Todos nosotros sabemos lo que nos puede ofrecer un seguros de hogar en líneas generales: cuáles son sus principales coberturas, de qué protege, qué garantiza, para qué sirve.
Sin embargo estas pólizas pueden incluir mucho más de lo que podamos pensar a simple vista, pues existen multitud de coberturas impensadas a bote pronto que pueden resultar efectivas dependiendo de nuestra situación personal, familiar y profesional. La imaginación, las necesidades de cada uno y el dinero ponen los límites.
Veamos para empezar algunas de esas coberturas curiosas que podría ofrecer un seguro de hogar. ¿Sabías que, por ejemplo, puede cubrir los daños que provoque cualquier travesura o trastada que los niños a nuestro cargo (hijos, ahijados) puedan causar? Y curiosamente no sólo en el entorno de nuestro hogar, sino más allá de él. Por ejemplo, en un centro comercial. Técnicamente se llama cobertura de responsabilidad civil familiar, y sirve para cubrir los daños causados a terceros por cualquier componente de una familia. En ese sentido también existen coberturas referentes a las molestias o perjuicios que nuestras mascotas pudieran causar a terceros, tanto en casa como fuera de ella.
Para continuar hablando de niños (y de adolescentes), por desgracia una de las tristes situaciones frecuentes en la actualidad es el ciberacoso y la violencia a través de la red, dada la proliferación de las nuevas tecnologías en el entorno personal. Algunos seguros han creado coberturas específicas relacionadas con estos casos, ayudando a proteger al asegurado y a su familia ante casos de este tipo.
Otro servicio que cada vez más compañías incluyen en su oferta es el servicio de bricolaje, que pone a la disposición del contratante la ayuda de profesionales expertos en reparaciones o en instalaciones. Así no deberemos preocuparnos por montar un mueble, cambiar un enchufe o arreglar un picaporte estropeado, pues tendremos esa opción disponible incluida dentro del seguro firmado. Algunas aseguradoras también contemplan la posibilidad de que necesitemos el servicio de otros profesionales en nuestra casa, creando coberturas específicas de asistencia informática o atención médica. Los daños estéticos también están incluidos dentro de las ofertas que ponen en el mercado las diferentes compañías.
Fuera de nuestra casa
Lo curioso es que además muchas de las coberturas incluidas en los seguros de hogar no se circunscriben al entorno doméstico, sino que engloban también hipotéticas situaciones sucedidas en el exterior de nuestro domicilio. Es el caso, por ejemplo, de un atraco sucedido en plena calle. Algunas pólizas incluyen indemnizaciones por robo e incluso hurto en medio de la vía pública, y otras ofrecen asistencia en viaje (cobertura de los gastos de desplazamiento, hospitalización, localización y salvamento, indemnización por extravío de equipaje y un sinfín de posibilidades más).
Los seguros de hogar pueden hacerse cargo incluso de la pérdida de alimentos refrigerados, que tengamos en casa, como consecuencia de una avería eléctrica; del servicio de borrado de la huella digital; del bloqueo de dispositivos móviles que hayamos perdido o nos hayan sustraído; de los daños producidos por cimentaciones o desprendimiento de tierras; de los gastos de demolición y desescombro… El consejo es el de siempre: informarse bien de qué nos puede ofrecer un determinado seguro de hogar y conocer sus coberturas antes de contratarlo. Y si lo quieres más fácil habla con tu agente de seguros y te sacará de dudas y te dará buenas recomendaciones.
Peculiaridades por países
Poniendo nuestro foco ahora en los seguros de hogar en el mundo, destacan multitud de circunstancias sorprendentes. Por ejemplo, el hecho de que en nuestro país vecino Francia o en naciones como Suiza resulta obligatoria su contratación. Y no sólo en el caso de compra de viviendas, sino en lo que respecta al alquiler. En el país helvético, además, la contratación del seguro de hogar no se realiza en algunos cantones a través de empresas privadas, sino por medio de organismos públicos.
Otros dos países que apuestan firmemente por este tipo de pólizas (pese a que no son de contratación obligatoria) son Estados Unidos –con alrededor de un 95% de sus hogares asegurados- y Australia, con un 85%. Por cierto, hablando de los estadounidenses, las causas más frecuentes de siniestro en las casas son dos: vandalismo y robo por un lado e inclemencias meteorológicas por el otro (viento, granizo, inundaciones).
En el lado opuesto se sitúan países latinoamericanos como México o Colombia, en los que prácticamente no se aseguran los domicilios. Sólo el 5% de las casas mexicanas están aseguradas, mientras que el porcentaje de las colombianas que apuestan por cubrirse las espaldas en ese sentido se sitúa alrededor del 1%.
Los millonarios, claro está, son un mundo aparte, y también en materia de seguros. Vamos a acabar este post con una curiosidad: se ha puesto de moda entre algunas personas de un gran nivel adquisitivo la contratación de un seguro con operativo paramilitar. Eso les permite -si fuera necesario- disponer en tiempo récord de la ayuda de un equipo de profesionales que pongan sus caras pertenencias a salvo en caso de un robo o un desastre natural.