Durante la época del Imperio Romano, la civilización que durante siglos dominó medio mundo fue capaz también de construir un complejo y vasto sistema de comunicaciones terrestres, que aún hoy en día nos llama la atención por su magnitud: más de 400 vías y 70.000 kilómetros conectaban el epicentro, la magna Roma, con las zonas más recónditas del imperio. Con ese panorama no es extraño que se extendiera la sentencia Todos los caminos llevan a Roma, que continúa vigente ahora. Si no de manera real sí en modo figurado, simbolizando que existen muchas vías distintas para llegar a un mismo lugar, objetivo o meta.
Muchos siglos después, ya entrado el XXI, el sector asegurador demuestra tener bien presente la enseñanza recogida en esa antigua sentencia, apostando cada vez más por la denominada omnicanalidad facilitando al cliente todos los canales posibles de contacto. Tanto hablar de carreteras nos viene que ni pintado para referirnos al seguro de auto, cuya contratación puede realizarse por más de una vía, o canal, en función de las preferencias del cliente. ¿Cuáles son las opciones que nos brindan actualmente las aseguradoras para suscribir un producto en este ramo?
Tres caminos, una meta
La mayoría de compañías ofrecen tres caminos para poder suscribir un seguro de auto. El primero de ellos es casi tan vetusto como la Antigua Roma: la contratación personal, poniendo a disposición del cliente una red de oficinas físicas, empleados y agentes para que acuda a informarse y a realizar los trámites pertinentes asistido por estas personas. Tiene la ventaja del trato cercano y la comunicación directa, que siempre es más completa y resulta de gran utilidad a la hora de resolver dudas, incrementando además la confianza entre cliente y compañía. La incomodidad, ya que el interesado debe desplazarse, y la mayor inversión de tiempo son quizás sus puntos débiles. Este sistema sigue siendo el preferido de los clientes veteranos, proclives al método de siempre pues les ofrece una mayor seguridad.
De la manera tradicional pasamos a otra semi-tradicional, pues aunque el teléfono tiene casi siglo y medio de vida (nació en 1876) su uso como vía para la suscripción de seguros es relativamente reciente. Varias aseguradoras lo disponen para este cometido, aunque algunas atiendan sólo en horario de oficina y otras de modo permanente. Podemos decir que la contratación telefónica es un método intermedio, pues mantiene en parte la cercanía del trato personal y por otro lado sirve para ganar en tiempo y comodidad.
Por último, el camino más moderno, construido en el siglo XXI, es el de la contratación online, una buena opción que permite ahorrar tiempo y simplificar la gestión y que resulta especialmente apropiada en un ramo, el de auto, en el que toman un mayor protagonismo los aspectos técnicos, numéricos y medibles y no tanto los emocionales como en un producto de vida o decesos.
La contratación de un seguro de auto online no tiene ningún misterio para cualquiera que esté familiarizado a manejarse en la red. Lo habitual es que las compañías de seguros ofrezcan a los usuarios la posibilidad de acceder a un sencillo menú. Este permite al cliente solicitar un presupuesto para su seguro de coche, informándose de las opciones de cobertura y los costes de la contratación; por otro lado, a la aseguradora le sirve para conocer tanto las características del vehículo como los datos del conductor e indicar a este las opciones disponibles.
Para cualquiera de las formas de contratación, son numerosas las variables que influyen en el precio del seguro, y deben facilitarse a la hora de consultar la prima: marca, modelo y versión, accesorios, antigüedad y kilometraje del vehículo; edad y experiencia al volante de la persona que se quiere asegurar; tipo de producto que se pretende contratar y coberturas escogidas… En resumen, datos que sirvan para llegar al resultado final: el precio de la póliza.
Cada medio de contratación tiene sus propias características y aporta ventajas a cada tipo de cliente de manera que antes de elegir una u otra considera estos aspectos para escoger la más adecuada a tu caso.