Entre las diversas alergias alimenticias que existen se encuentra la intolerancia a la fructosa en niños.
De hecho, esta intolerancia es más frecuente de lo que creemos y necesita ser detectada a tiempo. De lo contrario, el niño podría acabar padeciendo rechazos de su organismo y, consecuentemente, complicaciones para su salud. Por eso es importante conocer qué alimentos contienen fructosa para así diseñar una dieta específica.
¿Has detectado que a tus hijos no les sienta bien comer fruta? ¡No te pierdas cómo detectar la intolerancia a la fructosa en niños, cuáles son sus síntomas y qué alimentos con fructosa debes eliminar de su dieta!
Índice
Qué es la fructosa
La fructosa es un azúcar simple que se encuentra de manera natural en algunos productos. Sin embargo, la forma en la que se consume se hace normalmente mediante la sacarosa. A la sacarosa se la conoce comúnmente como el azúcar, y es una molécula formada por glucosa y fructosa.
Otra fuente de fructosa se puede encontrar también en el sorbitol. Se trata de un edulcorante que, al ser metabolizado por nuestro organismo, produce este azúcar. El sorbitol se encuentra naturalmente en algunas frutas y verduras.
¿Qué es la intolerancia a la fructosa?
La intolerancia a la fructosa es, como su propio nombre indica, un déficit en la integración de este elemento en el organismo.
La intolerancia a la fructosa en niños se puede expresar de dos formas diferentes:
Intolerancia Hereditaria a la Fructosa
Se trata de un error genético en el metabolismo por el que el organismo no puede asimilarla correctamente cuando se ingiere. Los síntomas de esta modalidad suelen aparecer ya en la etapa lactante con el consumo de alimentos que contienen azúcares como papillas, frutas o verduras.
Si no se trata correctamente, el niño puede desarrollar enfermedades hepáticas y renales graves, ya que se trata de una patología de por vida. No obstante, un diagnóstico a tiempo y un tratamiento adecuado pueden conseguir una buena mejoría con el paso de los años.
Malabsorción de Fructosa
La malabsorción de fructosa es la más frecuente entre los niños y se produce por un déficit de las enzimas que se encuentran en el intestino delgado para asimilar la fructosa total o parcial.
Si ocurre esto, se produce una degradación posterior de la flora intestinal y un deterioro e inflamación de la mucosa intestinal.
Esta intolerancia puede o no ser reversible, por lo que siempre conviene consultar a un especialista por su tratamiento y el grado de intolerancia que presenta el niño.
Es posible que te estés preguntando: ¿cómo se puede diferenciar entre una u otra patología, si ambos síntomas aparecen tras el consumo de fructosa?
La intolerancia hereditaria de fructosa se diagnostica mediante un test de hidrógeno espirado por el que se toma una muestra del aire aspirado por el niño en ayuno.
Posteriormente, se administra al niño una solución que contiene fructosa y, pasadas 2 o 3 horas, se vuelve a realizar el test. Por el contrario, la Intolerancia Hereditaria requiere estudios bioquímicos y genéticos más avanzados. En ambos casos, debe realizarse por un profesional.
Aquí puedes consultar más información sobre las distintas pruebas de alergia en niños.
¿Qué causa la intolerancia?
La intolerancia hereditaria causa una incapacidad de metabolizarla, lo que provoca una degradación de la fructosa, que acaba siendo tóxica para el organismo.
Por su parte, la malabsorción de fructosa causa una fermentación de esta en el organismo por no ser asimilada correctamente. Es algo parecido a lo que experimentan los niños que padecen intolerancia a la lactosa.
Síntomas de intolerancia a la fructosa
Una vez más, se deben diferenciar los síntomas de una y otra patología, para poder hacer un correcto diagnóstico. Isabel Soria nutricionista y experta en este tema nos comparte los más habituales ¿padeces alguno? Descúbrelo.
- Los síntomas de intolerancia a la fructosa más frecuentes, en el caso de la malabsorción, son las alteraciones gastrointestinales como las diarreas, las náuseas, los gases o el dolor abdominal.
- En el caso de la intolerancia hereditaria, a los vómitos y náuseas se suma falta de apetito, la incapacidad del niño para ganar peso y dolor abdominal. También es frecuente que el pequeño experimente irritabilidad y deshidratación. En los casos más graves, la intolerancia hereditaria puede incluso provocar trastornos renales, hipoglucemias y disfunciones hepáticas.
¿Qué hacer si la padecen tus hijos?
Tabla de alimentos con fructosa
Estos son los alimentos que debes y no debes dar a tu hijo si es intolerante a la fructosa.
PERMITIDOS | NO PERMITIDOS | |
Frutas y frutos | Ocasionalmente aguacate, zumo de limón o lima, pipas de girasol y aceitunas maduras. | Todas las demás, incluido el tomate, los zumos y alimentos que contengan licuados de frutas. |
Azúcares y dulces | Jarabe de glucosa, maltosa, ciclamato, aspartamo y sacarina. | Fructosa, sacarosa, sorbitol y dulces como los caramelos, chicles, o chocolates. |
Verduras y hortalizas | Acelgas, espinacas, brócoli fresco, escarola y endivias. También la patata vieja, setas y champiñones. Ocasionalmente se admite apio, acelgas, col, berros, berza, brécol congelado, coliflor, lechuga, pepino y patata nueva. | El resto de verduras y hortalizas. |
Cereales | Centeno, cebada, trigo, avena, maíz, arroz y fécula de patata. También los productos derivados de estos, como harinas, pan blanco o pasta. | Cereales o harinas integrales y la harina de soja. |
Legumbres | Se pueden consumir, sin abusar, lentejas, alubias, garbanzos y guisantes. | El resto. |
Carnes y pescados | Todos los frescos. | Procesados que contengan azúcares. |
Leche y derivados | Leche de vaca, lactancia materna, leche en polvo sin fructosa, nata natural, queso curado, queso fresco y yogur (sin frutas ni sacarosa). | Ningún tipo de batido ni helado, bebida de soja, leche condensada, yogur de frutas, de soja o azucarado. |
Aceites y grasas | Aceites vegetales, mantequilla, margarina, manteca y sebo. | Aderezos o salsas comerciales que contengan azúcares. |
Condimentos y salsas | Sal, vinagre, levaduras, especias y mostaza. | Aliños comerciales que contengan azúcares. |
Bebidas | Agua del grifo, agua mineral, infusiones (como la tila, la manzanilla o el poleo). También refrescos edulcorados solo con sacarina o aspartamo (sin azúcar o saborizantes de frutas). | Zumos de fruta, bebidas de cola, naranja o limón y, en general, bebidas azucaradas. |
Aunque prepares un menú saludable, ten siempre en cuenta esta tabla para evitar problemas si un miembro de vuestra familia es intolerante a la fructosa.
Frutas con poca fructosa
Es recomendable que la dieta de los niños incluya cinco piezas de fruta al día. Efectivamente, aquellos niños con alergia a la fructosa cuentan con una variedad más reducida.
Aun así, ¡no te des por vencido! Estas son las frutas con poca fructosa:
- Aguacate
- Lima
- Coco
- Papaya
- Albaricoque
- Chufa
Además, existen otras frutas con poca fructosa, aunque el contenido es algo mayor. Aun así, son consideradas como admisibles para las intolerancias parciales:
- Melón
- Melocotón
- Piña
- Pomelo
- Sandía
- Ciruelas
- Naranja y mandarina
Para casos en los que no se dé ningún tipo de intolerancia, os puede interesar nuestra recopilación de desayunos saludables y postres sanos para niños.
Dieta sin fructosa
La dieta sin fructosa para los niños varía en dependencia del grado de intolerancia que tengan.
Si padece una malabsorción parcial de la fructosa, es recomendable seguir una dieta meramente restrictiva en fructosa. Es decir, la dieta podría incluir alimentos con poco contenido, aunque consumidos ocasionalmente.
Ahora bien, si el niño padece una alergia total a la fructosa, o ha sido diagnosticado con Intolerancia Hereditaria, se debe evitar cualquier alimento que contenga fructosa. En este caso, es recomendable acudir a un experto para que pueda hacer una lista de qué alimentos se deben prohibir en la dieta del niño.
Una dieta sin fructosa requiere de un control y seguimiento de aquello que tu hijo ingiere. En ocasiones, puede incluso modificar algunos hábitos familiares u obligar a sustituir determinadas recetas.
¡Pero es importante que se afronte sin dramatismo! Echa un vistazo a este vídeo donde te proponemos algunas pautas para que la fructosa no afecte al día a día de tu hijo y pueda hacer una vida normal en familia y con sus amigos.
Menú para intolerancia a la fructosa
No te pierdas un ejemplo de menú para la intolerancia a la fructosa. Es apto para un niño con una intolerancia alta, ya que no excede 1 gramo de fructosa por cada 100 gramos de alimento.
Lunes | Martes | Miércoles | Jueves | Viernes |
Ensalada de garbanzos, aguacate y pepino | Crema de brócoli | Ensalada de pasta con espinacas y remolacha | Coliflor gratinada | Crema de espinacas con huevo y queso fresco |
Albóndigas con boniato al horno | Dorada a la sal con patata vieja | Pavo al horno con arroz y aceitunas | Brochetas de rape a la plancha | Tortilla de champiñones |
¡Ten en cuenta los siguientes consejos cuando prepares platos para esta intolerancia!
- Si vas a cocinar cremas, evita incluir cebolla o puerro.
- Opta por ensaladas de espinacas crudas o canónigas antes que la lechuga.
Además, existen también recetas de postres aptos para este tipo de alergia.
Conclusión
La intolerancia a la fructosa en niños es un problema con consecuencias graves para la salud si no se trata correctamente. Habitualmente se puede detectar desde edades muy tempranas gracias a síntomas comunes como náuseas, diarreas o falta de apetito en algunos casos.
Si crees que ciertos alimentos no sientan bien a tus hijos, ¡no dudes en acudir al pediatra! Una detección precoz de la intolerancia, especialmente si se trata de la hereditaria, podría evitar la aparición de problemas renales y hepáticos más graves.
El bienestar de tu familia es tu mayor prioridad, así que cuida de ti mismo y de los tuyos con la ayuda de GENERALI.
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