El seguro de decesos para residentes extranjeros. ¿Cómo funciona? ¿Qué características específicas tiene?
Basta con dar una vuelta por cualquiera de las calles de una ciudad española para darse cuenta: la sociedad española es cada vez más heterogénea, multirracial y multicultural. La inmigración registrada en las últimas décadas, y su descendencia, han propiciado que España sea ahora una nación enriquecida gracias a personas procedentes de múltiples lugares más allá de nuestras fronteras.
Actualmente un amplio colectivo de extranjeros de origen ecuatoriano, marroquí, rumano, y decenas de nacionalidades más, que viven, residen y trabajan en nuestro país, conformando una realidad social diferente a la de hace unos años. Una realidad a la que también los seguros han estado atentos.
Estas personas cuentan, muy a menudo, con la gran dificultad de estar lejos de sus países de origen y separados de gran parte de sus familiares, algo que genera unos cuantos problemas de logística, más allá del ámbito personal.
Por ejemplo, en el caso de que se produzca un fallecimiento, todas las gestiones a realizar -que ya no resultan sencillas sea cual sea el caso- se convierten en trámites más complicados todavía. Para facilitarles las cosas, y teniendo en cuenta el amplio número de personas de otras nacionalidades que viven en España, se ha creado el seguro de decesos para residentes extranjeros. ¿Cómo funciona? ¿Qué características específicas tiene? ¿De qué manera puede simplificar los trámites y ahorrar dinero a las familias extranjeras? Seguid leyendo.
La repatriación, clave
La gran diferencia con respecto a un seguro de decesos estándar es que este habitualmente no garantiza gastos de repatriación al lugar de origen –salvo que el fallecimiento ocurra fuera de nuestro país-, un trámite que se hace necesario cuando hablamos de un extranjero residente en España. Frecuentemente, la mayoría de los familiares de estas personas residen en su país de origen, y normalmente la voluntad de los emigrados -y de sus allegados- es que tras fallecer sus restos descansen en su lugar de procedencia.
Los seguros de decesos para residentes incluyen entre sus coberturas, como es lógico, los gastos de repatriación, aliviando a las familias de tres importantes cargas -la emocional, la logística y la económica-. En el aspecto emocional, para empezar, porque alivian su nivel de stress y de preocupación y les evitan un dolor adicional en una situación tan dura como la muerte de un familiar. Además, cuando una persona contrata una póliza de este ramo, se asegura también que se cumpla más fielmente su voluntad en caso de fallecimiento.
En el logístico, contar con la ayuda de un seguro, libera a los familiares de la realización de decenas de trámites desconocidos para ellos y complicados de realizar, más todavía teniendo en cuenta que pueden tener complicaciones adicionales al proceder de otro país y deber realizar más trámites de lo habitual. Avisar a la familia, comunicar la defunción a la embajada correspondiente, la expedición del certificado médico de defunción, la tramitación de solicitud formal de traslado, diferentes visados y permisos… Muchas de esas gestiones se ahorran contando con un seguro de decesos y llamando a la aseguradora para que se encargue de gran parte del trabajo. Y esto es todavía más importante cuando el fallecido reside solo en España y no tiene familia en nuestro país.
Por último, la tercera razón: en el aspecto económico haber contratado un seguro de decesos sale rentable, pues los gastos de repatriación son, caiga quien caiga, elevados, de varios miles de euros. Este pago recaería en la familia del fallecido en el caso de que no esté cubierto con un seguro.
Es importante indicar, que en este tipo de cobertura, la aseguradora cubre habitualmente el traslado del fallecido hasta el aeropuerto de destino más próximo al lugar de inhumación, y en algunos casos una suma de dinero adicional para los gastos que se produzcan en el país de destino.
Coberturas complementarias
Algunas de las coberturas complementarias que puede tener un seguro de decesos para residentes es el servicio de cremación, en caso de que este se realice; los gastos de transporte de una persona para acompañar los restos mortales; el servicio de gestión testamentaria, que proporciona este trámite sin cargos adicionales…
Como en todos los casos, para decidirse por una compañía u otra, hay que tener en cuenta varios factores, y no sólo el precio y la modalidad de tarifa. Saber si el seguro es operativo en el país de origen, enterarse de si la aseguradora nos devolvería la cantidad sobrante si el coste del servicio hubiera sido menor al capital asegurado, conocer si ésta se adapta a los gastos de sepelio del país correspondiente y tener claras con exactitud las coberturas que se nos brindan resultan aspectos fundamentales. Para las personas que pertenecen a este colectivo, desde expatriados europeos hasta peruanos, es un seguro que debe considerarse contratar.