La que viene a continuación no será la historia más emocionante ni la más espectacular, y no habrá un desenlace épico.
Pero sí será una historia tan real como la vida misma, que servirá para destacar la importancia y la practicidad de una cobertura tremendamente útil, el vehículo de sustitución, integrada en algunos seguros de coche, generalmente en los productos a terceros más completos y en la mayoría de las pólizas a todo riesgo.
Vehículo de sustitución para reparaciones grandes y pequeñas
La historia de José Luis es la historia de tantas personas -como tú, como yo, como cualquiera que haya tenido un coche en propiedad- que se han quedado sin su vehículo durante varios días, mientras este debía ser reparado en el taller.
En su caso, aunque su coche no presentaba ningún problema serio que le impidiera circular, estaba lleno de pequeños abollones, rozaduras y desconchados que le daban aspecto de destartalado.
Pese a que no suponía nada grave, decidió llevarlo a un taller mecánico para reparar esos desperfectos estéticos y dejar su vehículo como nuevo.
Por supuesto, lo hizo siendo consciente de que su seguro le cubriría durante el par de días en los que su coche debería dormir en el taller ya que su reparación superaba las 8 horas.
¿De qué manera? Mediante la practiquísima cobertura a la que hicimos referencia en el arranque del post: la de vehículo de sustitución.
Haciendo uso de esta garantía, José Luis pudo disponer de un vehículo clase C, incluso de gama superior al suyo, durante el tiempo en el que no pudo utilizar su medio de transporte habitual.
Y es más, sin hacerse cargo del coste del seguro obligatorio de responsabilidad civil correspondiente a su vehículo de sustitución.
De esta manera, durante esos días pudo seguir sin problemas con su rutina normal de ir en coche a trabajar, recoger a los niños del colegio y finalizar la jornada haciendo un poco de deporte en la piscina.
¿Cómo solicitar un coche de sustitución?
La comunicación y la gestión de la cobertura resultaron muy sencillas. Únicamente tuvo que ponerse en contacto con la compañía de seguros para informarle de su intención de hacer uso de la garantía de coche de sustitución.
En ese mismo día ya pudo disponer del mismo, pues la aseguradora aprobó el uso de la cobertura.
En cuanto a la fecha de devolución, se marcó de común acuerdo entre la aseguradora y el taller mecánico, que confirmó que bastarían dos días para la reparación del vehículo del cliente.
De cualquier manera, el contrato de seguro disponía que el asegurado podría haber hecho uso de los beneficios de esta cobertura durante 14 días, siempre y cuando la situación lo requiriese. Así que no habría habido problema en el caso de que la reparación se hubiera debido prolongar en el tiempo, pues había casi medio mes de margen.
Hay que añadir que en el caso de reparaciones que lleven escaso tiempo, como unas pocas horas, al 99,99% como es lógico la aseguradora no se hará cargo de proporcionar un coche de sustitución a su cliente.
Otras situaciones que cubre el vehículo de sustitución
Pero la cobertura de coche de sustitución no sólo puede ser de gran utilidad en un caso como este, referente a una reparación rutinaria
También en otros de mayor gravedad por desgracia posibles, como un accidente en el que el vehículo propiedad del cliente quedase dañado, e incluso en situación de siniestro total; o un robo del coche, aparezca o no el mismo en los días posteriores.
En ambos casos habría podido hacerse efectiva la garantía de vehículo de sustitución, que el cliente podría utilizar durante varias semanas si fuera preciso.
Eso sí, siempre que se hubieran dado las circunstancias necesarias como para aprobarse la ejecución de la cobertura. En el caso de un accidente de circulación del vehículo asegurado, lo habitual es que sólo se facilite vehículo de sustitución en caso de que la reparación requiera más de 8 horas de taller, o si se ha producido un siniestro total.
En el supuesto de apropiación ilegal, por lo general se puede disponer del vehículo suplente durante mucho tiempo, en torno a un mes de límite, en caso de que el coche no aparezca o, en caso de que finalmente se encuentre el vehículo robado, si se ha hallado con daños materiales que requieran su paso por el taller (siempre, una vez más, que la reparación precise de un tiempo suficientemente largo como para que la aseguradora preste la cobertura).
Además, lo habitual es que la compañía de seguros solicite a su cliente, a modo de comprobante, el original de la denuncia del robo.
Por supuesto, nunca se podrá disponer del coche de alquiler en caso de que el vehículo propiedad del cliente haya sido reparado y esté en condiciones para circular.
Todas estas circunstancias deben estar precisadas en el contrato de seguro para no dar lugar a ningún equívoco.¿Tienes alguna duda más sobre cómo funciona el coche de sustitución en los seguros?
¡Te esperamos en los comentarios para resolverla!