¿A quién no le ha salido un chichón cuando era pequeño? Es frecuente que, de vez en cuando, se produzcan golpes accidentales en la cabeza de los niños. Los padres, especialmente los primerizos, temen que cualquier objeto pueda suponer un riesgo potencial para los más pequeños: toboganes, las esquinas de una mesa, la puerta de un armario abierta… Sin embargo, si tu hijo sufre un golpe en la cabeza, ¡lo primero es no agobiarse!
De hecho, un 80-90% de los golpes en la cabeza en niños se suele quedar en un susto. Pero, dado que algún daño leve será inevitable, aquí te contamos cómo saber si un golpe en la cabeza es grave o no, y cuándo deberás llevar al niño al pediatra para recibir atención médica.
Índice
¿Qué es el traumatismo craneoencefálico?
El traumatismo craneoencefálico (TCE) es, según la Asociación Española de Pediatría, “una lesión de las estructuras de la cabeza debida a una fuerza externa de origen mecánico”. En ocasiones puede provocar un deterioro de las funciones cerebrales, dependiendo de la fuerza del golpe o la zona donde se haya efectuado.
Podemos distinguir 3 tipos de traumatismos craneoencefálicos que se diferencian por la gravedad, según la escala de Glasgow que valora nivel de conciencia, respuesta verbal y motora:
- Traumatismo leve: no altera el nivel de consciencia del niño y tampoco se produce una fractura en el cráneo. Son los más frecuentes.
- Traumatismo moderado o conmoción cerebral: no existe una lesión cerebral, pero el niño se muestra confundido tras el impacto. En algunos casos incluso se produce una pérdida de conocimiento.
- Traumatismo grave: lesión traumática clínicamente importante: se fractura la base del cráneo. Requiere de una intervención, además de hospitalización y observación.
Síntomas que aparecen tras un golpe y nivel de gravedad
Los síntomas de un golpe en la cabeza en niños son la clave para entender la magnitud del problema. Es por ello que los padres deben prestar especial atención a los cambios físicos que experimenta el niño después del traumatismo.
Normalmente, tras un golpe leve, el niño experimentará dolor en la zona y es posible que veamos cómo aparece una leve inflamación (también llamado chichón). Ante estos signos de alarma, la gravedad no debería ser grande, aunque los padres sí deben observar cómo evoluciona el niño durante las 72 horas siguientes.
Ahora bien, si tras el golpe el niño experimenta vómitos, manifiesta somnolencia o pierde la consciencia, se debe buscar asistencia médica cuanto antes para descartar una lesión grave. Los padres también pueden percibir otros síntomas como irritabilidad, visión borrosa, alteración en el habla y dificultades en la coordinación de movimientos. Otras consecuencias menos comunes de los golpes en la cabeza niños es la fiebre.
Consejos para informar bien a los médicos
Es importante que los padres hagan un esfuerzo por recordar detalles que pueden ser de utilidad al pediatra, en caso de complicación del traumatismo. El contexto, el objeto que le golpeó o la sintomatología previa serán fundamentales para realizar un diagnóstico adecuado y prevenir complicaciones.
Por ello es aconsejable recopilar todos los datos posibles en el momento del accidente y no olvidarlos. Si los padres no han estado presentes, es importante preguntar a los adultos que lo presenciaron.
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Qué hacer y observar cuando mi hijo se dé un golpe en la cabeza
Si la lesión de cabeza ha sido más grave que un mero traumatismo, debes acudir al pediatra o al hospital. Es preferible que un profesional le examine para confirmar que todo está en orden.
Las preguntas a las que conviene dar respuesta son:
- ¿En qué zona de la cabeza se ha golpeado?
- ¿Se puso a llorar después del golpe? ¿Perdió el conocimiento o convulsionó?
- ¿A qué altura se ha caído el niño? ¿Qué objeto produjo el golpe?
- ¿Has observado alguna alteración en el comportamiento del niño tras el golpe de la cabeza?
Cuidados después de un golpe en la cabeza
Ante un golpe leve en la cabeza de un niño, se recomienda aplicar un poco de hielo envuelto en un paño o tejido. Aliviará el dolor y evitará que el chichón sea mayor. Además, es recomendable administrar analgésicos como paracetamol o ibuprofeno, de acuerdo con su edad.
Chichones, ¿reflejo de la gravedad del golpe?
La arquitectura de la cabeza está diseñada para proteger el cerebro, por lo que los huesos del cráneo serán capaces de resistir o minimizar los impactos. En concreto, la parte de la frente es la más dura de la cabeza. Se debe prestar especial atención a los golpes fuertes en la cabeza en niños en la zona lateral y por detrás. Son los más peligrosos y suponen un riesgo mayor.
Ahora bien, por lo general la aparición de una inflamación en el cuero cabelludo (o chichón) no suele ser síntoma de una lesión cerebral. Aunque parezcan muy aparatoso, los chichones reflejan que el sangrado se produce por afuera de los huesos del cráneo.
Sin embargo, podría ocurrir que, junto con la aparición de un chichón, también se produzca un sangrado interno. Se trata de casos aislados y poco comunes, pero en caso de dudas lo recomendable es acudir al médico.
Conclusiones
En primer lugar, la mayoría de los niños que acuden a urgencias por traumatismos craneoencefálicos suelen recibir el alta en el mismo día. Aunque lo aparatoso del golpe suele angustiar a los padres, es aconsejable guardar la calma y prestar atención a los síntomas.
Además, no olvides recordar el contexto y los detalles del golpe. ¡Será una información muy valiosa para el médico! Y, por supuesto, si detectas signos de alarma, acude a urgencias para recibir una valoración de un experto.
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