Tras el parto, la matrona o el ginecólogo cortan el cordón umbilical sujetándolo con una pinza. Durante varias semanas se debe desinfectar bien la zona hasta que, de forma natural, se produzca la caída del cordón umbilical dando lugar al ombligo. Para evitar infecciones, es esencial llevar a cabo algunos cuidados del ombligo recién nacido.
¿Cómo saber si el ombligo de mi bebé está bien? ¿Cómo limpiar el ombligo de un recién nacido? Te contamos posibles complicaciones que pueden surgir como una hernia umbilical y cómo evitarlas con estos cuidados.
Índice
Importancia del cuidado del ombligo en recién nacidos
El cordón umbilical debe cortarse dejando unos 4 centímetros en el abdomen. De esto se encargará el profesional que asista al parto. Sin embargo, serán los padres quienes lleven a cabo una serie de cuidados en el ombligo del recién nacido.
Ese trozo de cordón sobrante deberá desprenderse por sí solo pasados 8 o 10 días si ha nacido a través de un parto natural, o entre 12 y 15 si el parto se ha realizado por cesárea.
Ahora bien, hasta que este muñón no se caiga, es importante que la zona se mantenga seca y bien limpia para evitar infección en el ombligo del recién nacido. De lo contrario, podrían acumular bacterias.
Además, conviene tomarse estos cuidados con seriedad. La correcta cicatrización del ombligo depende del esmero que ponga. Complicaciones como hernias o el denominado ombligo probóscide son algunas complicaciones que podrían aparecer.
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Cómo limpiar el ombligo de recién nacido
El corte del cordón umbilical del recién nacido produce una herida que debes limpiar una vez al día. Te mostramos cómo limpiar el ombligo de un bebe recién nacido.
Limpieza
Mantener una buena higiene es una garantía contra posibles infecciones. Para ello, lávate bien las manos antes de ponerte manos a la obra con los cuidados del ombligo recién nacido.
Opta por usar gasas estériles y un poco de agua o suero fisiológico para limpiar la zona. Para ello, mójala y aplica pequeños toquecitos suaves alrededor de la herida. Si decides emplear jabón, asegúrate de hacerte con una fórmula neutra sin aditivos.
Una vez limpia la superficie del muñón, levanta ligeramente la pinza del cordón umbilical para limpiar la zona por debajo. No debes preocuparte por este gesto. A tu bebé no le dolerá, pues se trata de piel muerta.
Por último tapa la zona, pero no sin antes dejar que se seque al aire. De lo contrario, la humedad podría acelerar la proliferación de bacterias provocando una infección en el ombligo del recién nacido.
Una vez terminada la cura, puedes tomar otra gasa limpia y enrollarla alrededor del extremo sobresaliente para cubrir el cordón. El pañal de tu bebé debe quedar siempre por debajo de la pinza para que se airee.
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Otros cuidados
Si lo deseas, también puedes higienizar el ombligo de un bebe recién nacido con una solución de alcohol de 70º y clorhexidina. Este último producto transparente actuará como desinfectante para prevenir posibles complicaciones.
Posibles complicaciones del cuidado del ombligo inadecuado en recién nacidos
Un ombligo infectado de un recién nacido puede derivar en complicaciones graves para su salud. Estas son algunas de ellas.
Infecciones
La infección en el ombligo del recién nacido o onfalitis se produce por la aparición de bacterias en la zona. Pero, ¿cómo saber si el ombligo de mi bebé está bien? Estos son los signos de una posible infección en la herida.
- Ombligo con pus que supura.
- Enrojecimiento.
- Ampollas alrededor de la herida.
- Olor pútrido.
Aunque resulte sorprendente, un ligero sangrado en el momento de la caída del cordón umbilical se considera normal y no es un síntoma de onfalitis.
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Hernia
Es frecuente la aparición de una hernia en el ombligo recién nacido, especialmente en los bebés prematuros. Se trata de un pequeño bulto blanco en el área umbilical. No supone un riesgo para tu bebé y a los dos o tres años suelen desaparecer.
Pero, ¿a qué se deben? La hernia umbilical se produce por pequeños defectos en las paredes del músculo del abdomen. Rara vez se operan, aunque es aconsejable que su pediatra pueda valorar esta hernia en el ombligo para descartar una intervención.
Qué no debes hacer
Existen algunos mitos sobre el cuidado del ombligo de un recién nacido. Evita llevar a cabo este tipo de prácticas:
- No uses fajas ya que no facilitan la desaparición de las hernias. Además, pueden dificultar la respiración de tu bebé o resultar molesta.
- Jamás debes tirar el cordón umbilical para retirarlo. El muñón debe siempre desprenderse de forma natural.
- Evita emplear ombligueros. Son unas vendas de papel o tela que se usaban antiguamente para cubrir el ombligo hasta que se secaba el cordón. Podrían producirle lesiones en la piel.
- Sustituye las soluciones de limpieza a base de yodo. En bebés tan pequeños este componente podría absorberse a través de la piel y alterar la tiroides. Tampoco se recomienda usar mercurocromo y mercurobromo, ambos desinfectantes de uso doméstico muy comunes.
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¿Cómo saber si está bien el ombligo de mi bebé?
Lo normal es que la piel que aparezca debajo del muñón, tras la caída del cordón umbilical, esté curada. Aun así, en ocasiones puede estar en carne viva e incluso sangrar. Es normal y solo tendrás que limpiar el ombligo con gasas y un poco de suero durante unos días.
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¿Cuándo se cae el cordón umbilical?
Se suele caer el cordón umbilical a los 8 o 10 días del parto de forma natural. En el caso de los bebés nacidos por cesárea puede producirse entre el día 12 y 15.
Cuando son tan pequeños, conviene contar con una cobertura completa y eficaz. Los Seguros de Salud de Embarazo velarán por tu bienestar durante los meses de gestación y cuidarán de ti y tu bebé tras el parto. En GENERALI estamos especializados en el cuidado de las familias. ¡Consúltanos sin compromiso!
