Descubre en qué consiste la cobertura de alimentos refrigerados del seguro de hogar y cuáles son los beneficios que supone contratarla. Infórmate qué casos están cubiertos, cómo se determina el valor de los alimentos echados a perder y cómo justificar las pérdidas frente a la compañía de seguros.
¡Todo eso y mucho más lo tienes en este post!
No hace falta que escribáis en un buscador cobertura alimentos refrigerados, seguro alimentos refrigerados, perdida alimentos refrigerados seguro o algo así. Aquí os contamos todo sobre la cobertura de alimentos refrigerados en el seguro de hogar, así que no tenéis más que seguir leyendo.
Índice
¿Qué es la cobertura de alimentos refrigerados del seguro de hogar?
Imaginemos una situación habitual.
Tenemos visita de la familia o amigos y hemos realizado un esfuerzo económico importante para hacer la compra y celebrarlo con una buena cena. El fin de semana de antes de la cita nos vamos a desconectar de la gran ciudad a una casa rural… y al regresar nos encontramos con un desagradable panorama. El frigorífico se ha estropeado y ha estado sin funcionar durante nuestro periodo de ausencia, echándose a perder una gran parte de las existencias.
Conclusión: dinero tirado y dos opciones por delante: doblar la apuesta y volver a gastar dinero tirando de nuevo la casa por la ventana mediante una cara compra express u optar por la opción conservadora y sorprender a nuestros invitados con un menú degustación compuesto de caldo de pollo, chopped con patatas chips y manzana, todo ello regado con agua de grifo.
Ninguna de las dos se antoja un panorama maravilloso, ni para nuestra salud económica, ni para consolidar una correcta relación con nuestra suegra.
A menos que nuestro seguro de hogar cuente, dentro de sus garantías, con la cobertura de pérdida de alimentos refrigerados. Si la tenemos, nuestra compañía de seguros cubrirá (hasta el máximo económico que se encuentre estipulado en el contrato que hemos suscrito con la misma) los gastos de reposición de los alimentos que hayamos alojado tanto en un frigorífico como en un congelador -siempre que estos dispositivos formen parte de mobiliario asegurado- y que se hayan echado a perder por culpa de un siniestro.
Beneficios de proteger tus alimentos en caso de interrupciones en la refrigeración
Con el ejemplo que os hemos puesto los beneficios quedan bastante claros.
Principalmente esta cobertura puede suponer que evitemos efectuar un gasto inútil, sea éste de menor o mayor cuantía, por culpa de que se hayan estropeado los alimentos que estuvieran dentro del frigorífico. Siempre, eso sí, que se hayan dado una serie de circunstancias para que la compañía de seguros nos cubra.
Tipos de situaciones cubiertas
En cuanto a las causas por las que puede producirse un suceso desafortunado que eche al traste con nuestra comida -y que la compañía de seguros considere- citamos dos como las principales: los apagones y las averías.
Además, la mayoría de las aseguradoras incluyen entre sus coberturas numerosas situaciones más, como las que protegen las garantías básicas: incendio, caída de rayos, daños por humo o por agua, rotura de elementos del mobiliario, robo en la vivienda…; si este tipo de situaciones desembocaran también en la pérdida de nuestros alimentos, nuestra compañía podría hacerse cargo igualmente de solventar esta situación.
Pérdida de alimentos refrigerados por apagones
Un apagón en el área (es decir, una avería en el servicio eléctrico que surte a nuestro edificio, nuestro barrio, nuestra ciudad o nuestra zona, que de golpe deja de suministrarse) puede provocar la pérdida de alimentos refrigerados si no se soluciona con rapidez.
Y más durante los meses del verano, cuando el calor acelera el proceso. Importante: hablamos de fallos de luz pero no de cortes. Es decir, si hay un corte de luz informado (o no) para labores de mantenimiento, reparaciones controles… no están en los supuestos puesto que no es fallo de suministro público.
Asimismo, tampoco si es un avería o corte de la vivienda, salvo siniestro cubierto por garantía de eléctricos.
Pérdida de alimentos refrigerados por causa eléctrica o averías
Por otro lado, los alimentos podrían perderse por culpa de una avería en el frigorífico y/o en el congelador (rotura del termostato, fallo en el motor del frío, escape de líquido o gases refrigerantes…).
O podría producirse una pérdida de alimentos refrigerados por causa eléctrica a causa de un fallo en el servicio de electricidad que provocase un corte de luz. Ten en cuenta que el seguro te solicitará siempre que se acredite la avería con una factura de reparación. No es válido que tú lo repares.
Cómo se determina el valor de los alimentos cubiertos
Para determinar la indemnización es esencial conocer el valor económico de los alimentos que se hayan estropeado, por lo que la foto de la factura de compra de estos (anterior al siniestro) es fundamental de cara a que la compañía de seguros sepa cuál es el precio total de la comida perdida.
Si la causa ha sido una avería de la compañía eléctrica tendrás que acreditar además que has reclamado a la suministradora previamente.
Límites de cobertura y opciones para aumentarlos si es necesario
Antes de ello habrá que ver las condiciones que determina la aseguradora con la que hemos contratado nuestro seguro de hogar, teniendo en cuenta el porcentaje del contenido de alimentos refrigerados que se asegura y el límite máximo de indemnización que se nos puede conceder.
La comunicación con la compañía de seguros es esencial también para conocer si se podría aumentar o no el límite de cobertura y las condiciones en las que se ofrece esta garantía.
Pasos para presentar una reclamación por alimentos dañados
Este tipo de situaciones, por supuesto, deben probarse y justificarse a la compañía de seguros para que se nos conceda la indemnización.
Documentación necesaria, como listas de inventario y recibos
Hay que conseguir reunir la documentación necesaria que ayude a probar lo sucedido y el motivo por el que pasó: fotografías, listas de inventario de los alimentos que se han comprado, recibos…
Por ejemplo, en caso de que el siniestro se haya producido por culpa de un fallo en el suministro de energía eléctrica, la aseguradora podría pedirnos un justificante realizado por la empresa suministradora; o, si el corte de luz se ha producido a causa de una avería en la nevera, demandarnos la factura de la reparación de ésta como requisito indispensable para tramitar la indemnización.
En algunos casos, también podría solicitarnos el justificante de las compras de los alimentos echados a perder.
Procedimientos y plazos para presentar una reclamación exitosa
Una vez recopilada toda la documentación útil, deberemos enviarla lo antes posible a la aseguradora, conociendo el plazo que ésta haya marcado para la presentación de la reclamación.
Si se nos ocurre reclamar un año después a la compañía de seguros seguramente no servirá de nada, pues el plazo para la reclamación habrá acabado y no cobraremos ninguna indemnización.
Consejos para prevenir pérdidas de alimentos
Los consejos para prevenir pérdidas de alimentos pasan por el sentido común.
Por ejemplo, fijarse bien en las fechas de caducidad, no comprar más comida de la que se estime que se va a consumir en los próximos días, guardar cada alimento en el lugar adecuado de la nevera o congelador, regular apropiadamente la temperatura de los electrodomésticos…
Mantenimiento adecuado de los electrodomésticos
Por supuesto, otra de las cosas que debemos hacer es un mantenimiento adecuado de los electrodomésticos, comprobando que estén en las mejores condiciones, que se hayan cerrado bien, que la conexión eléctrica funciona, que el congelador no se haya escarchado, etcétera.
Cuidar nuestras instalaciones eléctricas prolongará su vida útil y contribuirá a que puedan alojar alimentos con las mejores garantías de conservación.
Medidas de precaución durante interrupciones de energía o viajes prolongados
Si se produce una interrupción de energía durante un tiempo amplio debemos empezar por consumir los alimentos más perecederos o cuya necesidad de frío para la conservación sea superior.
Si se estima que esta puede prolongarse demasiado en el tiempo quizás tengamos la opción de trasladar los alimentos a la nevera de algún amigo o familiar que nos haga un favor y cuente con espacio en su nevera para que no se pierdan.
En caso de viajes prolongados, lo mejor es dejar antes de irse la nevera lo más vacía posible, a no ser que se trate de productos con una fecha de caducidad muy lejana.
En caso de que no quede otra, de nuevo puede recurrirse a la ayuda de algún vecino, amigo o familiar para que ubique en su nevera lo que necesitemos conservar. Otra opción es regalárselo, o dar la comida a alguna persona que lo necesite o a una asociación que la vaya a aprovechar. Todo antes que tener que tirar comida por no poder o querer conservarla.
Factores a considerar al decidir si adquirir la cobertura
Posiblemente esta cobertura se incluya dentro de la garantía básica, como es el caso del seguro GENERALI Hogar, así que poco habrá que pensar más allá de beneficiarse de la tranquilidad que aporta tener esa garantía incluida en el seguro.
En caso de que forme parte de las coberturas opcionales tendremos que ver si nos interesa o no, qué coste adicional supone contratar esta cobertura y en qué condiciones dispondríamos de ella, si pasamos habitualmente tiempo en casa o tendemos a viajar bastante por ocio o negocio, si guardamos habitualmente mucho alimento en la nevera y este tiene un coste elevado…
Dependerá, como siempre, de cada situación y punto de vista considerar si esta cobertura se contrata o no. Lo importante es que, se tome la decisión que se tome, esta se haya pensado antes.
