Presenciar un episodio de convulsiones febriles en niños es ciertamente impactante. A muchas madres y padres les asustan. ¡Y no es para menos! Cuando aparecen, el cuerpo del pequeño comienza a agitarse con movimientos fuertes y repetidos. No obstante, se trata de una respuesta del organismo que no implica riesgo para la salud de tu hijo. Aun así, conviene saber qué hacer en una convulsión febril. Descubre cómo evitar las convulsiones febriles con esta guía completa.
Índice
¿Qué son las convulsiones febriles?
Las convulsiones febriles son una respuesta del cerebro ante el aumento elevado de la temperatura corporal fruto de la fiebre. Cuando suceden, el cuerpo del niño comienza a sacudirse intensamente. En algunos casos, las convulsiones febriles pueden provocar pérdidas de conocimiento durante varios minutos.
¿Hasta qué edad se producen las convulsiones febriles? Se suelen dar en niños sanos entre los 6 meses y los 5 años de vida. Aunque resulte sorprendente, las convulsiones febriles en bebés y niños son más comunes de lo que imaginamos. Afectan a un 5% de los niños en España.
Los episodios de convulsiones febriles normalmente aparecen durante el primer o segundo día de fiebre, cuando la temperatura está en su punto más alto. Eso sí, tienen una clara predisposición a repetirse. 1 de cada 3 niños que sufre un cuadro de convulsiones febriles tiene otro episodio más.
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Síntomas de las convulsiones
Aunque resulte llamativo, en ocasiones las convulsiones febriles son el primer indicador de que el niño tiene fiebre. Por ello, conocer los síntomas te ayudarán a conocer mejor el estado de tu hijo.
- Temblores desde los pies a la cabeza.
- Movimientos musculares fuertes y repetitivos de los brazos, tronco, cabeza o piernas. Pero no siempre. Durante algunos episodios de convulsiones febriles, el cuerpo del niño puede quedarse rígido.
- Tener más de 38ºC de fiebre. En estos casos, bajar la temperatura corporal del niño es elemental para proteger su salud. ¡Aquí van algunas recomendaciones para actuar cuando tu hijo tiene fiebre!
- En ocasiones, el hijo puede perder el conocimiento durante unos minutos o mostrarse muy aturdido.
¿Por qué se producen las convulsiones febriles?
No existe un consenso entre la comunidad médica y científica sobre por qué se producen las convulsiones. Algunos expertos apuntan a que su principal causa reside en las infecciones por virus. En ese sentido, cualquier enfermedad ordinaria como una gripe o gastroenteritis que esté acompañada de fiebre puede desencadenar convulsiones febriles.
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¿Son peligrosas?
A pesar de lo aparatosas que puedan resultar, las convulsiones febriles no entrañan ningún riesgo para la salud del pequeño. Se trata de respuestas del organismo inofensivas.
Los episodios suelen durar pocos minutos. Además, por lo general no suelen ser un signo de enfermedad, aunque algunas madres y padres prefieren consultarlo con su pediatra para una mayor tranquilidad.
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Tipos de convulsiones febriles infantiles
Podemos distinguir dos tipos de convulsiones febriles.
Simples
Las convulsiones febriles simples son las más comunes. Además, tienen poca duración. Sus episodios van desde uno pocos segundos a 15 minutos como máximo. Este tipo de convulsiones nunca se repite durante las próximas 24 horas. Además, los movimientos musculares no están localizados en una única parte del cuerpo.
Complejas
A diferencia de las anteriores, las convulsiones febriles complejas duran más de 15 minutos. Además, se suelen replicar varios episodios durante las siguientes 24 horas. Es común que los temblores se produzcan en una parte concreta del cuerpo.
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¿Cómo actuar ante convulsiones febriles en niños?
Suele ser una pregunta recurrente en las consultas pediátricas. “¿Qué hacer en una convulsión febril?”. El primer y más importante consejo para todas las madres y padres que sufren algún episodio de convulsiones febriles con sus hijos es mantener la calma. Ver cómo se agita su cuerpo resulta impactante, pero recuerda que no suponen un riesgo.
Permanece al lado de tu hijo durante las convulsiones. Si puedes, es recomendable contabilizar el tiempo que dura el episodio. Esta información le resultará de enorme utilidad a su pediatra.
Recuerda extraer cualquier objeto de la boca como chupetes o juegues. Es vital que mantengas sus vías aéreas despejadas. Además, puedes ir retirando la saliva de su boca con una gasa o pañuelo.
✅ ¡Recuerda! Nunca debes introducir ningún objeto en la boca de tu hijo. Ni siquiera tu dedo. Para evitar que se trague la lengua, coloca a tu hijo en posición de seguridad. Para ello, ponlo de lado apoyado sobre su costado.
¿Cuándo debo acudir al médico?
Si es la primera vez que tu hijo sufre convulsiones febriles, es recomendable que visite al pediatra. La mayoría de ellas son benignas y no tienen efectos negativos sobre su salud. Aun así, no está demás que un experto pueda valorar el estado del pequeño.
También se recomienda acudir al médico si, teniendo antecedentes de episodios en el pasado, esta vez notas a tu hijo más desorientado de lo normal. De la misma forma, si la convulsión dura más de 15 minutos o tu hijo encadena varias repeticiones, acude a urgencias.
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¿Cómo evitar convulsiones febriles?
La realidad es que las convulsiones febriles no pueden evitarse. Lo que sí puedes hacer es tratar de controlar la temperatura de tu hijo. Ahora bien, el tratamiento de fiebre en niños es el mismo padezca o no convulsiones.
Algunos expertos recomiendan algunas medidas para prevenir crisis de convulsiones. Eso sí, recuerda siempre consultar con un pediatra qué tratamiento debes seguir con tu hijo. Estas son las más comunes:
- Algunos medicamentos como el acetaminofén o el ibuprofeno pueden ayudar a controlar la temperatura con las primeras décimas de fiebre. Ahora bien, recuerda que en ningún caso evitarán las convulsiones.
- Existen medicamentos anticonvulsivos como el diazepam rectal (Diastat) o el midazolam nasal. Se emplean en niños propensos a sufrir convulsiones, y siempre bajo una estricta supervisión médica. Recuerda no administrar ningún tratamiento a tu hijo sin consultarlo antes con su pediatra.
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