A menudo, cuando nos referimos a embarcaciones de recreo pensamos en navegación marítima, pero no siempre tiene por qué ser así. En España tenemos cientos de lagunas, de pantanos y de ríos, muchos de los cuales (principalmente los grandes, como el Duero, el Tajo, el Ebro, el Guadiana o el Guadalquivir) son perfectamente navegables. Es decir, cumplen con las condiciones para la navegación.
Más allá de eso los ríos cuentan con muchas zonas adecuadas para una navegación tranquila, por no hablar de la paz que se respira en espacios naturales como las lagunas o artificiales como los embalses, con aguas mansas a más no poder
Quizás no se respire la aventura que supone echarse a la mar, no se disfrute (o sufra) el oleaje y no se disponga de tanto espacio, pero navegar en estos lugares interiores es también una gozada, por diferentes motivos. Y además puede suponer una buena toma de contacto para navegantes más inexpertos, que aprenden a manejarse en un entorno que supone un riesgo menor que en el mar.
Ya sabéis que es posible navegar en pantanos y ríos, pero… ¿puede una embarcación de recreo navegar en un río? ¿Puede un barco navegar en un pantano? Perfectamente. Existen muchas embarcaciones que pueden navegar en ríos y pantanos: piraguas, kayaks, canoas, motos de agua, veleros e incluso yates.
Requisitos para navegar una embarcación de recreo
Las embarcaciones muy pequeñas (de menos de dos metros y medio de eslora) que no tengan motor no necesitan absolutamente nada para navegar por ríos y pantanos en España. Las que en cambio precisen de motor o vayan a combustión necesitan de un permiso, que a priori no es demasiado difícil de expedir.
¿Cómo se consigue un permiso de navegación para ríos y pantanos? Rellenando una declaración responsable ante la administración, indicando que cumplimos con los requisitos necesarios para llevar nuestra nave y comprometiéndonos a cumplir la normativa no sólo general, sino de ese espacio en particular. Después, en caso de que se aprueba nuestra solicitud, deberemos pagar una tasa más o menos elevada en función del tamaño de nuestra embarcación.
Las confederaciones hidrográficas, clave
Pero no todo es tan sencillo como parece, y la descentralización en materia de legislación lo complica todo un poco más; Por ejemplo, para navegar por ríos hay que informarse de la normativa que tenga cada confederación hidrográfica, saber a qué organismo local, provincial, zonal, regional o nacional compete la zona por la que se quiere navegar y qué requisitos se exigen. Así que una vez más se requiere de una tarea de información previa.
Espacios naturales
También hay que tener en cuenta que en determinados espacios naturales se establecen unas normas para contribuir a la conservación del ecosistema, de la fauna y flora del lugar, que suponen ciertas restricciones con el fin de mantener el equilibrio entre el disfrute de la actividad de ocio y el respeto a la naturaleza. Pueden afectar a la velocidad máxima permitida, al número de embarcaciones de recreo a las que se autoriza navegar en el mismo espacio, a la zona permitida para desplazarse, al permiso o prohibición para la pesca o al tipo de nave de la que se trate (distinguiendo, por ejemplo, entre embarcaciones con o sin motor); o incluso pueden suponer la prohibición en algunas épocas del año, durante un periodo de tiempo o hasta de forma permanente.
¿Se necesita seguro?
Y como somos un blog sobre seguros, también hay que tratar este asunto. ¿Se necesita seguro para navegar por ríos y pantanos con nuestra embarcación de recreo?
En este sentido la respuesta es la misma que si quisiéramos navegar en el mar. El seguro de responsabilidad civil es obligatorio siempre que se trate de vehículos a motor o que superen los seis metros de eslora.
Por supuesto, en el caso de embarcaciones de recreo que no cumplan esas condiciones no deja de ser recomendable, pues existen una serie de riesgos cuando se navega incluso en aguas tranquilas, y más en un entorno en el que pilotar una nave no precisa de tantos requisitos, experiencia o cualificación como en el mar. Así que no estará de más contratar un seguro de embarcaciones de recreo como el de GENERALI.
Menos trámites que en el mar
Por lo tanto, en la mayoría de los casos pilotar una embarcación de recreo en un río o pantano suele requerir de menos trámites, de menos papeleo que en el mar. En este último elemento hay que tener titulación, matrícula de la embarcación, certificado de navegabilidad y póliza de seguro, más allá de otros documentos, si se quiere navegar con una embarcación a motor o un barco de vela grande. Pero ello no quita de conocer bien qué papeles necesitamos para navegar y cuáles son las normas que se demandan en cada espacio; así que antes de disfrutar del agua, el paisaje y la experiencia a bordo de nuestra embarcación toca realizar un pequeño trabajo previo. Merece la pena el esfuerzo, ¿no?