Bajan las temperaturas y empiezan a llenarse las consultas de los pediatras de las conocidas como enfermedades de invierno. Bronquiolitis, Catarros, bronquitis…
¿Pero qué hay de verdad en algunos mitos? ¡Vamos a aprenderlo juntos!
Índice
Mitos sobre las enfermedades de invierno
“Si mi peque pasa frío se resfriará”
Lo primero que debes saber es que los virus se transmiten, sobre todo, a través del aire que respiramos (gotitas respiratorias con el virus: en saliva, moco… cuando estornudan cerca, etc)
También a través de nuestras manos al tocar algo que lleva saliva o moco de esa persona contagiada, y rascarnos los ojos, boca o nariz o a través de objetos (que suelen compartir metiéndose en la boca); o algunos también a través de las heces de otra persona contagiada (por ejemplo, al cambiar el pañal al bebé).
El frío no nos contagia, sino que lo hace la persona que está en ese momento sufriendo la infección.
Así que, aunque la mayoría piensa que si los peques pasan frío se pondrán malitos, los resfriados están causados por un virus, no por un cambio de temperatura.
“Si anda descalzo se resfriará”
Otro falso mito de las enfermedades de invierno.
No nos ponemos enfermos por ir descalzos, por llevar el pelo mojado o por no ponernos chaqueta. Los virus se transmiten porque alguien nos contagia como explico arriba.
Si el peque anda descalzo y el suelo está frío, puede que sea incómodo para él (o no, porque aun así prefiera andar sin calcetines) pero no será más probable que se infecte por algún virus.
“La fiebre es mala”
No solo no es mala la fiebre sino que además ¡es nuestra mejor aliada!
Es un mecanismo de defensa frente a la infección, mejora la respuesta de nuestro cuerpo contra la infección y no produce ningún tipo de daño cerebral si es menor a 42ºC.
Si el peque está irritable, tiene dolor o la fiebre llega a 40ºC le daremos una dosis de antitérmico para que se encuentre mejor, pero no simplemente porque tenga fiebre.
“La leche produce mocos”
No está demostrado que la leche aumente el moco de las vías respiratorias o empeore los síntomas del catarro.
Además, la leche es una importante fuente de calcio y vitamina D, así que es una forma fácil de que tu peque tome la cantidad de calcio y vitamina D que necesita.
Consulta también este otro artículo sobre vitaminas para niños, donde profundizamos más sobre este tema.
“Si le doy antibiótico se curará antes”
Los antibióticos solo “matan” bacterias, no virus. Por eso no ayudarán a tu peque a sentirse mejor más rápido si está resfriado.
Además, y así desmontamos otro falso mito, el moco de color verde no indica que esté peor ni que necesite antibiótico.
El moco se vuelve verde siempre en el curso de cualquier infección (al principio es transparente, después amarillo y finalmente verde).
La Pediatra Mar nos cuenta más sobre estos y otros mitos que existen sobre de la salud nuestros hijos en el siguiente video:
¿Qué puedo hacer en casa cuando mi peque coge una enfermedad de invierno?
Lo más importante es intentar que tu peque se sienta mejor y continúe hidratado mientras el propio cuerpo se cura.
Te dejo algunos consejos:
- Hacer lavados nasales a demanda.
- Fraccionar las tomas si no puede respirar bien: dale de comer más veces, pero menos cantidad.
- Administra antitérmico si tiene fiebre y está irritable.
- Incorpórale unos 30° para dormir (mejor desde los 2 años, cuando son más pequeños puede quedar muy flexionada su cabeza). Nunca uses cojines antes del año, y si inclinas la cuna en un menor de 2 años, que sea por debajo del colchón (si la cuna permite una inclinación puedes hacerlo así, y si no se puede inclinar, puedes colocar toallas DEBAJO del colchón del peque), unos 30º y vigilando que respire bien.
Remedios caseros que no te van a ayudar:
- Cebolla: habrás oído muchas veces que es “mano de santo” e incluso se han hecho estudios, pero no, no se ha demostrado su efectividad.
- Jarabes para la tos: son además muy peligrosos en menores de 6 años.
- Ungüentos para aplicar en el pecho o en la espalda: son además muy peligrosos también en niños pequeños o en asmáticos.
- Vapores de eucalipto.
¿Cuándo debo acudir a urgencias?
Estos son los síntomas por los que, si tu bebé padece una enfermedad de invierno, deberíais acudir a un especialista médico.
- Si tu peque respira mal: puede que notes que respira más rápido, que saca el abdomen, que marca las costillas, que hace pausas largas al respirar, que tiene labios azules, que no come, que está muy irritable…
- Si rechaza las tomas, come menos de la mitad de lo que solía comer o no hace pipí (signo de que podría estar deshidratado).
- Tiene mal color (muy pálido, gris, azulado…).
- Si la fiebre es alta y no baja, odura más 2-3 días, o cualquier pico de fiebre en un menor de 3 meses (37,5ºC axilar o más).
- Si está muy decaído, irritable, adormilado…
Espero que ya tengas muchísimo más claro todo lo que debes hacer si tu peque coge una enfermedad de invierno.
¿Te ha quedado alguna duda? ¡Te esperamos en los comentarios!