¿Quieres saber qué cubre y cuánto cuesta un seguro de hogar básico? Desde incendios hasta robos, te contamos qué riesgos cubre tu póliza y cómo proteger tu hogar de la mejor manera según las necesidades específicas que tenga tanto tu familia como la vivienda.
Índice
Importancia de proteger tu hogar
Es muy fácil argumentar la importancia de proteger un hogar, pues al fin y al cabo es el lugar en el que se vive y seguramente la posesión más preciada que la mayoría de las personas tienen. Y más si a eso le añadimos que dentro del propio hogar siempre hay otras posesiones preciadas, bien por su valor material o bien por su valor sentimental, que forman el contenido de la vivienda.
Y es que una casa es también un espacio personal, un refugio, el campo base de una familia, su lugar de encuentro, su protección ante las inclemencias meteorológicas, su espacio de descanso… Una vivienda son muchas cosas de valor a la vez, y por eso es importante darle la importancia que tiene cuidarla de la mejor manera.
Contratar un seguro de hogar es una decisión que puede ayudar a proteger y cuidar ese espacio privado que es tan importante para todos nosotros.
Coberturas básicas del seguro de hogar
¿Qué riesgos cubre el seguro de hogar básico?
Partiendo de la base de que no todos los seguros de hogar son iguales, ni mucho menos, sí es cierto que bastantes de las coberturas básicas coinciden en la mayoría de los productos aseguradores.
Principalmente, un seguro de hogar básico debe cubrir las siguientes situaciones:
– Incendio, explosión o caída de rayos. Se cubren los daños causados por un fuego, por un rayo o por cualquier tipo de explosión, y que hayan afectado a la vivienda. También deberían estar incluidos los gastos de extinción, demolición o desescombro necesarios.
– Daños atmosféricos: un seguro básico también debe amparar los daños materiales causados por la acción del viento, la lluvia o el granizo.
– Daños por agua: aquí se consideran los producidos por múltiples situaciones, como fugas, atascos o roturas de tuberías.
– Robo: otra garantía básica, que permite que si esa situación sucede puedan cubrirse los daños causados durante la acción y se reponga lo que se haya sustraído (siempre hasta el límite que se haya acordado en el contrato, y con la exclusión de las joyas y el dinero).
– Responsabilidad civil: la cobertura básica de las básicas en casi cualquier seguro, la que respalda frente a los posibles daños a terceros.
– Roturas: normalmente están incluidos, además de los cristales, otros objetos como las encimeras, los cristales de vitrocerámica o el sistema de inducción.
– Daños eléctricos: gracias a esta garantía el seguro puede responder en caso de que se haya producido algún tipo de daño a causa de un cortocircuito o una subida o bajada de tensión.
– Defensa jurídica: poder disponer de asistencia jurídica, tanto en lo que se refiere a la consultoría como a la defensa si fuera el caso, es otra cobertura importante que generalmente entra dentro de los servicios básicos de un seguro de hogar.
Evaluación de las necesidades específicas del hogar
Sabiendo ya qué cubre un seguro de hogar básico, el proceso fundamental que hay que realizar si se pretende contar con un seguro que cubra nuestra casa es tener bien claras cuáles son las necesidades específicas del espacio en el que vivimos.
No sólo teniendo en cuenta la situación de nuestra familia (número de componentes y edad de éstos, especialmente si tenemos niños, tiempo habitual de estancia en la casa…), sino las propias condiciones de la vivienda: ¿son de calidad los materiales con los que está construida? ¿Está protegida ante las inclemencias meteorológicas o bastante expuesta? ¿Tenemos objetos de valor en su interior? ¿Guardamos dinero en efectivo y joyas? ¿Tiene algún punto débil la casa? ¿Vivimos en un barrio conflictivo o pensamos que no contamos con una seguridad adecuada en nuestro domicilio? ¿De qué tipo de infraestructuras eléctricas, de agua y gas disponemos?
Las respuestas a todas estas preguntas nos pondrán sobre la pista de cuáles consideramos que son las necesidades específicas de nuestro hogar. Teniéndolas claras nos será mucho más fácil decidir qué coberturas nos resultan imprescindibles, cuáles podrían venirnos bien y cuáles no nos son necesarias en caso de que decidamos contratar un seguro de hogar.
Consideraciones al seleccionar coberturas adicionales
Las preguntas anteriores son las que debemos tener en cuenta; pero no sólo a la hora de valorar la cobertura básica que nos ofrece un seguro, sino en lo que se refiere a escoger las coberturas adicionales.
El planteamiento es el mismo: de entre las coberturas adicionales, ¿cuáles consideramos imprescindible incluir? ¿Cuáles podemos pasar por alto?
Normalmente tendremos a nuestra disposición una gran cantidad de garantías complementarias o adicionales entre las que elegir.
Quizás queramos disponer de asistencia en el hogar; tener la posibilidad de reponer las llaves y cerraduras de las puertas de la vivienda en caso de robo, atraco, hurto o extravío, o reponer documentos; puede que te preocupen los daños estéticos, o que quieras una mayor protección legal, que te parezca importante disponer de asistencia informática o que dispongas de joyas y objetos de valor especial y pretendas cubrir su valor en caso de robo o daños materiales.
Esas son algunas de las consideraciones a valorar; pero cada persona, o cada familia, debe tener claras sus prioridades a la hora de contratar las coberturas de su seguro.
¿Cuánto cuesta un seguro de hogar básico?
Es una pregunta demasiado genérica, pues el precio de un seguro de hogar básico dependerá de cada aseguradora, de las características de la casa y del producto asegurador que se decida contratar.
Eso sí, podemos daros una estimación sobre cuánto cuesta un seguro de hogar básico: en el mercado pueden encontrarse seguros con un precio que oscila entre los 90 y los 150 euros anuales, dependiendo de muchos factores, más allá de las garantías. Así que, sin realizar un gran desembolso de dinero, ni mucho menos, puede disponerse de una importante gama de coberturas básicas que respondan ante muchas situaciones que pueden darse en el hogar.
Eso sí: recomendamos tener en cuenta muchos más factores más allá del precio, no sólo buscando el seguro de hogar más barato, sino teniendo claro qué nos ofrece a cambio. Así que… ¡atentos a las coberturas y a las letras pequeñas!
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son las coberturas básicas que generalmente incluye un seguro de hogar estándar?
Normalmente un seguro estándar cubre, además de la responsabilidad civil, situaciones como daños atmosféricos, por agua y eléctricos, incendios, explosiones, caída de rayos y ciertas roturas. Generalmente también se incluyen las garantías de robo y defensa jurídica.
¿Puedo personalizar mi póliza de seguro de hogar básico según las necesidades específicas de mi vivienda?
Por lo general las coberturas adicionales son las que permiten ajustarse más apropiadamente a las necesidades específicas de la casa y de sus inquilinos, pues el seguro de hogar básico no permite jugar demasiado con las garantías disponibles.
¿Cuál es la diferencia entre las coberturas básicas y las adicionales en un seguro de hogar?
Las coberturas básicas son las que bajo nuestro criterio consideramos fundamentales, las que ofrecen protección ante los daños más frecuentes, y son aquellas con las que el seguro cuenta de inicio; luego hay una serie de garantías consecuenciales que son aconsejables, y otras totalmente optativas, a libre elección del asegurado son las que se pueden contratar o no voluntariamente, y suelen ajustarse a necesidades más específicas, ofreciendo una mayor protección y numerosos servicios de asistencia.
¿Se puede actualizar mi póliza de seguro de hogar básico a medida que cambian mis necesidades?
Normalmente puede hacerse. Habrá que tener claro qué aspectos pueden actualizarse o incluirse y contactar con la aseguradora para consultarle acerca de las modificaciones que quieren hacerse en el contrato o las coberturas nuevas que se quieran añadir.
¿Es obligatorio tener un seguro de hogar básico y cuáles son las ventajas de contar con uno?
No es obligatorio a menos que la vivienda esté hipotecada o se te exija un contrato de alquiler; eso sí, es recomendable por todos los servicios que brinda y porque supone un respaldo importante en caso de que surja cualquier problema o se necesite disponer de cualquier servicio.