Manolo no está pasando por un buen momento. Hace unas semanas sufrió un accidente del que es difícil recuperarse, y más cuando ya se cuenta con una edad avanzada. Un despiste suyo, cruzando una calle cuando el semáforo estaba todavía en rojo para los peatones, acabó en desgracia. Un coche que circulaba (por fortuna a escasa velocidad al ser una zona residencial) le atropelló. Resultado: fractura de tibia y peroné.
Ahora, tras la intervención quirúrgica pertinente y un tiempo en el hospital, ya llevaba un mes y medio en casa y comenzaba, con la ayuda de un rehabilitador, a estar poco a poco mejor, a recuperar lentamente la movilidad e incluso a valerse por sí mismo. Su hija, que había convivido con él tras salir del hospital, debía volver tanto a su trabajo como a su verdadera casa.
No te preocupes, ya me puedo valer por mí mismo- le dijo Manolo, siempre con fortaleza y buen ánimo. Y ciertamente era así, pues pese a tener que hacer aún uso de las muletas y a las lógicas dificultades se iba apañando bien. De hecho, cada vez mejor.
Pero un día sintió un dolor en el pecho muy muy intenso, y el corazón muy acelerado, a punto de desbocarse. Sintió miedo, y pensando en que podría estar cerca de sufrir un infarto avisó a su hija. Como esta no le cogía el teléfono, decidió hacer uso del servicio de teleasistencia que había contratado en su seguro de decesos para solicitar el envío de una ambulancia, que le llevó inmediatamente al centro hospitalario más cercano. Además, el servicio se puso en contacto con su hija para informarle de lo sucedido y de cómo se encontraba Manolo.
Por suerte, tras las pruebas realizadas todo quedó en un susto. Su corazón estaba perfectamente, y la sensación de taquicardia había sido provocada por un fuerte ataque de ansiedad, al haberse soltado de golpe toda la emoción contenida, el miedo, el susto, el stress y el shock que generaron el accidente que había sufrido y los difíciles meses posteriores.
A partir de ahí comenzó a realizar meditación con asiduidad, lo que le ayudó de cara a retomar la tranquilidad y la paz, y poco a poco tanto su pierna como su salud mental fueron a mejor. Un gran mérito suyo sin duda, pero siempre con la ayuda de su hija, así como del fisio rehabilitador y de su instructor de meditación; y, por qué no decirlo, del seguro que le asistió cuando más lo necesitaba. Normal contando el apoyo de una de las mejores compañías de seguros, GENERALI.
Teleasistencia en los seguros de decesos
Algunos delos mejores seguros de decesos cuentan, entre sus coberturas de asistencia familiar, con la de servicio de teleasistencia, que suele formar parte de las garantías de contratación opcional. Porque, como ya hemos dicho en muchas ocasiones, los seguros de decesos más completos integran también coberturas que van mucho más allá de las relacionadas con los trámites y los servicios habituales tras el fallecimiento de una persona, como es el caso de la que protagoniza nuestro post de hoy.
¿Qué es la teleasistencia?
La propia palabra aclara bastante en qué consiste la teleasistencia. Se trata de una serie de servicios que la aseguradora facilita o gestiona a distancia después de que su cliente se haya puesto en contacto con ella. Son servicios destinados a asistir a la persona asegurada en caso de que lo necesite o enviar los medios humanos o materiales que precise.
En los seguros de decesos de GENERALI, por ejemplo, esta cobertura puede prestarse al cliente que la haya contratado, siempre que este se encuentre (a causa de algún accidente o enfermedad grave) en estado de inmovilización domiciliaria durante un periodo de tiempo superior a medio mes.
Este servicio funciona de esta manera: la aseguradora instala un aparato de alarma en casa del asegurado, y cuando lo necesite el cliente puede usarlo para ponerse en contacto con ella, aprovechando los servicios disponibles sin un coste adicional.
Servicios de teleasistencia
Pero, ¿cuáles son los servicios de teleasistencia que pueden facilitarse en un completo seguro de decesos? Varios, como estos que os contamos aquí.
Búsqueda y envío de un médico
Si no es posible localizar al médico habitual de la persona asegurada que necesita atención o a los servicios de urgencia que este indicó en el contrato, la aseguradora se hace cargo de buscar y enviar un médico al domicilio del cliente
Envío de una ambulancia
Este servicio también se puede hacer cargo de organizar el transporte del cliente en ambulancia a un centro hospitalario próximo, así como del coste que requiera, total o parcial, en función de la situación y de las condiciones del contrato de seguro.
Servicio de información
Sirve para alertar de lo sucedido a la familia del asegurado -o la persona que este haya designado como contacto- en caso de que tenga un accidente o sufra una enfermedad, informando además periódicamente a los allegados sobre su estado de salud.
Intervenciones de urgencia
Si el asegurado usa el dispositivo de teleasistencia pero no puede explicar qué le sucede por encontrarse grave, inconsciente o impedido, la compañía de seguros se encarga de organizar las ayudas de urgencia que se necesiten para asistir a la persona.
¿Qué seguros de GENERALI tienen esta cobertura?
En cuanto a los seguros de decesos, muchos de los de GENERALI cuentan con esta cobertura dentro de la de asistencia familiar, que forma parte de la cobertura del seguro Protección Single y que si se desea también se puede contratar en los seguros Protección Edad Oro, Protección Familiar y Protección Extranjeros.