes y haciéndonos creer que tenemos un menor potencial del real, lleva a muchos a pensar que las operaciones de inversión son coto privado de las grandes fortunas, de empresarios millonarios que manejan cantidades de muchas cifras asesorados por expertos. Como si invertir fuera un patrimonio exclusivo de los ricos en el que el resto no pudiéramos entrar.
Pues bien, hay que quitarse prejuicios y conocer la realidad: es posible invertir sin tener una gran fortuna. Prácticamente cualquiera puede invertir, siempre con una serie de consideraciones a tener en cuenta y tomando las precauciones adecuadas.
¿Cuánto dinero es necesario para empezar a invertir? Si estáis pensando en cinco o seis cifras, vais muy desencaminados. Con GENERALI, por ejemplo. podrás hacerlo desde tan solo dos cifras, puesto que nuestra oferta se adapta a todo tipo de inversores, incluyendo a aquellos que no quieran (o puedan) desembolsar grandes cantidades. Nuestros productos de inversión permiten realizar aportaciones desde tan solo 40 euros mensuales, por ejemplo, GENERALI Fondoselección Flexible, GENERALI Multinversión Fácil y GENERALI Mutinversión PIAS Fácil, o a partir de 50 euros al mes en el caso de GENERALI Evolución Ahorro, cantidades que muchas personas pueden permitirse invertir sin poner en riesgo su estabilidad económica.
La importancia de tener un colchón
El mundo actual está lleno de imprevistos, por ello es esencial contar con un colchón financiero que garantice tu estabilidad y tranquilidad económica en caso de necesidad. Disponiendo de un colchón económico suficiente, podrás afrontar gastos extraordinarios o sucesos inesperados (despido de un trabajador, muerte de un familiar, enfermedad, etc.) que compliquen la situación económica personal y/o familiar.
El volumen del colchón, por supuesto, dependerá de cada uno. Los expertos en inversión opinan que por lo menos deberían estar cubiertos los gastos naturales de tres a nueve meses (hipoteca o alquiler, facturas, alimentación, costes médicos…) para que en caso de vacas flacas haya capacidad de reacción y no peligren ni la estabilidad económica ni la salud física y mental del inversor y los suyos.
Consejos para empezar a invertir
Más allá del primer consejo que os hemos dado, el de guardar un colchón suficiente para no pasar apuros, os ofrecemos más consejos para empezar a invertir:
Ten claro tu objetivo
Es fundamental saber qué pretendes lograr empezando a invertir, marcando cuál es tu objetivo final: disponer de tranquilidad cuando llegue la jubilación, comprar un coche, acabar de pagar una casa, tener un extra para vacaciones… Tener clara tu meta te ayudará a no desviarte de tu objetivo, mantener tu motivación y un por qué.
Además, es importante cuantificar el dinero que se pretende conseguir y en cuánto tiempo pretende alcanzarse ese objetivo. Los plazos son importantes, la consecución de la meta puede perseguirse a corto, medio o largo plazo.
Conócete a ti mismo
Es necesario también ser consciente de la naturaleza de cada uno, pues determinará el perfil de inversor que se tiene, es decir, cuánto estás dispuesto a arriesgar para conseguir mayores rentabilidades. Hay personas muy decididas que apuestan por altos riesgos para obtener mayores beneficios, mientras que hay otras más conservadoras que le dan prioridad a la seguridad de sus inversiones. Por ello, te aconsejamos que sepas bien cómo eres y tengas presente en todo momento cuál es tu apetito al riesgo para que lo alinees con tus decisiones a la hora invertir. Como inversor, ir a contracorriente de tu naturaleza como persona, puede generarte nervios y frustraciones llevándote a tomar decisiones equivocadas cuando los mercados financieros presenten tensiones.
Trabaja la mente y las emociones
Los mercados financieros siempre presentan altibajos, a pesar de su tendencia creciente en el largo plazo. En consecuencia, la gestión emocional es fundamental cuando se realizan inversiones. Hay que tratar de mantener la calma tanto en las buenas como en las malas, pues esto ayudará a una mejor toma de decisiones con respecto a tus productos de inversión. Nunca deberíamos venirnos muy arriba ni tampoco llevarnos grandes disgustos: las inversiones no pueden costarnos la salud, que es lo más importante de todo.
Infórmate adecuadamente
Antes de comenzar a invertir hay que informarse de una manera correcta y completa, bien recurriendo a asesores financieros o analizando por tu cuenta los siguientes temas:
- Instrumentos de inversión y activos. Hay que conocer cuáles son las diferentes opciones en las que es posible invertir: fondos de inversión, acciones en bolsa, seguros de ahorro, inmuebles… Saber cuáles son sus particularidades y qué pros y contras tienen antes de elegir donde invertir.
- Estrategias de inversión: estar al día de las tendencias y factores que afectan a los mercados financieros es esencial para diseñar una estrategia de inversión que te permita operar con más seguridad, minimizando los errores y aprovechando las oportunidades. Por ejemplo, en la actualidad, existen vehículos que ofrecen rentabilidades atractivas gracias a que los tipos de interés han subido. Recordad siempre que los mercados financieros son muy dinámicos y mantenerse informado de sus cambios es clave para tomar decisiones acertadas.
- Fiscalidad: antes de decantarte por un instrumento de inversión, es fundamental conocer cómo tributará los rendimientos que obtengas para maximizar tus ganancias. Además, en la actualidad, existen productos de ahorro e inversión que cuentan con ventajas fiscales como, por ejemplo, Plan de Pensión Individual, Plan Individual de Ahorro Sistemático (PIAS) y Seguro Individual de Ahorro a Largo Plazo (SIALP).
Confía en el largo plazo
Por último, aunque cada inversor es libre de apostar a corto, medio o largo plazo, esta última opción puede ser buena por numerosos motivos: en primer lugar, con pequeñas aportaciones periódicas podrás generar un gran ahorro para tu futuro; además, el mercado financiero a largo plazo tiene una tendencia creciente que permite disminuir el riesgo de sufrir perdidas y maximizar tu ahorro con el paso del tiempo. Realizar inversiones a largo plazo es una excelente apuesta.
Contar con la ayuda de GENERALI
Y, por supuesto, contar con la asistencia y asesoría de una compañía como GENERALI (y de sus expertos) siempre es una buena idea. Nuestra aseguradora te brinda información sobre los mercados financieros, cuenta con una amplia y flexible oferta de productos de ahorro, pensiones y productos de inversión que se adaptan a tus necesidades.