Los herpes en niños son una cuestión delicada que afecta a la salud de los más pequeños. Esta afección reúne dos condiciones que implican que deban tratarse con sumo cuidado: por un lado, son altamente contagiosos. Además, su infección no tiene cura por lo que la prevención es vital.
Es habitual que las infecciones de herpes en niños provengan de un contagio previo de un adulto. De hecho, entre el 70% y 90% de los adultos tienen esta enfermedad y acaba siendo transmitida a los más pequeños. Es por ello que los herpes en bebés y niños requieren que sus progenitores conozcan esta enfermedad en profundidad.
¿Cómo curar un herpes labial en niños? ¿Qué tipos de herpes infantil existen? Aprende a identificar los primeros síntomas de los herpes y descubre los tratamientos más eficaces para combatirlos.
Índice
¿Qué es el herpes infantil y qué lo causa?
El herpes infantil es una enfermedad muy contagiosa que no tiene cura. Una vez contraída, este virus permanece en el organismo toda la vida, pudiendo o no manifestarse. En general, la enfermedad suele quedar “adormecida” sin afectar a los más pequeños. No obstante, en ocasiones el niño puede experimentar brotes, llegando a aparecer pequeñas erupciones o ampollas en la piel.
El herpes en niños, también denominado herpes labial, lo causa el virus herpes simplex. El primer contacto que tenemos con este virus produce siempre síntomas. A partir de esta fase, las manifestaciones serán más o menos frecuentes, en función de cada niño.
Tipos de herpes en niños y bebés
Existen dos tipos de herpes en niños y bebés, en función del virus que provoque la infección:
- Herpes labial o tipo I. Es transmitido por el virus VHS-1 y es el más común. De hecho, gran parte de los adultos son portadores. Sus manifestaciones más comunes son las calenturas alrededor de la boca. Aun así, gracias a los anticuerpos que el organismo es capaz de desarrollar, la enfermedad suele quedar controlada.
- Herpes genital o de tipo II. También se le conoce como herpes Zóster. Este otro es transmitido por el denominado virus VHS-2. Su manifestación más común son las erupciones cutáneas en los genitales.
¿Es contagioso el herpes entre niños?
El herpes es muy contagioso, también entre niños. Dado que se trata de una infección crónica, incluso cuando la persona contagiada no manifiesta síntomas, la saliva de su portador puede contener el virus. Aun así, el momento de mayor riesgo de contagio se da cuando la persona presenta claros síntomas, lo que se denomina como gingivoestomatitis herpética.
Los contagios más frecuentes se producen por los besos, por compartir vasos y cubiertos, o a través de cualquier objeto que haya tenido contacto con la saliva. Si tu hijo presenta gingivoestomatitis, recuerda que no debes llevarle al colegio hasta que sus ampollas estén en fase de costra o hayan desaparecido.
Síntomas del herpes en niños
Los síntomas de herpes en niños más comunes son las calenturas, pequeñas erupciones o ampollas alrededor de la boca. Es habitual que estas manifestaciones no vayan a más y a los pocos días desaparezcan.
Sin embargo, si el niño contrae el virus por primera vez, es probable que desarrolle síntomas más agudos fruto de la gingivoestomatitis herpética:
- Fiebre elevada que puede prolongarse hasta los 8 días.
- Mal aliento y salivación frecuente.
- Malestar en general, irritabilidad y dolores de cabeza.
- Gingivitis o inflamación de las encías. En ocasiones incluso puede envolver los dientes y producir sangrados.
- Ampollas y úlceras similares a las de un brote de herpes labial, pero que se extiendan por los labios y cara. En ocasiones, pueden aparecer incluso herpes dentro de la boca o herpes en la lengua.
Si el niño padece un herpes genital, los síntomas más comunes serán la aparición de ampollas en las zonas genitales. Los brotes del herpes tipo II suelen ser más frecuentes.
Zonas del cuerpo donde puede aparecer
Las zonas del cuerpo donde aparecen son los labios, herpes en la nariz, en el interior de la boca, herpes en la lengua o en las encías. De forma puntual, algunos sufren manifestaciones más allá de la cara.
Tratamiento del herpes
Los herpes pueden llegar a ser molestos, ¡incluso dolorosos si no se tratan correctamente! Por lo que es importante saber cómo curar herpes labial en niños y reducir sus síntomas. El tratamiento más efectivo para el de tipo I es rozar suavemente un cubito de hielo o bolsa fría sobre la zona. Ahora bien, recuerda que la erupción siempre debe estar expuesta al aire libre para evitar infecciones. Evita cubrirla con pomadas o tiritas.
Los alimentos ácidos durante un brote de herpes bucal en niños podrían aumentar sus molestias. Evita las recetas con naranja, limón o salsas de tomate.
Si tu hijo sufre un cuadro de gingivoestomatitis, las ampollas evolucionarán a costras. Solo llegada esa fase, usar protector solar o vaselina para acelerar la cicatrización y reducir el riesgo de rebrote.
Los herpes en niños tipo II requerirán un tratamiento concreto a base de fármacos antivirales. Si detectas que tu hijo sufre picores en la zona genial, acude a su pediatra para comenzar el tratamiento lo antes posible.
¿Cuándo deja de ser contagioso el herpes?
El herpes nunca deja de ser contagioso. Se trata de una infección crónica donde la persona se convierte en portadora de por vida. No obstante, sus manifestaciones pueden darse puntualmente, quedando el virus adormecido la mayor parte del tiempo.
Complicaciones si se propaga el herpes
Un mal tratamiento de la infección de herpes puede tener consecuencias muy negativas en la salud de los más pequeños. Desde una infección crónica de herpes, daños cerebrales producto de altas fiebres o convulsiones, hasta una infección de córnea si las erupciones llegan a los ojos.
En algunos casos en los que los herpes no desaparecen a los 14 días, el niño puede desarrollar infecciones adicionales producidas por bacterias. Es por ello que la prevención es vital para evitar cuadros más graves.
Consejos para prevenir el herpes en niños
Tal y como hemos mencionado, el herpes infantil es una infección crónica donde la prevención juega un papel esencial. Y es ahí donde los padres deben conocer los desencadenantes que tienden a provocar un nuevo brote. Los disparadores de herpes labial más comunes son:
- Exposición a la luz del sol y el calor.
- Las bajas temperaturas o la alta sequedad ambiental.
- Los resfriados o gripes. ¡Descubre cómo combatirlos rápidamente para que sus consecuencias no vayan a más!
- Cansancio y estrés.
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Cuándo acudir al médico por un herpes
Los cuadros más graves de herpes requieren la visita urgente de un especialista. Acude a su pediatra si tu hijo presenta los siguientes síntomas:
- Si se trata de su primera infección de herpes. Suele ser la más intensa, por lo que conviene realizar un chequeo inmediato. Algunas aseguradoras ofrecen asistencia pediátrica inmediata para evitar las esperas y obtener un diagnóstico rápido.
- Si las ampollas evolucionan a zonas cercanas a los ojos.
- En el caso de no notar claras mejoras pasados los 7 días.
- Cuando la piel que rodea el herpes infantil está roja, hinchada o caliente.
- Si tu hijo experimenta fiebre.
- En el momento en que detectes que los brotes de herpes labial en niños son demasiado frecuentes.
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