¿Has visto Los Simpson alguna vez? Estoy seguro de que tu respuesta es Sí. Y también estoy seguro de que Marge tiene contratado un seguro de accidentes para jóvenes.
Apostaría a que Marge Simpson, prudente como es ella, habrá optado por contratar un seguro de accidentes para jóvenes para curarse en salud ante cualquiera de las inocentes travesuras de su travieso hijo Bart, en previsión de que su casa pueda acabar inundada, reducida a cenizas o destrozada; quizás no estaría mal tampoco que los padres de Shin Chan, otro angelito especialista en destrozo de mobiliario, escándalo público y provocación al personal, estudiaran esa posibilidad también.
Son dos ejemplos de ficción, pero con una base de realidad.
En el mundo real quizás no haya muchos Barts o Sinosukes -por fortuna- pero sí numerosos menores y jóvenes capaces, debido a su corta edad y a lo que ello conlleva -inocencia y desconocimiento en los niños, insensatez y falta de sentido de responsabilidad en los adolescentes- de ponerse en peligro o poner en peligro a los demás con sus actos, provocando no sólo daños materiales sino incluso daños personales.
¿Tu niño es un terremoto?
Sea cual sea la respuesta lo cierto es que los menores juegan, corren, van de un lado para otro, hacen deporte constantemente y, sobre todo, tienen escaso sentido del peligro, por lo que son potencialmente más peligrosos en ese sentido que los adultos. Y eso hace que las posibilidades de que se vean involucrados en un accidente resulten elevadas. Es una realidad que han tenido en cuenta varias compañías aseguradoras, que han optado por ofrecer entre sus productos seguros del ramo de accidentes destinados a la cobertura de los menores de edad o han incluido a éstos en la cobertura de sus pólizas de accidentes.
De los niños…
Un seguro de accidentes para niños, integrado o no en una póliza de familia, protege a la unidad familiar ante la posibilidad de daños producidos por menores, ayudando a reducir los gastos ante una situación imprevista. Y no sólo de dinero, sino también de tiempo y de ánimo.
Las coberturas que ofrece un seguro de accidentes para jóvenes destinado a los más pequeños de la casa pueden ser muy amplias: indemnización en caso de hospitalización o cirugía por accidente o enfermedad del menor, cobertura de enfermedades graves, gastos de tratamientos dentales por accidente, servicio médico a domicilio, servicio pediátrico de urgencia, gastos de educación en caso de incapacidad o fallecimiento del padre o la madre, servicio de atención telefónica 24 horas, rotura de gafas…..
También es habitual que los niños acudan a campamentos o a colonias durante sus vacaciones, con el riesgo que eso implica dadas las múltiples actividades que realizan y la mayor desprotección que tienen con respecto al hogar familiar. Por ello, para esas épocas concretas, también es recomendable que los padres tengan constancia de que la empresa organizadora haya contratado, además del seguro de responsabilidad civil, un seguro de accidentes para jóvenes.
A los jóvenes…
Quizás tu hijo haya pasado la edad de Bart Simpson o de Sinosuke pero puede estar en la de Miley Cyrus o Justin Bieber, por poner dos ejemplos, lo que tampoco resulta demasiado tranquilizador…
Si tu hijo es adolescente o joven un seguro, adecuado a su edad, de accidentes puede contar con algunas coberturas más adaptadas que las del seguro para menores. Diferente etapa de la vida, diferente modo de actuar, diferentes escenarios, diferentes riesgos. Por eso los seguros de accidentes para jóvenes pueden ofrecer coberturas como recuperación o gestión de documentos, adaptación de la casa o el coche tras un accidente o asistencia en viaje, más allá de las coberturas habituales de un seguro del ramo: capital garantizado en caso de fallecimiento accidental o en el supuesto de que el incidente derive en invalidez permanente, parcial o absoluta, o incluso en gran invalidez.
En este caso, al ser ya mayores de edad y responsables de sus actos los suscriptores del seguro pueden ser los propios jóvenes, algo que en el caso de los niños, obviamente, corre a cargo de los progenitores o tutores del menor.
… y a los no tan jóvenes
Pero fiel a su apuesta por la diversificación y la flexibilidad, en el sector seguros se pueden encontrar pólizas de accidentes para jóvenes pero destinados a otro tipo de jóvenes: menores de 36, menores de 45 años… e incluso menores de 65.
Y es que, al igual que el amor, los accidentes tampoco tienen edad. Todos, sea cual sea la fecha de nacimiento registrada en nuestro DNI, estamos expuestos a ellos. Es la vida, y los seguros de accidentes tratan de adaptarse a esa realidad de la mejor manera posible. A nosotros nos corresponderá, por nuestra parte, la decisión de contratar o no un seguro del de ésta modalidad y, en caso de hacerlo, la de suscribir el que mejor se adapte a nuestras necesidades y situación.